jueves, 27 de diciembre de 2012

Adiós entre lágrimas

Sólo observé su cara en ese instante y comprobé que también sus ojos marrón miel lloraban al compás al cual yo lo hacía.

Sus manos de un momento a otro, se tornaron temblorosas y con impaciencia esparcían esas gotitas que de sus ojos brotaban.

Sus labios finos mostraban una línea recta, intentando contener con todas sus fuerzas el llanto, y así, mostrar esa firmeza que siempre le caracterizaba.

Sosteniendo las palabras, y antes de decir ese adiós que tanto él como yo, estábamos esperando, un abrazo salió de nuestros adentros, de lo más profundo de nuestro ser...

Un adiós entre lágrimas amargas que rápido se escapaban sin querer, fue lo último que vi de sus ojos, y su bonita sonrisa que tanto me fascinaba, sólo se volvió en despedida...saliendo de ella un "te quiero", que ambos compartíamos...

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Sólo música


Las manos cubiertas de vivencias, de errores y rencores callados en la soledad, arropadas en lágrimas que se quisieron quitar, que aunque pasado sea, siempre se vuelve a recordar y permanece en la habitación de la soledad.

Y en esa soledad callada, pero cargada de ironía, encuentras una mínima salida para evadirte, para abandonar el mundo que se pisa y sumergirse en belleza, en música.

Música que lleva a un espacio más allá de lo que la imaginación pueda sobrepasar, letras cargadas de sentido, inmersas en idealizar, y que obligan, sin más dirección, a recordar. Sentirse identificado en cada uno de los compases que brotan en la sintonía del soñar y que cada compás muestra con claves de sol y fa.

Claves de fa compuestas en sonido y siempre atribuidos al sentir. Composiciones mezcladas formando figuras, que dan lugar a un corazón, o, quién sabe, en otras ocasiones el pensar expone imágenes sin sentido que se tornan significantes para la persona. 

Un collar con hileras de melodía, que desciende al corazón y nos enseña ese palpitar herido, que con más o menos fuerza, recorre cada uno de los sentimientos cuando una canción brota.

Una canción que lleva a cada silbido de la mente que se convierte en historia, bien en un cuento que la cabeza sola crea o quiere llegar a convertir en realidad, o bien en una leyenda, que cuando la primera página se descubre, toda la vida queda al manifiesto, conmemorando cada minuto vivido.

Y con sólo tres, cuatro minutos llenos de armonía y bañados en delicadeza, se siente felicidad, se muestra alegría y se comenta un no huir. Pero cuando esos minutos pasan y la canción calla y las voces se vuelven invisibles...el mundo de colores y los pentagramas de música y ensueño ya no se comentan, justo en ese instante, la realidad se visibiliza y el repetir alcanza el dedo para escuchar una nueva música y oír unos nuevos sentimientos.





domingo, 23 de diciembre de 2012

Bañado en realidad

Y entonces imaginas como podría ser la realidad junto a él...
Y en el mundo de la ensoñación...ese en el que caminas sabiendo el rumbo pero intentando crear un mundo paralelo al real...todo es posible.
Con la música puesta a toda voz y los oídos a punto de estallar...te imaginas cogida de su mano, y además piensas en todo lo que podrías hacer o inventas un cuento con sabor a amor.
Caminas rápido pero sin prisa, intentando dejarte llevar por la brisa del soñar...esa misma que los pelos te alborota dejándote, sin más, a la vista una minúscula caricia de despedida...pues esa no volverás a sentirla jamás.
Y sigues imaginando...ya queda poco para llegar al lugar del destino, y por tanto tu propio ser aminora el paso, deseando seguir soñando un poco más...pues ese mundo paralelo que tu persona ha creado por necesidad, es mucho mejor que el real y no deseas cerrarlo.
Pero todo pasa, y te pellizcas, abres los ojos fuertemente y ahora sí miras realmente a tu alrededor...ni él te tiene cogida de la mano, ni tu te diriges a donde soñabas...
Entonces la burbuja explota...dejando como regalo todo bañado en realidad.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El mundo de los sueños

Cuando tan ensimismada te hallas en el mundo de la ensoñación y tu espalda crea alas de espuma que te permiten volar sobre los cielos y alcanzar esa felicidad soñada...de nuevo, la realidad.
Esas manos de gigantes que te paseaban por los grandes bosques y altas montañas, se tornan pequeñas de amigos que abrazos dan...
Las cicatrices de piratas que navegan por los mares y cantos de sirena que se convierten en pesadilla, tan sólo son los muebles de una casa sin vida...
Los cuenta - cuentos de las calles de fantasía que miedo producían a los más pequeños, al igual que sueños hacían realidad... se transforman en cuestiones materiales de un lugar sin sentido, sin significado...
Las grandes torres de chocolate, con sabor a alegría, tan solo es un gran edificio echo de ladrillos y cartón...
Los unicornios se pasean tranquilos por el puente del amor, desembocando en el mundo de los sueños... 
El mundo de los sueños... un mundo de todos y de nadie, un mundo hecho de pasión...construido en diamante, fabricado de ilusión...


miércoles, 5 de diciembre de 2012

CUENTO NAVIDEÑO. Una Navidad distinta


Allí se encontraba, plasmado una vez más al lado del portal... le daba algo de vida el pequeño angelito colocado en su parte superior, y los adornos que le rodeaban hacían sentirse especial... pues cuando el invierno llegaba, los copos de nieve caían y los niños cantaban canciones, hacía más bonita su llegada... la Navidad.
Con esmero, las madres tejían lo que sería las botas de Navidad, cada una con un nombre incluido, pues hasta los más mayores sentían ensueño porque algún regalo le llegase, aunque supiesen a ciencia cierta que papá Noel y los Reyes Magos existían de forma distinta a lo que le explicaban a los más pequeños de la casa, y en todas ellas, en el preciado día 25 de Diciembre, algún paquete envuelto en sueño, dando la ilusión más esperada por los niños y niñas de cada casa en particular, cada familia celebrándolo a su manera, pero al fin y al cabo, todas llena de felicidad, pues es una época en la que todos se encuentran unidos, dejando atrás las diferencias y olvidando las peleas que cada casa presenta a lo largo del año, un día de reconciliaciones. 

Pero... ¿Qué se encontraba fuera de allí?, ¿Qué existía en aquellas calles y en aquellos lugares, en lo que se considera fuera del verdadero hogar?

En las afueras, los deseos más importantes, las ilusiones no perdidas de pequeños en hospitales y la grandiosa generosidad esperada para que éstos, que no pueden llevar a cabo una gran comilona...puedan recibir el regalo por haber sido buenos, y es que no tienen otra opción, pues encerrados en esas cuatros paredes, no debe existir mal alguno. pues ellos también están viendo pasar su infancia, aunque se trata de pasarla en una sala blanca y fría.

Más allá de esas ilusiones...

A cada paso que iba dando la ya muchacha por los pasillos, se podía observar su cara rosada, y su poco cabello que ya casi nada le crecía, pero que le servía para demostrar que poco a poco, a base de esfuerzo y mucho pesar, comenzaba a recuperarse, aunque aún se encontrase el agudo dolor que le hacía su vida insoportable. Ése sería su mayor regalo... la completa cura después de años de lucha.
Esta mujercita, ya no creía en los cuentos de hadas, y por tanto, tampoco en los Reyes Magos, ni personas caritativas que por arte de magia llegaban y le daban a los niños regalos para hacerlos felices.
Ella ya no sentía la esperanza de la Navidad, pues cinco años llevaba encerrada y a sus 15 años de edad la ilusión menguaba por segundos...pues en cada Navidad, en todas las épocas frías del año... un amigo era llevado por la oscuridad, cada hilo de muerte recorría por cada poro de su piel, dejándola completamente sola.
Cada vez que esta estación del año llegaba, ella se negaba a comer, pues sus padres tampoco la visitaban, continuamente trabajaban y ya su familia se había convertido esas personas vestidas con batas blancas que compañía le hacían en días de tempestad y frío, pero que al fin y al cabo, tan sólo estaban trabajando.
También se percataba de que conforme más años pasaban por su ser, estas personas asistían a los más pequeños y ella desde hacía un año seguía en soledad... pues ni el árbol le hacía compañía que años atrás le demostraba.
Deprimida se encontraba, no quería hallar regalo alguno debajo de éste.

¿Se olvidarían de ella? ¿La parte más oscura de la Navidad que le arrebataba el sentir y el frío, la visitaría ese año, en esta ocasión para llevársela a ella?

Pasó despacio, el día 25 fue un día normal, pequeños regalos, casitas de cartón y algún juguete de muestra, le daban a los más chicos, para que, supiesen que Papa Noel había dejado su bondad en cada uno de los árboles...y evidentemente, en su árbol ningún regalo...algo que le llenó de alivio.

Algo curioso ocurrió el mismo día 6 de Enero, cuando todos los niños de las habitaciones de los lados, se acostaron temprano, esperando con ansias la llegada de los Reyes Magos, pues todo el año deseaban ver esas caras que alegría le daban durante, al menos, un mes.

Justo ese día, se levantó la primera, pues no podía dormir, y una sorpresa llegó a su ser, pues una luz brillante como el sol, pero no igual de amarillenta que ésta, se apoderaba de toda la habitación, dando paso a un gran suspiro en su ser que se desvaneció...y entonces... sí despertó...

A los pies de su cama dura como el hierro, dos caras que se le tornaban peculiares, pero que en algo cambiaban por culpa de años sin observarlas...

- Papá, mamá... - Alcanzó a decir, y dos borbotones de lágrimas salieron por sus pequeños ojos rasgados y negros como el tizón.

Entre sus manos, un papel...no un envoltorio parecido a un regalo, no una muñeca, no algo material, cuestión que no la cautivaba... simplemente un papel con letras...
Sus padres, también derramando constantes gotas de agua salada por sus mejillas mencionaron...

