martes, 25 de febrero de 2014

¿Sigues ahí?

Corazón... ¿sigues ahí?

Ya casi nunca oigo tus latidos, creo que se han quedado parados por miedo, se hallan callados por temor a hablar mal y sin sentido.

Ya ni siquiera dueles... ¿te acostumbraste a los pinchazos?

Te siento tan inmensamente cerca y al mismo tiempo tan irremediablemente lejos. Creo que, sin más remedio, te perdiste en el laberinto que forman mis venas.

Odio que ya no intentes adelantar a la razón... ahora mi cuerpo solo actúa guiado por ella... ahora no deseas saltar y llorar de alegría y es que... ¿juegas con los sentimientos?

Pregunto porque ya no existes como antaño y por una vez mis pensamientos reaccionan de forma fría y calculadora.

Es extraño... tampoco pides abrazos, ni caricias, no quieres besos, ya no te importan las despedidas que antes resquebrajaban a pedazos tu humilde compostura. 

Me pregunto si un buen día llegaré a encontrarte de nuevo; y cuando lo haga no sé a ciencia cierta en qué condiciones te hallarás... si estarás desmenuzado, si tendré que construirte pieza a pieza como cual puzzle o...

Dime... quizás ya sea demasiado tarde para buscarte pues tus señales han quedado perdidas en el tiempo.

martes, 18 de febrero de 2014

Imperfecto

Hoy te vas a proponer ser tu propio centro de atención... vas a mirar tu ombligo y decir a los cuatro vientos que eres perfecto... que te gusta llorar de felicidad, que amas cada una de las cicatrices y marcas que componen tu cuerpo y que adoras cada uno de tus defectos, aquellos que te hacen ser una persona única...  Hoy, vas a mirarte al espejo y decir.

"Soy perfecto en mi irremediable imperfección"



domingo, 16 de febrero de 2014

Tu fuego

Suspiros de madrugada me llevaron hasta tu lado; ya no me hallaba en desierto, tampoco sentía en mi piel la desesperación, ni tan siquiera podía oler las cenizas, a las que daba paso el fuego... 

Odiaba la situación refrescante que ahora habitaba cada poro de mi cuerpo; que me llevaba a un frío inhabitable, a un paraíso cubierto de escarcha, a los copos de nieve caer entre pulmones congelados... ya no estaba en calor; esa calidez que el infierno me otorgaba.

Ahora me hallaba cabizbaja, observando un punto fijo y helada; helada debido al miedo... atroz por divisarte a lo lejos, y volver a observar y no encontrarte...

Irremediablemente miedo al no poder ver las llamas, al sentirme en las afueras del calor... calor que producía siempre dolor, pero dolor al que, sin más reparo, ya estaba acostumbrada.


Echo de menos el color ardiente, el rojo pasión y el temido naranja cegando mis ojos... echo de menos el fuego... tu fuego. 

sábado, 8 de febrero de 2014

Su auténtica media naranja

El sueño invade su cuerpo, recorre sus piernas, comenzando por los tacones que forman su compostura; y que traspasa a la curva del recuerdo, conformada por las caderas de silueta de mujer.

El verdadero insomnio da la vuelta a los sentidos, transformándolos en ilusión y sosiego... por el vientre curvilíneo que da paso a una nueva vida en un futuro, pero que ahora plano se halla, esperando con paciencia... después de su lisa piel, la tranquilidad llega a sus senos, los mismos que amamantarán a la criatura que crece dentro de su ser.

El cansancio pasa también por sus muñecas y sus finos y largos dedos, solo quiere dormir y soñar que por fin lo tiene en sus brazos...

Bonita ilusión esa de sentir el amor verdadero, amor que en nueve meses verá la luz y será la auténtica media naranja de su cuento de hadas.

lunes, 3 de febrero de 2014

Diario del sentir adolescente

Diario del sentir adolescente; 

Mi odio queda perdido en la sombra; ¿es eso lo que siento ya?, ni tan siquiera puedo apreciarlo con certeza... me evado en tristeza, pensamientos absurdos que hablan de él, palabras necias que no me atrevo a decir, pero que, sin más remedio, brotan por mis ojos... ¿de qué me sirve mentir?... ellos mismos ofrecerán la respuesta contraria... ellos mismos llenarán de duda mis ideas, mis cuestiones y mi silencio... o el suyo.

Las letras ya, en esta ocasión, quedan estancadas en colapso, no saben fluir por sí solas... ¿me está fallando la fuerza?... puede ser que otra vez quede en fin una historia que no debió comenzar, una historieta más que destruye el final del cuento  "para siempre".... la valentía quedó por los suelos en el momento preciso que su boca pronunció un rotundo "no"... ¿dónde está mi sonrisa?... quedó clavada en desesperación cuando decidiste marchar; cuando el primer contacto físico quedó en adiós... a veces tan repentino... mi cara sonrosada ya no cree en el amor, tampoco en el sentir, mi cuerpo quedó petrificado en mar de sueños, imposible definir...

Mis palabras acontecen un pasado que aunque dejó de funcionar, sirvió para seguir dando señales de esperanza compuesta de humildad... humildad que también queda destrozada a la espera del tic - tac.

¿Qué es lo que escribo?, me pregunto... ya tampoco mi mente acompaña a mi relatar... creo, ciertamente, que mi corazón es el que en dichos instantes habla, traspasa sangre a mis dedos que son los que sueltan palabras... 

¿Tiene sentido lo que digo?, ni yo misma lo sé, son tus ojos los que caen en el olvido y me llevan, irremediablemente a retroceder... ¿qué escondo en este cuarto?... no sé que puedo hacer... mis manos se vuelven locas, quieren retroceder y volver a sentir su piel, quiere volver a ser inocente en la noche, sentirse querida en mi propio querer.

domingo, 2 de febrero de 2014

¿Qué contestar?

Tengo miedo... me dijo el corazón... pues, nuevamente se encontraba aturdido, confuso entre sentimientos de la cabeza y pensamientos del alma; dando paso a una sinrazón visible a descaro.

Él mismo sentía el respirar de los pulmones, que en esta ocasión lo hacían de forma lenta, utilizando como sintonía el sonido de sus besos y llevando a su paso un sinfín de significado en la alfombra roja que conformaban las venas del alba.

Y es entonces cuando me preguntó... ¿qué esconderán, una vez más, estos actos?... mi corazón quedó callado después de formular la cuestión, al igual que lo hizo mi cuerpo, impactado por no saber qué contestar. 

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...