- Perdona por nuestra ausencia en años.... ¿trabajando?, no, buscando ayuda por todos los rincones del mundo, para que nuestra pequeña Laura, que ya en mujer se ha convertido, encuentre cura para su enfermedad...y qué mejor forma que hacerlo en Navidad...qué mejor regalo.

Laura no se dignó a decir palabra, se abrazó a sus padres, a los que tanto de menos había echado desde que allí ingresó...y llevándose como regalo, el más esperado de todos...sus propios Reyes Magos que traían entre sus manos el papel que le libró del encarcelamiento y que le llevó a la libertad... una cura total para el cáncer.

Antes de recoger sus cosas y marcharse para siempre, se dirigió al despacho donde sus médicos siempre se encontraban y en letras bien grandes, y en forma de grafiti puso...
¡FELIZ NAVIDAD!


 



martes, 4 de diciembre de 2012

VER LA VIDA PASAR

Y veo la vida pasar ante mis ojos...
dos pequeñas imágenes se me vienen al observar, cuatro impresionantes ojos que me inquietan, párpados que se cierran para descansar...
Manos que mecían mi persona, que me ayudaban a reposar...manos dulces que me acogen...me arrullan en la tempestad.

Y veo la vida pasar ante mis ojos...
Personitas puedo fijar, me acompañan en el juego...van avanzando hasta despertar.

Y veo la vida pasar ante mis ojos...
Encuentro el significado de la amistad, el error de los engaños y la hipocresía hecha verdad, manos mezcladas, sentimientos expresados, compañías vividas encarnadas en ilusión.

Y veo la vida pasar ante mis ojos...
Palpo el sentimiento del amor, el sentimiento de las oportunidades, el dolor del desamor, unidos a desengaño y mezclado en pasión...pues eran sus manos la que llenaban mis resplandor...pues eran sus besos...

Y veo la vida pasar ante mis ojos...
Y me encuentro sentada en la oscuridad, con las piernas cruzadas y abrazada en mi regazo...viendo la vida pasar ante mis ojos.



Un huir en mi imaginar

Observar hacia el horizonte por mi ventana, algo único y peculiar, que me invita a olvidar pero también a recordar...simplemente un contrapuesto de sentidos, únicamente...un huir en mi imaginar.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Escrituras amargas (SONETO)

Las escrituras amargas lo llenan,
un vacío quemado al fuego latir,
manchadas de delicadeza logran,
son sus letras las que hacían sentir.

Algunas escalas en llanto suenan,
la tinta del folio quería pedir,
esas voces y miradas lo queman,
van avanzado para hacernos sufrir.

Pues reflejados en versos y en letras,
alcanzan ese verdadero llorar,
esas mis lágrimas de corcho blanco.

Ya no desean mirar hacia atrás,
no quieras en párrafos jamás temblar,
pues en libro nuestra historia marco.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Alma de su hogar

Tenía el cuerpo desnudo, lleno de rasguños...y sus pies descalzos se encontraban llenos de heridas, debido a la caminata, debido al andar por zona rocosa que se tornaba infierno a su paso.
Cada rastro de arena que llevaba consigo era mostrado por la suciedad de sus rodillas y manos, ya que algún golpe seguro se llevó cuando tanto anduvo. 
Sus uñas dejaban entrever aquello que se esperaba, uñas alargadas también cubiertas de barro y estiércol de animal salvaje, pero a leguas se podía observar que poco le importaba que mal la mirasen por ello.
Su cabello estaba enredado y cubría toda su cara, mostrando sólo un ojo del color del agua, que se volvía oscuro, debido a la negrura de su pelo rizado, aunque no se llegaba a distinguir si realmente era ondulado o los enredos daban lugar a una fantasía óptica, algo real en tanto ensueño.
Su figura delgada y su manera de avanzar era completamente distinta, pues sus pasos no eran de ser humano, y se podía ver que se trataba de un animal de selva, escondida en cuerpo de mujer.
Detrás de su imagen desastrosa, unos labios finos, fruncidos cuando alguna persona se dirigía a su persona, dientes rectilíneos pero sucios, con colmillos enormes, adecuados a carne cruda que seguramente, sin ninguna duda se alimentaba cada día, y con la cual resistía.
Las orejas no se dejaban ver, pues su pelo, además de rasposo a simple vista, era largo, tanto que casi podía rozar el suelo, pero como jamás de pie se hallaba, no se distinguía si sólo era hasta su pequeña cinturita o hasta un poco más abajo.
Subida a los árboles encontraba su hogar, siendo el alma del lugar y nunca se atrevía a bajar, pues ella sí era dueña del bosque, ella sí era dueña del caminar, ella sí sabía volar y llevar su imaginación al más allá...cuidando la naturaleza, cuidando su hogar.





jueves, 8 de noviembre de 2012

MI PRIMER SONETO (Torre de amor)

Cruz de alba con un tesoro escondido,
muéstranos tu caminar más secreto,
desvelándonos a lo prohibido;
un hallazgo lleno de sentimiento. 

Fantasías vividas sin sentido,
cuerpos unidos, en noche de encanto,
corazones bajo son de silbido,
silbido de amor acabado en llanto.

Enseña nuestro abrazo torre hallada,
haz memoria de aquel, nuestro gran sentir,
pues quiero verle de nuevo a mi vera.

Fundidos en beso de madrugada;
y sin embargo, mi error fue dejarle ir,
pues quiero ser suya la vida entera.




miércoles, 7 de noviembre de 2012

El agua junto al desamor

Observo en silencio, callada, casi sin aliento, cada gota de lluvia que en mi ventana se encuentra posada, dibujando formas que dejan lugar a volar mi imaginación.
Entre todas ellas, se encuentra un corazón incrustado en deseo, pues miles de gotitas lo rodean dando impresión de latir de fuego bañado en agua.
Un poco más arriba una rosa, parecida a aquella que me regalaste, encubierta en sueño, mi soñar corre hacia tu lado, imaginándote a mi vera, invitándome a amar.
Y entre unas y otras figuras, sombras que se tornan increíbles, que se vuelven fantasía y dan la bienvenida al amor.
Pero una gota cambia, y dirige su camino hacia el fin, pues se desliza rápidamente por el cristal queriendo desaparecer...coloco el dedo despacio para que no caiga del todo y destruya mi imaginar, pero ésta a pesar de que se para en seco, también queda destrozada en mi dedo, ofreciéndome humedad.
Decido juntar las manos y pedir un deseo que no me deja conciliar el sueño, pues si con estrellas fugaces que pasan rápido y desaparecen se pueden cumplir... ¿por qué no aquellas gotas que se caen y desaparecen en el suelo a nuestros pies?
Pero todo pasa, los rumores llegan y las dudas asoman y te dejan desvanecer, y las pequeñas gotas de agua salada se convierten en mar, y no sabes a qué dirección acudir, hacia qué lugar avanzar.
Y, de nuevo, vuelvo a mí, miro a mi alrededor, mi cama se encuentra desecha, la mesita de al lado de ella está repleta de ropa mojada, pues la noche anterior había llovido y yo no llevaba paraguas.
En la neblina besaba esos labios imaginarios que se hallaban frente a mí, a los que sentía tan cerca de mi ser y aquellos mismos que saboreaba siempre que podía...en mi pensar.
Labios que también llegaron a mi hogar y que, más tarde desaparecieron, dejando mi sentir a un lado, mi querer en llanto, mi volar aterrizando...y mi corazón en fracaso.
Y una simple gota de lluvia en mi ventana hizo recordarte, pensarte, admirarte...definitivamente quererte para siempre, para la eternidad...

martes, 6 de noviembre de 2012

No abrir mi corazón

No deseo abrir mi corazón por miedo a que, una vez más, como en tantas ocasiones, me hagan daño...y es que cada una de las cicatrices conforman una historia y en mi ser inunda el terror, pues hay arañazos recientes que con un simple roce, un mínimo síntoma de desamor, corren el riesgo de abrirse de nuevo y no volver jamás a cerrarse.
Pues en cada parche dibujado con algodones en cada recoveco de mi palpitar, existe un beso escondido, que, sin esperarlo, se volvió pesadilla, se tornó a engaño, y me llevó al fracaso.
Pues el desorden existente en el diario rojo de mi pecho, muestra cada abrazo que sin importancia quedó cuando me vi envuelta en desengaño.
Sin querer, cada vez existen más arrugas en mi ser, mostrando la experiencia del dolor, la experiencia del no querer.
Y es que tengo miedo, temor a perder.

La caja de colores

Abrí la caja de colores que llena de polvo estaba, sin vida alguna se encontraba, la cual hace tantos años eché al olvido, pues a mis 80 años de edad había perdido la memoria suficiente como para recordar viejos tiempos.
Pero, cuando mis nietos, esas personitas diminutas se dirigieron a mi persona, preguntándome que había estudiado, que había hecho de pequeña y que cuestiones me gustaban...decidí retroceder e investigando la encontré.
Esos lápices de colores fueron admirados por ellos, y a pesar de las miles de cuestiones que me lanzaron mientras pasaba con un paño mojado aquellos recuerdos para poder verlos mejor y que oliesen a pasado, yo me sumergí en el recuerdo y las memorias, de golpe, volvieron a mí.
Recordé cada uno de los dibujos realizados cuando joven era, lo que para mí aquellos colores habían significado y cada una de las personas con las que había compartido mi dibujar.
Entonces, orgullosa, les dije a mis nietos...simplemente, esto es lo que me define, esta caja de colores soy yo.

UN POCO DE CIENCIA FICCIÓN

Escaseaba el agua por todos lados, fue poco lo encontrado a mediados del 2012, hace ya casi 200 años.
Se puede decir que gracias a este poco de agua, la especie humana ha podido sobrevivir mucho más de lo esperado. Los mayas, efectivamente, sabían a la perfección que el fin del planeta tierra sería a finales de Diciembre del mismo año en el que encontraron esta sustancia tan necesaria aquí en Marte.
Lo increíble fue de la forma en la que todo sucedió, una forma que nadie lo esperaba y que, aún, años atrás, yo me cuestiono...Un grupo de científicos, cansados de tantas teorías acerca del fin del mundo, decidieron crear una especie de artilugio, parecidos a pequeños robots, planos y de forma circular, con una especie de ojo en la parte superior que sobresalía del conjunto plano, y que se encargaban de averiguar cada cosa que iba destruyendo nuestro planeta, intentando que éste fuese un poco mejor, para así, poder acabar con la teoría que tan atemorizados tenían a los seres humanos.
Tal fue la aceptación de estas pequeñas máquinas diseñadas para destruir todo mal que amenazase a la naturaleza, que todas las personas, cada uno de los habitantes de cada ciudad del mundo, deseaba con ansias ese pequeño pero tan magnífico robot, que los científicos, en un principio, se negaban a vender.
Se trataba de eliminar cada cuestión perjudicial que existiese en un hogar, desde alguna tubería rota hasta algo malo para la salud, entre otras.
Todo esto, comenzó a ir bastante bien, pero tanto a los científicos como a la gente corriente se les escapó algo fundamental, y es que estaban creados para la naturaleza. 
Debido al contacto entre máquinas que existían en los hogares, como ordenadores, dvd's, videoconsolas, cafeteras e inclusive el mini robot que tan genial era, empezaron a comportarse de forma extraña, haciendo tal presión que...sí, es lo que estáis pensando, un cortocircuito inmenso acabó con el planeta del agua, del aire, del sol...y la propia solución al desastre fue la verdadera causa del fin del mundo.
Los científicos y sus familias, cuando empezaron a apreciar los síntomas que estaban causando en la sociedad ese aparato inventado, fueron los únicos supervivientes, pues antes del desastre, volaron hacia aquí.
Yo soy una chica corriente, descendiente de ellos, y estoy escribiendo esta carta de los sucesos ocurridos en los últimos cinco años, para todos los que aquí viven y sean conscientes de los que se nos viene encima. Y es que, como dije al principio, el agua escasea y, nuevamente, científicos que ya nada tienen que ver con los anteriores han empezado una batalla de tecnologías, dando lugar a un ordenador que genera agua si le proporcionas ciertas partículas de oxígeno de una persona, algo de electricidad y una pequeña gota de agua.
He de decir que ha cundido el pánico en mí, puesto que parece ser soy la única, junto a mi familia, que poseo esta información acerca de lo ocurrido con el antiguo planeta en el que antes las personas vivíamos, y que ningún descendiente más sabe de su existencia. Gracias. Cristina.

Él miraba con intensidad este papel que había recibido de una muchacha cualquiera de la ciudad de Pantiux, capital de Orikus, Marte.
Y con sus piernas robóticas y cerebro de ordenador, se dirigió al presidente de aquella empresa, mostrándole la carta recibida.
Este señor había sido descendiente, al igual que ella, de aquellos científicos que destruyeron la Tierra y sería el único que le parase los pies a los que ahora querían destruir Marte con las nuevas tecnologías.
Se quedó perplejo, pues ese secreto no le interesaba que saliese a la luz, pues el pánico se apoderaría de todas las personas,  dando lugar al caos.
Rompió la carta, y los científicos siguieron con el proyecto, a los pocos meses un aparato que creaba agua se encontraba en cada hogar de Marte.
Ella veía atónita como su carta no había merecido la pena.
Una sorpresa salió para todos, cuando ya varios meses habían pasado desde que pusieron a la venta este artefacto, y fue que todos los demás aparatos electrónicos comenzaron a fallar debido a la falta de uso, volviéndose completamente locos y creando el terror.
Sólo el presidente de la empresa que, ante sus ojos observaba el fin de Marte, entendió la frase que esa muchacha había escrito en la carta meses antes...
La propia solución al desastre fue la verdadera causa del fin del mundo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Empezar de cero

Entre paredes blancas como el algodón y un pequeño sofá...se encuentra el muchacho sentado.
Pasan las horas y no se mueve del lugar, observa extrañado todo lo que cuelga de las paredes de esa habitación y se pregunta a sí mismo donde están esos juguetes de acción y muñecos de guerra que tanto, siempre le habían gustado...
Ya sólo quedaba a su vista fotos con personajes reconocidos con los que había entablado una gran amistad...amigos solía llamarlos o... colegas, dependiendo con la intensidad que los sintiese...a los más cercanos siempre hermanos, a los más alejados sólo compañeros...
Ya no había cómics de manga en sus estanterías, los había cambiado por revistas y algún que otro libro algo más extenso, enciclopedias, diccionarios...
Cuando ya un rato llevaba en el mismo sitio, pensando, imaginando, donde se había dejado su niñez, en que momento pasó de largo y el por qué no se dio cuenta de cuando ocurrió... levantó la vista...inhaló todo el aire que le permitieron sus pulmones y se fundieron en un leve suspiro...
Empezar de cero...

miércoles, 31 de octubre de 2012

Andada al recuerdo

Consistía en quedarse absolutamente quieta, sentada sin pensar en nada y comprobar si lo echaba de menos y si mi mente se dirigía a sus ojos cuando tranquila me encontraba.
con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en aquella pared sucia y destrozada, comenzaba mi andada al recuerdo.
En aquel recuerdo observé una figura a lo lejos, parecida a la de un muchacho alto y delgado...entonces, me asusté, y abrí con prisa los ojos...era exacto que aquella visión era de él...pero seguía con temor por verle y saber a ciencia cierta como reaccionaría mi corazón al encontrarme con su presencia en mi cabeza.
Mi orgullo me cegaba y mi indecisión unida al desengaño vivido me cohibía a continuar con el viaje.
Pero mis sentidos acabaron venciendo a todo ésto y mi cabeza, engañando a mi memoria siguió con la imagen mostrada con anterioridad.
Esa imagen venía avanzando y conforme se acercaba a mi persona se podía apreciar su sonrisa característica...y sus pestañas alargadas y ojos profundos se empezaron a clavar en mi ser.
Una vez más desperté, y mi ropa mojada estaba, eras las lágrimas que nuevamente caían a borbotones llegando al corazón y demostrando al mundo que un recuerdo es mucho más que una simple imagen... es todo un sentimiento.

domingo, 28 de octubre de 2012

Amigas para Siempre



Un muro frente a mí, lleno de pintadas, que no eran consideradas gamberradas, ya que se trataba de arte, de sentimientos, reflejaban diferentes experiencias y me invitaban a soñar.
Mientras escribía todo lo que aquello me transmitía, y ahí ya empezaba mi pasión por la escritura, por la lectura...por el poder expresar.
Observaba evadida cada línea realizada, los cascos y la música hacían mucho más fácil imaginar el porqué de las trazadas y que significaba cada dibujo. Se podía ver a color, una mujer desnuda, de espaldas y miraba de reojo a un muchacho sentado también sin ropa... ¿representaría amor? O... ¿todo lo contrario? 
Lo único que sabía con certeza es que no podía parar de mirarlo, y saber que era un sentimiento que jamás había experimentado, porque apenas contaba con 12 años de edad.

- ¿Quién soy?

Alguien me había tapado los ojos con sus manos regordetas y dedos pequeños, con un par de anillos a cada lado y de lejos pude escuchar esa típica pregunta cuando deseas sorprender a alguien.

- No sé, ¿Santa Claus?

Empezamos a reírnos a carcajadas como siempre hacíamos por cualquier tontería. Realizamos ese saludo típico y añadimos "Para toda la Vida".
Me acompañó a sentarse en el banco y me siguió en mi silencio, creo que no entendía muy bien lo que hacía, pero se limitó a colocarse sus auriculares, escuchar música y saborear una piruleta, mientras yo la miraba y pensaba... "Amigas para Siempre".




sábado, 27 de octubre de 2012

CUENTO (EL DERROCHADOR)

Se levantó bostezando, un día más se encontraba en la calle, pidiendo limosna. 
Tenía la ropa completamente sucia, y su pelo, había dado lugar a una especie de fregona, debido a la suciedad de la calle.
Miraba a un lado y a otro, siempre que podía, robaba dinero a esas personas que tenían compasión por él, sin saber, que este hombre, Octavio, que así se llamaba, después, lo gastaría en cosas sin sentido, y que no le servirían para sobrevivir.
Entre estas cosas, había revistas para entretenerse en su día a día, pero no se hallaba alimentos ni productos para asearse, que era lo que realmente necesitaba
Un buen día, se acercó a una tienda de animales, y con dinero que había conseguido en varias semanas, se compró un perro, sin saber, que éste le cambiaría su vida.
Este perro, al cual le puso de nombre Chuchi, no se trataba de un perro corriente, era de color grisáceo y tenía diversas manchas rondeándole sus cuatro patitas grises y en la frente, entre sus dos diminutas orejitas, tenía una mancha igual a las otras, sólo que en forma de estrella.
A los pocos días de estar en la calle, Chuchi se despertó de madrugada con frío, lamió el pie de Octavio que sin zapato lo tenía y pronunció...

- Eh tú, si tú....

Octavio observó extrañado y miraba en todos los sentidos para ver de dónde provenía la voz, hasta que se pudo dar cuenta de que era Chuchi quién se dirigía a él, pensando que se había vuelto completamente loco.

- El qué se tira desparramado todo el día sin hacer nada, sólo encargado de pedir y pedir, sin dar nada a cambio... ¿Quieres que me muera de frío y hambre?

El señor seguía sin creérselo, se frotaba los ojos con sus manos negras por la suciedad, no era posible que un perro hablase.

- ¿Qué pasa, te vas a quedar callado?

Al poco rato, cuando asumió que no era un sueño y que, verdaderamente no era fruto de su imaginación...

- ¿Qué pretendes que haga? No tengo dinero, y sin dinero no puedo hacer absolutamente nada.

Contestó Octavio, sin saber muy bien porqué daba explicaciones a un simple perro.

- No soy un simple perro - Contestó Chuchi, como si le hubiese leído el pensamiento. - Puedes ayudar a la gente, por ejemplo, a esas personas ancianas que entran en el mercado y no pueden cargar con sus bolsas, y que, a cambio, te ofrezcan algo de comer, para tí y para mí.

- Ya claro, y con estas pintas nadie va a querer ni siquiera que les ayude.

Chuchi observando que Octavio no tenía remedio, tuvo que pasar al segundo plan, que no tenía intención de mostrar a este hombre, que sin compasión, lo había sacado de la tienda de animales, en la que tan perfectamente se encontraba.

- Como veo que no tienes muchos ánimos por salir de la situación en la que estás, te voy a decir un secreto. Si pulsas la pequeña estrella que tengo por mancha en la frente conseguirás lo que deseas. Pero cuidado - avisó Chuchi - Si abusas de lo que te acabo de contar, acabarás mal, así que me harás caso en todo lo que te diga, y siempre, sin derrochar.

Octavio comenzó a reirse sin parar, no se creía nada de lo que estaba diciendo, pero por probar, pulsó la estrellita y...de pronto, una luz brillante salió de esa pequeña mancha, mostrando un objeto, dándole forma de cartera.
Chuchi, corriendo, la cogió con su boca, antes de que Octavio, con impaciencia, se abalanzase hacia ella, esperando encontrar dinero.

- No es una cartera cualquiera - Dijo sonriente Chuchi, pasando el objeto a sus patas. - Se trata de una cartera mágica, la cual abres y no hay nada, la cual cierras, pides una cierta cantidad de dinero, y al abrirla de nuevo, ahí está lo que pedías.

Octavio tenía los ojos como platos y entre tartamudeo dijo...

- ¿Me dejas probar?

Chuchi se lo pensó dos veces, pero al final accedió.
El hombre abrió la cartera, hizo el proceso que antes había mencionado su perrito, y dijo, deseo 100 euros...y volvió a cerrar.

- Pero... ¿Para qué quieres tanto dinero?, sabía que no debería haberte comentado esto - Dijo Chuchi asustado.

Abrió la cartera y ahí estaban, 100 euros, nuevos, sin usar, para él...a  Octavio se le hizo la boca agua, pero antes siquiera que hiciera ademán de levantarse, Chuchi lo interrumpió.

- Quedamos en que me harías caso, así que, dame la cartera y haremos lo que yo diga. Con estos 100 euros compra algo de ropa, vete a un hotel a asearte, y por último por un cartel en el que pongas que ayudas a las personas a cambio de comida - Mencionó Chuchi decidido.

Octavio se quedó callado, observó la cartera que poseía en sus manos, miró al perro que hacía unos momentos le había dado la llave de la felicidad y se giró sin hacer caso a lo que Chuchi comentó.
Chuchi se quedó perplejo, no se lo podía creer, y sabiendo cual sería el futuro de Octavio, a voces dijo...

- Te lo advierto, y quién avisa no es traidor. Esa cartera llegará un momento en el que no te haga caso como derroches el dinero, así que, si no quieres mi compañía, al menos, haz caso a estas palabras...siempre, sin derrochar.

Octavio hizo poco caso a las últimas palabras de éste y se puso en marcha, por supuesto le haría caso, se compraría ropa, la más cara que encontrase, y también se dirigiría a un hotel en busca de aseo.
Cuando ya hubo concluido esta tarea, ni por asomo, colocaría un cartel.
Cogió su cartera, y esta vez, pidió 200 euros, con los cuales alquiló una limusina con chófer para dirigirse a la mejor inmobiliaria que hubiese en la ciudad.
Una vez que llegó al lugar del destino, observó las casas que estaban en venta, y aquella que tenía piscina y tres plantas, fue la que decidió comprar.

- Perdone señor, ¿cuánto pide por esta casa?

El señor de la inmobiliaria miró de arriba hacia abajo a este hombre, vio que iba en traje de chaqueta, tenía la barba recortada y un pelo corto y repeinado.

- Esta casa es de las más caras, cuesta 200.000 euros.

Octavio concluyó la charla diciendo...

- He de hablarlo con mi familia, ahora regreso - mintió descaradamente.

Se dirigió a la puerta, cogió su preciada cartera y dijo...deseo 500.000 euros. Con su tal cantidad de dinero en la mano, volvió a entrar, se sentó en aquella silla y ofreció todo el dinero en metálico...ya tenía casa.
Miles de cosas como estas siguió haciendo...contratar a sirvientas que limpiasen, ir de viaje, visitar los restaurantes más caros...y siempre diciendo entre dientes...

- Vaya vaya con Chuchi, al final era mentira lo que me dijo la última vez que nos vimos, el dinero nunca se acaba, tengo la felicidad completa. Estoy seguro de que lo único que quería era que lo compartiese con él.

Un día cualquiera, sonó el timbre de esa inmensa casa, con la poca sorpresa de que era un niño pequeño casi desnudo, y muy delgado.
El niño entre llantos dijo...

- Por favor señor, usted que tiene tanto dinero, dame algo de comer, lo que sea...

Sin abrirle la puerta y mirando por el telefonillo, contestó severo que no le interesaba y que no le iba a dar nada.
El niño se fue.
En el mismo día, poco después, sonó de nuevo el timbre, esta vez con más intensidad y al asomarse, se trataba de un hombre de buena familia que había llegado a la ciudad y deseaba encontrar una dirección.
De la misma forma que echó al niño, echó al hombre.
Cuando ya estaba muy entrada la tarde, una vez más, llamaron a la puerta...
Esta vez no se trataba ni de un niño indefenso, ni de un hombre perdido, sino de una bella mujer entrada en años que deseaba asilo, ya que estaba a punto de llover y no tenía donde quedarse.
Cansado ya de tantas visitas indeseadas, salió a la explanada donde tenía la piscina y dijo a voces...

- Cartera, quiero todo el dinero del mundo para estar completamente solo en el planeta, sin nadie que me moleste...yo sólo, absolutamente sólo.

Abrió la cartera, una luz anaranjada salió de ella cegándolo completamente, y cuando despertó, no halló nada, sólo había oscuridad a su alrededor, no había ni casa, ni piscina, ni nadie.
Echó a llorar...

- ¿Por qué, yo no quería esto? - Decía lamentándose de lo que había pedido.

De nuevo, otra luz, esta vez de color azul, que dio paso a Chuchi que conforme iba avanzando entre nubes también azules, se pudo apreciar que se convirtió en un hombre.

- No soy un hombre cualquiera, soy un ángel. Quise ofrecerte ayuda y no la supiste aprovechar. Te acerqué a tres personas que necesitaban tu ayuda para que te dieses cuenta de que antes estabas como ellos y así poder perdonarte por todo lo que habías derrochado, pero aún así, los echaste de tu casa, y la avaricia acabó rompiendo el saco. Ahora, por todo lo que has hecho, te encargarás de ayudar a los demás.

Sin esperarlo, Chuchi cogió su cartera, y la puso en la frente de Octavio, convirtiéndolo en perro.
Ahora se encontraría en una tienda de animales con una mancha en forma de estrella en la frente que escondía una cartera mágica, esperando a que alguien lo cogiese, para así ayudarlo en la búsqueda de la felicidad, en la cual encontraría la suya propia...y claro está, siempre sin derrochar.


FIN.




lunes, 22 de octubre de 2012

Hadas


Avanzaba decidida con esos tacones de esparto por una gran avenida, calle abajo, divisando todos los comercios que se iba encontrando a su paso.
Algo en ella era especial, tras esos pies hermosos, le seguían unas largas y finas piernas, que hasta dificultad encontraba al andar, puesto que cada vez le temblaban más al caminar por las piedras que había en el camino.
Un poco más arriba de las rodillas empezaba una falda con un estilo extraño al de los demás, pues ella no iba a la moda, era de color morado y llegaba hasta debajo de los pechos, también igual de pequeños que las piernas, cubiertos por un corpiño de hadas.
Sus brazos eran alargados, tanto que casi rozaban el suelo, pero los llevaba cruzados, sosteniendo un gran bolso lleno de magia.
¿Su cara?, estaba siendo alumbrada por el deslumbrante sol que protegía la ciudad, tenía los ojos enormes y eran de un color violáceo, se podía observar unos enormes coloretes de color rosado en sus mofletes y unos dientes rectilíneos.
Escuchó de lejos el sonido de los pájaros, pues en ese momento paseaba por un lugar lleno de césped y por su pelo rubio que a su trasero llegaba asomó su oreja, picuda, moviéndose nerviosa  queriendo saber donde se encontraba el ruido.
Y por último, en su espalda se podía ver como resaltaban todos y cada uno de sus huesos y justo en medio, dos finas líneas de un color verdoso que, rápido, una vez que estaba sola, se pudo comprobar lo que era...su alas que le permitían volar lejos...porque las hadas no sólo existen en los cuentos.






Añoranza


Caminaba despacio por la calle, divisaba todo a su alrededor y con cada gota de agua que caía en la mañana se entretenía y le inventaba una historia, puesto que le caracterizaba su locura.
Sostenía en sus manos un lápiz y una libreta en la que escribía sus sueños, en la que imaginaba cómo llegar lejos, como despegar del mundo en el que se hallaba.
El parque infantil le daba inspiración, pues su impaciencia se parecía a la de los niños, pero aún así no se atrevía a sentarse en uno de sus bancos a escribir, debido a su timidez, inseguridad ante aquellas personitas diminutas que se entretendrían en juzgarle señalando con el dedo lo que estaba haciendo.
Seguía avanzando con paso dubitativo y a lo lejos, en el cielo, podía empezar a divisar el arcoíris que se había ido formando, debido al contraste entre sol y lluvia, y lo que era ansiedad dio paso a una tranquilidad impropia de él.
Se sentía cómodo esa mañana, algo le llenaba de vitalidad al pasear entre bares que siempre había visitado y ver como nada habían cambiado desde su partida y simpático saludaba a un lado y a otro a esas personas que hacía tanto tiempo que no veía.
Decidió sentarse justo en el centro de aquella fuente ya seca, sin vida y prosiguió soñando, sus ojos, sin esperarlo, se llenaron de lágrimas y así acompañó a aquellas gotas de lluvia que de nuevo empezaron a caer, y todo a su alrededor se convirtió en un mar salado.
Observó las palmeras con las que de niño, en toda ocasión, había jugado y su sensibilidad, una vez más, dio pie a un sollozo que representó, sin ninguna duda, su añoranza hacia el lugar, que le recordó a su despedida y por tanto, a su adiós a todo lo vivido allí.




domingo, 21 de octubre de 2012

Para la eternidad

Observé mis manos, esas que millones de veces rozaron tu piel, que sintieron tu cuerpo una y otra vez, imposibles de contar, ya que los números pierden sentido en el querer, se encuentran perdidos en el amar.
La línea curva de mi cuerpo aún dibuja tu deseo, aún refleja tu ser...todavía sigue grabada tu presencia en mi piel.
Por último rebusqué dentro de mi corazón... y ahí encontré el cachito que tú me dejaste del tuyo y decidí guardarlo para la eternidad.

viernes, 19 de octubre de 2012

Esclava


Observó su figura perfecta, aunque últimamente demasiado delgada, llena de caricias que causaban moratones, y en su mente atormentó una negrura inmensa, parecida al color de la soledad, al color de sus cabellos cortos y rizados y al de sus ojos profundos, inundados en tristeza.
Su cara aterciopelada había dado paso a la rudeza, a la madurez algo incierta, dando pie a seguir.
Quitándose el carmín rojo de sus gruesos labios y el rimel de sus luceros pequeños pero atractivos y con enormes pestañas alargadas, se miró a sí misma, observó su forma de vestir, contemplándola detenidamente, despacio, con cautela, comparándola con la que antes usaba...jerseys de lana y vaqueros de última moda habían sido desechados, dando paso a minifaldas, tangas y algún que otro top que casi parecía ropa interior y que la lucía por las esquinas, por la calle sin luz, sin farolas...sólo la noche y los coches veía pasar.
Ya no poseía piel de niña rosada, ahora tenía una piel quemada por las horas pasadas al sol en las aceras, esperando algún motor sonar.
Ya no la llamaban princesa, ahora era sólo una simple esclava, esa piel ya había sido poseída por muchos hombres, muchas manos y a cambio, dinero, mucho dinero.
Sus pies llenos de callos por los continuos tacones de color chillón que siempre llevaba, y sus manos con dedos largos y finos tenían cicatrices por los lugares que frecuentaba, en ocasiones buenos hoteles, y otras tantas en campo o ciudad a las afueras.
Su vida era rutina inesperada y su calma jamás llegaba... ahora siempre sería mujer de nadie, amante de muchos, pero niña del viento, de las calles y del sueño.





miércoles, 17 de octubre de 2012

Pensamiento del mar...

Vistazo al horizonte, tranquilidad inunda mi ser envolviéndome en una calmada sitonía con olor a sal que me lleva al pasado, que se funde con la melodía de las olas, formando una única canción caracterizada por el sosiego que ofrecen las gaviotas, y que a su misma vez concuerda con la paz de mi voz, recordándome a cada momento la calma vivida en este instante sumergida en arena, sumergida en sueño.


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lunes, 15 de octubre de 2012

¿Qué pasó?

¿Qué pasó destino? 
Si yo a él lo quería por siempre a mi vera...
¿Qué bache se interpuso?
Si el amor que sentía hacia él, era y sigue siendo tan intenso...
¿Quién llamó a su puerta?
Si yo siempre era la primera en llamar a la puerta de su corazón...
O... ¿Es que alguien se me adelantó?
¿Se adelantó en el momento en el que yo me descuidé un poco y fallé?
¿En qué instante la otra persona entró en su ser echándome a mí de sus entrañas?
¿En qué milésima de segundo dejé de pertenecer a sus pensamientos?
¿Cuándo se olvidó de mi piel?
¿Que pasó destino?
Que ahora se encuentra a su vera otra persona y yo nunca jamás...lo pensaré...

jueves, 11 de octubre de 2012

No existen los príncipes azules

Ella iba sola, andaba por las calles y canturreaba alguna que otra canción antigua que se le venía a la mente, la caracterizaba su inocencia pues 18 años tenía, y aún le quedaba mucho por vivir...una vida que tendrá baches, victorias y despedidas.
Pero pronto pasa, ocurre que se encuentra a ese él, que con tan sólo un guiño de ojo la cautiva, y ella tímida, le sonríe, ella cree en los príncipes azules, en los cuentos de hadas y en los finales felices de las películas que tan sólo duran dos horas.
Ella no sabe del fracaso, su mayor problema siempre ha sido estudiar y cuidar a sus amigos de toda la vida.
Y entonces quedan, pasean despacio y siguen mirándose, intercambian gestos y aunque siguen viendo en sus ojos el brillo del mar, el brillo que le ciega y le hace observar cosas que no son, él es más mayor, él ya sabe de la vida, del amor y del desamor, él ya ha experimentado el sabor del querer y también el del dañar.
Pero él  está impresionado de su belleza, sólo desea pasar un rato con ella, solo quiere jugar, soñar...
Primera cita perfecta, primer beso encantado, mariposas en el estómago de ella, sólo fluir y pasarlo bien en la cabeza de él.
Más quedadas, más encuentros y por fin cuerpos que se unen, ella está en un sueño del cual no desea despertar, piensa en un futuro juntos, quiere continuar...
Pero el tiempo pasa y el sigue igual, ella ya ha perdido la ilusión, la esperanza, no quiere volverse a enamorar, ya su cara está bañada de lágrimas que muy difícilmente se llegarán a secar.
Ahora comprende  que no, que tan sólo existen sapos, que los príncipes de los cuentos no existen, y que jamás querrá volverse a enamorar...que ya le han hecho daño y que jamás volverá a confiar, para ganarse su amor...tendrán que demostrarle mucho más.




La lluvia


Llueve, las nubes forman un color algo extraño, se mezcla el color rosado con un gris que recuerda a tristeza, a penumbra…pero aún así, paisaje hermoso se puede observar.
Cada gota de lluvia conlleva una sintonía, cada una tiene una palabra que decir, y otras tantas historias que contar...
Los pájaros vuelan bajo ellas, asustados intentan esconderse en algún tejado, o en algún árbol al que no llegue mucho el agua.
La lluvia hace pensar, te acuerdas del pasado, reflexionas sobre el presente para poder mejorar así en un futuro no tan lejano, que se encuentra entre baches a la vuelta de la esquina, que se ve en el alma la cual se convierte en beso.
Cada sonido que hacen al caer muestra un sentimiento, una caricia que te recuerda a un momento determinado, una charla que te hace pensar sobre lo ocurrido y un tiempo que has perdido haciendo algo que no valía la pena...simplemente...recuerdos.
Y sigues embobada, mirando a la nada, mirando hacia fuera, fluyendo dentro de ti el olor a mojado, el olor de la lluvia...

lunes, 8 de octubre de 2012

Vuelta a la realidad

Paseas por la calle, escuchando la música del móvil a toda voz, evadida del mundo, de los ruidos de los coches, de las pisadas de la gente que pasa a tu lado, de las peleas que se oyen de fondo, adentrada en el propio sueño.
Entretenida en imaginar aquello que deseas que ocurriese, aquellas historias inventadas por tu cabeza que son las que te hacen pensar, luego, más tarde, que estás algo chiflada.
Vas dando pasos en falso, ya que la música hace que las pisadas sean más fuertes o más suaves dependiendo de su tonalidad...y pensando que así llegarás antes, aunque realmente deseas seguir escuchando música, no regresar a la normalidad, no encontrar la calma una vez más.
Te tropiezas con niños pequeños que juegan al escondite, al pillar o simplemente van en patín, deseando hacer locuras, divertirse como niños que son, también ves algún que otro animal abandonado, y te percatas de vez en cuando de algún muchacho guapo que anda también despistado.
Y entonces cruzas, los últimos pasos hasta llegar al lugar del destino y aminoras el caminar,  ya que deseas seguir imaginando...llegas al portal, coges la llave, abres la puerta y otra vez, ya definitivamente, de vuelta a la realidad.

Dueña


Yo no soy dueña de mi futuro, sólo el destino es el encargado de guiar mis pasos en el tiempo, el encargado en mostrarme lugares que antes no conocía, encargado de conocer mi día a día, el encargado de demostrar a quien ofrecer mi confianza y a quien no darle la mano jamás.
Yo no soy dueña del qué dirán, sólo las personas serán las que se encarguen de juzgarme, de orientarme y en alguna que otra ocasión convencerme para que no continúe por el camino equivocado, aunque realmente sea ese el que debería coger por fuerza de querer.
Yo no soy dueña del amor, sólo Cupido será el encargado de flecharme, aunque no envíe su flecha de amor en el sentido indicado, aunque siempre esté ese no te quiero tan indeseado que esperamos no escuchar nunca hacia nuestra persona.
Yo no soy dueña del sentir, sólo las experiencias son las únicas capaces de demostrar lo que sentimos, de anhelar lo que soñamos, de obviar lo inesperado.
Yo no soy dueña de la libertad, sólo el poder propio te dirá lo que puedes alcanzar, lo que debes realizar, lo que tu conciencia desea pronunciar.
Yo no soy dueña de tus pasos, tú solo debes guiarte el camino que quieres seguir, aunque nuevamente el destino se encuentre en tu camino, se encuentre en tu andar, deseando torcerlo.
Pero soy dueña de mí, soy dueña de mi cuerpo, soy dueña de mi silencio, soy dueña de lo que me rodea, soy dueña de lo que quiero llegar a ser, de lo que deseo conseguir cuando pase el tiempo, aunque en mi sendero se interpongan fallos que deba esquivar a base de esfuerzo, a base de constancia, sólo con fuerza de voluntad.
Sólo yo sé lo que quiero ser, sólo yo sé lo que debo hacer...y el destino aunque me tenga preparado baches, no hará que retroceda de mi futuro, de mi deber, de mi sueño...jamás.

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miércoles, 3 de octubre de 2012

Quisiera

- Quisiera ser un pájaro...
- ¿Un pájaro?
- Sí, un pájaro, para volar lejos, desaparecer, visitar lugares donde la gente no me conozca, conocer el color de las nubes cuando disimuladas pasan por alguna ciudad, llorar con éstas mismas cuando se encuentren tristes, con un color gris casi negro, hablar con los rayos y andar junto a la tormenta...donde se escuche el soñar, imaginar...
- Quisiera ser un pez....
- ¿Un pez?
- Sí, para nadar por el océano azul, visitar a los delfines y hacerme amiga de los tiburones, mientras las algas me hacen cosquillas en las aletas, ver a los caballitos de mar unidos de tal forma, que hasta envidia dan, ya que ellos sí entienden el significado del amor...codearme con las sirenas, poder subir a alta mar y ver las gaviotas que por allí vuelan buscando alimento...
- Quisiera jugar contigo...
- ¿Conmigo? ¿Qué clase de juego?
- Al juego del amor, al juego de dejarse llevar, al juego de sentir, al de imaginar...al juego de estar juntos por siempre, que cojas mi mano de tal forma que no tengas ganas de soltarla jamás...al juego de soñar, soñar en compañía, soñar que somos el uno del otro y que lo nuestro no acabará...al juego más complejo y a la vez más simple que existe...porque el amor es complejo cuando el otro no quiera jugar, pero cuando ambas almas se unen en una sola, en un mismo sentimiento, en un mismo juego...entonces el amor es la cosa más simple que existe.

Desgastar los zapatos

El tiempo pasa y las suelas de mis zapatos se van desgatando en el camino ya, hasta ahora recorrido desde que mis pies se posaron en este mundo.
Los dedos arden debido a la larga caminata, han vivido lluvias, sequías, granizadas y despedidas. Además de ilusiones, inundaciones y paradas.
Pero en el sendero necesito hacer un descanso, porque hay momentos en los que me encuentro hundida, en un lugar parecido a un pozo sin fondo, a un sitio oscuro muy semejante a la soledad.
En ese descanso, en esa desilusión tengo los ojos cerrados, y aún más oscuro se hace el lugar, debido que ni los luceros propios alumbran el sitio...y de pronto, un respingo, algo me toca el hombro, y abro los ojos, ambos llorisquean por el cansancio, pero cerca está esa mano amiga que hace que todo cambie...que te ayude a continuar, que te de un trago de agua y te de esos ánimos que tanto necesitabas y así proseguir en el sendero de la vida y seguir desgastando esos zapatos.


¿Sentiste?

¿Sentiste como te agarré con fuerza la mano?
¿Sentiste en ese momento como mi corazón se iba con tu partida?
¿Sentiste como poco a poco mi alma se marchaba a tu lado, escapada en un suspiro cuando definitivamente te despediste de un "nosotros" con un simple "adiós"?
No hace falta que respondas, ya sé que sí, sabías con exactitud, con toda claridad que te amaba, que haría lo que fuera por estar a tu lado, incluso humillarme, arrastrarme hacia ti, como en muchas ocasiones ya había hecho.
Y eso, exactamente eso, fue lo que recibí de ti, contuviste la sonrisa, porque realmente no sentías nada, ni siquiera un pequeño nudo en la garganta por verme llorar, por verme derramar todos los sentimientos que tenía hacia ti que se escapaban con las lágrimas.
¿Mi reacción? Verte marchar, no ser capaz de moverme del lugar, no tener la voluntad para abrazarte de tal forma que te transmitiese mi dolor, mi fracaso en el amor, que sintieses como en esos momentos me sentía yo.
Muchos recuerdos guardados bajo llave dentro de mí, cerrados para siempre, como si mi cerebro se tratase de un cofre de madera en el cual se guardan las joyas más valiosas, y mi corazón como un puño cerrado, imposible de abrirse para recoger un "te quiero", para recoger amor.
Manos temblorosas, frías...ya que no llega el calor suficiente del cuerpo, porque éste se quedó vacío, sin vida, porque al fin y el cabo si el que considerabas el amor de tu vida...se va...¿qué te queda por vivir?
Por ello, no creer en el amor, por ello...no sentir.





domingo, 30 de septiembre de 2012

Y no hacerle daño

Observar detenidamente la ventana, pensar eso que llevas planeando decir hace ya una semana y que tu cabeza desea liberar pero el corazón impide pronunciar por miedo, siempre por temor a lo inesperado, al no saber, miedo a amar.
Fuera llueve, todo es melancolía, todo desesperación, pero en parte, la tempestad ayuda a despejar, a saber realmente lo que necesitas, verdaderamente lo que quieres, asegurar lo que añoras.
Ser consciente realmente de que lo que en estos instantes hallas, no es aquello que esperabas con inquietud, lo que necesitabas con ansiedad.
Y a pesar de lo que tu interior siente, saber que lo tiene todo, pero no todo lo que te llena, porque otro amor lo destruyó, y ya no puedes sentir, apreciar lo mismo, ya no quieres volar al lado de alguien...sólo deseas libertad.
Saber que esa persona te quiere a ti, que en las noches sueña tenerte entre sus brazos y en el día te piensa a todas horas y en todo momento...pero siempre está ese algo en tu interior que pide un "stop", un "no es el momento adecuado, no estoy preparada".
No saber como explicarle, ni entender como es tan difícil comentar que no sientes lo que esperabas, pero que necesitas su amistad, su cariño...pero...sin quererlo...no su amor, no su compañía en pareja.
Y entonces entender realmente que te ocurre, mirar alrededor, abrazar fuertemente la almohada y decir profundamente...no quiero hacerle daño.


martes, 25 de septiembre de 2012

Y...soñar

Alguna vez, observando el mar, quizás, te percates como el cielo se diferencia de éste, dejando un color poco uniforme, mostrando una línea perfectamente recta entre ambos, pareciendo en la distancia que cuando aquel barco, aquel enorme crucero llegue a esa línea recta, descenderá y ya no habrá más agua por la cual continuar.
A través del cual casi en la distancia puedes tocar el cielo con la yema de los dedos, y nadar por el mar profundo hasta casi desaparecer, está claro, desaparecer por unos instantes, que nadie te encuentre, que nadie te busque, sólo descansar.
Respirar el aire fresco que se encuentra alrededor, las casas alumbradas por el sol intenso, que a pesar de que algunas de ellas sean antiguas les da un aire a paraíso, a un aroma veraniego.
Y observando detenidamente, recuerdos...el propio pasado se funde con el presente en tan solo un chasquido de dedos, en tan solo una mirada al horizonte, en un simple vistazo de nostalgia.
Cierras los ojos, escuchas los barcos que se dirigen a la mar, y te inunda la tranquilidad, el deseo...sientes ganas de volar, tienes ansias en despegar, quieres viajar...
Sentimientos se mezclan observando el paisaje, oliendo la sal procedente del agua, pensamientos que llegan y van, que aparecen y se pierden en un abrir y cerrar de ojos...gaviotas volando que se posan en el tejado, a un palmo del balcón en el que te encuentras, e intentas alzar el brazo y alcanzarlas, pero en el fondo sólo hay un deseo de despegar, de acompañarlas en su vuelo y... soñar.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Una noche de amor


Susúrrame, susúrrame bajito, lento, despacio...para que las hojas que movidas por el viento fuerte son, te oigan, y hagan sintonía con tu voz, fundiéndose los sonidos de la naturaleza con tu ser.
Hazlo con suavidad, con ternura, pues mis oídos necesitan deleitarse con tu belleza, aunque a oscuras se encuentre la habitación, y no sepa a ciencia cierta que aspecto tiene hoy tu rostro.
Utiliza la sabiduría para conocer que palabras usar, que letras decir a mi persona que lleguen hondo, dentro de mí, que sean aquellas mismas que realmente sientas, y no sea sólo fruto de mi imaginación lo que creo que piensas de mí, de nosotros, de nuestra historia.
Usa la música que tus labios pronuncian cada vez que se mueven para soltar algo que estás a punto de nombrar, y acorde con los silbidos de los niños que se encuentran en la calle a altas horas de la madrugada, jugando sin querer volver a sus casas a dormir...realiza un pentagrama con aquellas notas y claves que se mezclan mientras tu sigues hablándome, diciéndome que estás ahí.
A la vez que me cuentas ese secreto tan esperado por mí, acaríciame la cara, y rodea con tus brazos mi cintura, así, de esa forma estaré segura, pues sabré que te encuentras ahí, abrazándome, sólo para mí...mientras mis manos se juntan con las tuyas, entrelazando mis dedos finos, largos, con los tuyos gruesos pero igual de extensos, y sintiendo tu piel, esas venas señaladas en tus brazos, y el calor de tu cuerpo pegado al mío, con suavidad, con delicadeza, con amor.
Y entonces la habitación se vuelve cielo, con sus miles de estrellas alrededor, alumbrando nuestro nido de amor, formando un corazón alrededor de nuestros sentidos, de tal forma que hagan el efecto de una pared, y así de esta forma, que ya sólo se escuchen tus palabras, ya no se oigan ruidos de la calle, ya no realicen composiciones entre ellos...ya sólo se encuentra tu eco, tus caricias, tus suspiros junto a los míos...y los cuerpos entrelazados, ya no queda nada más, ya lo tenemos todo, tú y yo.
Y ya cansado de contagiarme tu felicidad, de mostrarme tus sentimientos, al final, sólo al final, en el último momento lo haces, dices aquello que estaba esperando escuchar toda la noche, después de haber fundido nuestras almas, juntado nuestros corazones, mezclados nuestros besos, uniendo nuestras fantasías y pasiones...lo pronuncias...al final...te amo.





lunes, 17 de septiembre de 2012

Rompiendo tu corazón

Y entonces ocurre...y nuevamente las miradas se cruzan, y te alegras, y saludas...sonrisas por el reencuentro, vistazos de arriba hacia abajo para observar los cambios, las diferencias...y recuerdas...recuerdas todo lo vivido, cada cosa insignificante, cada día pasado juntos...y a su lado, ella.
Comparas su sonrisa con la tuya, sus dientes rectilíneos con los tuyos propios, sus ojos como la arena se funden en un "hola" con los tuyos empapados en agua...desvías la mirada y sólo él...
Entonces es cuando reconoces los sentimientos...rencor, rabia y dolor...
Rencor por lo ocurrido en el pasado que no te dejó descubrir una parte de él...
Rabia por no poder compartir tu presente con su compañía...
Y dolor por pensar y saber que un futuro no se hallará...y que sólo será encontrado por casualidad, como hasta ahora....a ese chico que robó tu niñez, ese chico al que te entregaste sin más, sin pensar en las consecuencias...sin pensar en nada, sólo en su imagen, sólo en su hermosura...pero resulta que a veces la belleza no lo es todo...y el error se encuentra dentro...rompiendo corazones...rompiendo tu corazón.

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sábado, 15 de septiembre de 2012

Dos mundos

Casa antigua, mesas decoradas con un cierto aire al siglo pasado, todas llenas de polvo, con detalles de porcelana encima de éstas, también igual de sucias.
Pasillos oscuros, fantasmales, espejos enormes, en los cuales no se distingue bien la figura, recubiertos de arena, llenos de recuerdos.
Habitaciones siniestras, camas demasiado grandes sin hacer, con un aire a ser destrozadas por una princesa que a solas la noche pasó con el príncipe de sus sueños, pero igual...castillo infernal parece, sólo falta el dragón malvado que protege y guarda el lugar.
Jardines enormes rodean el palacio, llenos de flores rojas, que huelen a fracaso, marchitas se encuentran, sin vida, sin hogar...sin dueño.
Todo negro, no hay color... no hay sendero, todo cenizas que creó el fuego, o que más bien, creó el tiempo, el pasar de los años, fotos quemadas debido al desengaño.
Cuadros dibujados por algún pintor desconocido, creando retratos de familiares perdidos...que no se sabe nada de ellos... que ni el polvo les hace recuerdo.
Baños desorientados, sucios...parecen no ser usados desde hace años...y por último, el patio final... Sí, el patio final, allí las tumbas se encuentran, lápidas con nombres grabados en su parte frontal, que dicen "vuestra familia os quiere y recuerda"...hasta que la descendencia acaba, o simplemente se marcha a vivir a la ciudad...ya que el campo atormenta, da vida a sombras siniestras, a espíritus encantados y a algún que otro ser maligno...y por ello...he decidido regresar.
Observar el por qué mis antepasados se marcharon de allí, de aquel lugar tan magnífico...donde poder perderse...donde poder imaginar, en el cual poder soñar...alejarse de la realidad y adentrarse en un verdadero cuento de hadas, donde sólo yo soy la protagonista y acariciar las nubes, y revivir el bosque y crear algodones de colores donde poder descansar...todo un libro lleno de fantasía.
Y entonces despertar...y ver realmente donde vives y donde pasarás el resto de tus días...una casa pequeña, perfectamente colocada, increíblemente limpia...habitaciones pequeñas, con camas chicas, ordenadas...cubiertas de ensueño... espacios diferentes, distintos mundos pero un sólo cuerpo, el mío... 
Casas grandes y fantásticas en mi propio mundo de los sueños... casas pequeñas y normales en el mundo real...y dos mundos que los siento míos... y dos mundos de los cuales no aterrizar.

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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Como un secreto

- Hoy estaremos solos.
- ¿Solos otra vez, y tus amigos?
Eso es lo que han pronunciado mis labios, porque claro, siempre era lo mismo, me gustaba estar con él, compartirlo absolutamente todo y jugar al amor cada vez que nos veíamos, pero...me empezaba a cansar, quería conocer a su gente, a sus colegas...a sus amigos, quería observar las personas con las que se rodeaba, aquellas que formaban su círculo...aquellos a quienes quería.
- No, hoy tampoco pueden.
- Ahh, yo pensaba que hoy cenaríamos juntos...¿cuándo me los vas a presentar?
Parecía impaciente y nervioso cuando le hablaba de eso, él no paraba de contarme anécdotas vividas con ellos, pero a la hora de presentármelos, siempre y en toda ocasión tenía una excusa... y yo empezaba a estar un poco harta de eso.
- Te los presentaré algún día, además ¿que más da?, ¿estás conmigo no? Es lo importante.
- Ya...claro, tienes razón.
Aunque mis palabras parecían conformarse con lo que me había contestado, realmente no lo estaba. 
Comenzaba a estar insegura de nuestra relación, no quería adentrarme en su entorno, y eso me asustaba...a pesar de que iba pasando el tiempo, él seguía quedando a solas conmigo, sin dejar, siquiera por asomo, que sus amigos viniesen con nosotros...monotonía por todos lados...parece que me escondía, y tampoco tenía alguna intención en acercarse a las personas que me rodeaban en mi día a día.
Pero armada de valor le pregunté...
- ¿Le has hablado a tus amigos de mí? 
Lo miraba detenidamente, estaba segura de que mencionaría un "sí", ya que confiaba en que realmente me quería.
- No, aún no.
¿Aún no?, mis ojos se pusieron como platos, me dolió el pecho... ¿cómo puede ser?, llevábamos juntos ya casi seis meses.
Entonces mis ojos se cerraron, cayeron dos diminutas lágrimas que pronto me quité con la mano que me quedaba libre, ya que con la otra seguía agarrada de su mano, y continuábamos andando por el camino, hacia donde siempre...y comprendí lo que antes no rozaba ni a entender, que sólo era un secreto para él...como un secreto el cual jamás desvelaría. Y a pesar de eso, continuaba con los dedos entrelazados en los de él... la persona que más había querido en mi vida... y la cual me guardaba como un auténtico secreto.







martes, 11 de septiembre de 2012

Con ganas de más


Alzo la vista al horizonte mientras me encuentro sentada, con las piernas cruzadas en la arena de la playa y entre mis manos una carta…recuerdos.
Mis ojos empiezan a hablar, y gotita a gotita muestran que te echan de menos…tu risa, tu soñar…tu forma de ser.
Sin esperarlo, la carta comienza a mancharse de diminutas gotas de agua salada, las lágrimas, y las letras que en ella hay, son testigos de que aún no te he olvidado.
En el fondo, una sonrisa, la mía…a pesar de los malos ratos por el olvido, sigue apareciendo risa en mi rostro, marcando las comisuras de mis labios, quizá fue porque lo sucedido mereció la pena…y ¿entonces? ¿por qué llorar?
No fue por lo que sucedió, sólo que... fue poco el tiempo que me regalaste… y me quedé con ganas de más, con ganas de ti.

 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Y sólo al final, te das cuenta.

Y la abrazas con fuerza...para que no se vaya de tu vera, para que esté a tu lado eternamente, pero el corazón tiene alas, es independiente al cuerpo y si éste no quiere quedarse, no merece la pena...pero la mantienes atada a tu cuerpo, a tus besos... pero ella no siente nada, ni siquiera muestra repudio, ni desprecio...simplemente ignorancia.
Entonces ahora eres tú el que llora, ahora eres el que vocifera en la calle, desesperado, porque sabes que aunque esté amarrada a ti, realmente no te quiere, porque ya es demasiado tarde...porque por fin, ella ha decidido volar, sola, lejos de ti, hacer su vida...y sólo en ese instante, y sólo al final, te das cuenta de lo que has perdido por tu orgullo, por tu frialdad hacia ella y por no quererla como se merece, porque una mujer es mucho más que un juguete con el que pasar el rato...y sólo al final, te das cuenta.

Esta noche

Esta noche me gustaría parar el reloj, que cada uno de nuestros latidos y palabras se congelasen en el tiempo...y quedasen por siempre grabadas en nuestras cabezas, grabadas en nuestro corazón...grabadas en la historia.
Esta noche me gustaría parar el lugar, que sólo se sintiese el bombardeo del corazón, sonando sin parar a un ritmo desenfrenado...diciendo claramente esas palabras mágicas...te quiero.
Esta noche me gustaría que el juego cambiase, y que dos fuesen los ganadores, y si tuviésemos que perder lo hiciéramos en compañía, unidos...porque lo importante es estar juntos.
Esta noche me gustaría gritar a los cuatro vientos que lo tengo a él, que no me importa nada más...sólo despertar y caminar a su vera.
Esta noche me gustaría pasarla en su compañía...como otras tantas noches ya hemos pasado juntos y simplemente poder decir...por fin lo he hallado, por fin lo tengo conmigo, le quiero a él.








viernes, 7 de septiembre de 2012

Yo sólo sé que te quiero

El sol ardiente entra por mi ventana, deslumbrando, y dejando a la vista todo el desorden existente que en mi habitación se encuentra, y las sábanas enredadas en mis piernas, debido al continuo movimiento mío, por el calor y el frío en la noche, dejando como resultado la cama destrozada.
Palpo a mi lado, y no lo encuentro, y abro los ojos despacio, por miedo a que la claridad me ciegue...y compruebo que realmente no se halla en el lugar, ha desaparecido, o bien, simplemente se ha despertado pronto...algo bastante raro en él.
Decido levantarme, pero antes de eso, me estiro, bostezo debido al sueño, y comienzo a andar por la habitación, esquivando la ropa que se encuentra en el suelo. Mientras voy avanzando, me puedo dar cuenta que aún sigo desnuda, por ello decido colocarme una toalla alrededor de mi cuerpo para poder seguir andando, mientras me dirijo al salón.
Cuando llego, puedo observarlo, se encuentra en la terraza, leyendo un libro, como de costumbre, pero está serio, parece haberle ocurrido algo...
- Cariño, te noto extraño, ¿te ocurre algo?
Y entonces respondió, despacio, con dulzura...
- Nena, tú y yo...¿Qué somos exactamente?
Mi mente se desvaneció, se fue lejos, recordando cada momento desde que lo conocí, pensando en cada sitio visitado junto a él, ¿qué somos exactamente?, mi cabeza seguía buscando la palabra exacta... la indicada para definir lo nuestro, pero a pesar del tiempo pensando...no encontró letra alguna...sólo mi boca pronunció lo exacto...
- Yo sólo sé que te quiero.
Sus labios mostraron una tímida sonrisa...y entonces, ante la duda, me tocó preguntar a mí...
- Y para ti, ¿qué somos nosotros?
Y con sorpresa para mí....respondió lentamente...
- Yo sólo sé que te quiero.
Nos fundimos en un beso y quedó para nosotros solos, esa frase, esa tímida caricia...esas letras...
"Yo sólo sé que te quiero".



lunes, 3 de septiembre de 2012

Esa película

Y decido ver esa película, no me apetece mucho observarla pero no tengo otra a mano y la pereza puede conmigo, prefiero no levantarme de la cama.
Me da miedo darle al play, no quiero recordar, prefiero quedarme en silencio y no hallarte más, aunque en mi cabeza siempre presente estás.
Cuando no enciendo la televisión para mirar, se me viene a la cabeza el desorden de aquella noche en mi habitación, aquellas risas que a los vecinos no dejaban dormir y sobre todo la falta de atención hacia esa película, que en parte, puede decirse, que se convirtió en celestina en ese determinado instante. 
Recuerdo las constantes miradas mientras intentábamos tener esa noche de cine, y los abrazos continuos cuando alguna escena de amor salía para hacernos compañía, y de camino, intercambiar gestos que a pesar de que no llevaban palabras, lo decían todo.
Una noche, que no se porque, siempre será inolvidable...una noche, como bien su nombre indica, de película.
¡No! pensé, no debía tenerle ese miedo, ni siquiera debería haberme planteado el no verla, por supuesto que la observaría, sin duda la recordaría, porque está claro que me haría revivir esos momentos que para mí fueron mágicos.

viernes, 31 de agosto de 2012

El fuego.

No hay nada que decir; ni tan siquiera palabras nacen....
sólo basta con mirar alrededor y observar que animales en tristeza yacen...
paisaje desolador, debido a las llamas...
debido al fuego...el que lo causa...
Pulmón ardiente, allá en las montañas,
manos de personas que en silencio sangran...
corazones postrados...echo añicos,
ojos que arden al ver lo ocurrido.
Bocas selladas, cosidas parecen...
han enmudecido...
tan sólo ven desastre ante lo sucedido...
pies que se mueven,
deseosos de volver al hogar,
de llegar sanos y salvos...observar todo igual.
Oídos que escuchan...
información llegar...
fuego ardiente destrozando el lugar...
manos humanas las que causan el ardor...
hacen maldad, no tienen compasión.
Sólo el color naranja resplandece,
unido del humo que ennegrece...
Quemando todo a su paso, sin dejar rastro...
causando heridas, creando espanto.
Miles de emociones a flor de piel...
y Málaga unida al verse arder...






jueves, 30 de agosto de 2012

Sí, lo quiero a él

Sí, lo quiero a él.
Te parecerá extraño oírme decir esto, pero aún lo recuerdo, aún siento en mi piel sus besos y en mi ser sus caricias...es cierto, aún no lo he podido olvidar, sus ojos se quedaron clavados en mi alma, y mi corazón en su caminar.
Mis manos siguen impregnadas de su dulce aroma y mi pelo alborotado vuelve a estar, ya que sus dedos, en mis sueños, se entretuvieron en volverlo a enredar...todavía siento su latir en mi pecho, aún tengo su suspiro al despertar, y presiento su voz en el aire, cuando las buenas noches da.
Su eco me sabe a rosas, sus ojos como luceros aún puedo hallar, iluminan mi camino en la noche, aunque cerca mía no está.
Echo de menos sus caricias olor a miel, a su pelo, a su ser,a su alma...
Sí, lo quiero a él.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Hola, soy yo

Hola, soy yo, ¿te acuerdas de mí?... ¿No?... Pues tan sólo hace cinco años desde nuestra partida, sólo hace cinco años que no hablamos, pero cuando poco tiempo separadas llevábamos, dejamos de tener contacto, y por tanto, no volví a saber de ti.
El otro día, creo que Jueves era, estuve revisando algunas redes sociales que tanto recuerdos me traían a pesar de que mucho ya no las usaba... y allí estaban, miles de fotos a tu lado, miles de confidencias guardadas, miles de charlas en nuestra cabeza, y cómo no, miles y miles de buenos momentos vividos.
Toqué mis mejillas y observé qué pequeñas lágrimas caían por mi rostro, y me dije a mí misma que debía verte, debía hablar contigo, saber que era de tu vida, y recordar todos esos buenos instantes que a tu lado pasaba todos los días, sin desperdiciar uno.
Y cogí el coche, lo preparé todo y me planté aquí, para verte, para contarte... y sobre todo, para darnos uno de nuestros grandes abrazos que tanto nos caracterizaban, y que tantísima falta me hacían en estos momentos.
Y aquí estoy, haciéndote recordar, para proponerte algo especial, no querer separarme de tu lado jamás, que la amistad que dijimos que sería eterna, vuelva a florecer, y que siga siendo esa gran amistad, que prometimos no caer, que juramos no distanciar...que cinco años es poco, pero no quiero que pase más, quiero saber de ti, de tu risa y de tu soñar.

martes, 28 de agosto de 2012

Indiferencia

Miré hacia adelante, en ese momento, no me quedaba otra...puesto que si dirigía mi vista hacia atrás, por la ventanilla del autobús, no haría otra cosa que marearme, entre el calor existente y las tantísimas personas que habían, habría sido imposible mantener la compostura erguida.
Además, tampoco habría merecido la pena hacerlo, ¿para qué seguir con el sufrimiento?, tú no estabas allí para despedirme, ni tan siquiera lo habías estado en las últimas semanas antes de mi partida. 
Pensaba que me echarías de menos, pero tu ausencia resplandecía por sí sola, y me alejaba poco a poco y seguía si aparecer tu presencia.
Abrí la cartera y en ella tu foto se encontraba, ahí estabas sonriente, como al principio me tratabas, como en un principio me mirabas, como cuando me conociste, no sé porque habían cambiado tanto las cosas, no se porque ya no sentías lo mismo...la distancia...pusiste como excusa, el destino...dijiste para evadirme...y nuestra fuerte amistad.
¿Nuestra fuerte amistad?, por un instante supe apreciar esas palabras, pero en el momento de mi marcha, no entendí muy bien a qué venían, porque una fuerte amistad es para estar unidos, para construir una vida en compañía, aunque no sea de la manera que a mí me hubiese gustado...pero, ni siquiera estabas allí, ni un simple abrazo de despedida recibí de ti al subir las escaleras, ni una llamada diciéndome un simple adiós... y esa fuerte amistad que tanto nombrabas, acabó en indiferencia.

Corazon roto 03



lunes, 27 de agosto de 2012

The end

Se cierra el telón, y de nuevo se abre y aparecen todos los actores que han protagonizado la historia, realizando signos de reverencia y saludos a las personas que sentadas están en sus asientos, aplaudiendo como locos, debido a la calidad y dificultad de la obra que acaban de observar.
¡Cómo se nota que en la ficción ese "the end" no es el verdadero final!, ya que los actores tienen la oportunidad de ver de nuevo abierto el telón y observar la felicidad que han otorgado a miles de personas en tan sólo un par de horas.
Cuando el "the end" ocurre en la vida real, nada es igual, ya que el final quiere decir para siempre, significa que no hay marcha atrás, sólo es no continuar... el final sólo es eso, final.
No más risas, ni más llantos, ni más caminar, ni tan siquiera más sentir... que al fin y al cabo es lo que hace al hombre...el sentimiento.
Cuando un ser humano va observando que es el final de algo, algún suceso, de alguna historia o de cierta etapa, sabe que no podrá retroceder y no podrá observar las caras de felicidad que con el teatro se puede hacer.
Ese final en la ficción es sólo cuento y los personajes que han sido perjudicados, después se dan la mano, se marchan de copas o se dicen mutuamente "bien hecho".
Quizás vivimos de eso, tal vez sólo veamos la solución del final en las películas y en la realidad un final sea un adiós...no sea una reconciliación o simplemente un hasta luego.
Tal vez no sepamos lo que es perdonar, lo que es perder un poco de orgullo y solucionar y por ello siempre mencionamos la frase "Eso sólo ocurre en las películas"... ¿Por qué? porque no tenemos el valor de enfrentarnos a la realidad, con la cabeza bien alta y decir a todos aquellos que buscan un final en tu vida... "Esto no se acabó, no es el final, esta es mi lucha, mi vida, sólo es el comienzo de la realidad, y soy fuerte ante lo que digan los demás, al fin y al cabo realmente el final sólo debería nombrarse en el lecho de muerte... y todo ello sin saber realmente hasta donde lleva ésta".

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...