Hoy me apetece todo.
Me apetece llegar a casa y desordenarla, darle un abrazo y dejar la ropa por cada rincón que voy pasando, hasta quedar completamente desnuda frente a él. Me apetece saltar en el sofá y empezar una guerra de cojines, la misma que minutos después acabará en besos.
Quiero entrar a la cocina de forma sigilosa, dejar a un lado la dieta y comer mucho chocolate porque me apetece. Me apetece reír a carcajadas sin razón alguna, bailar deprisa, dar vueltas por todo el salón hasta caer rendida. Salir tarde sin miedo a madrugar, me apetece ser niña de nuevo.
Sentarme en el porche a tomar el aire fresco y poner mis piernas encima de las suyas. Dedicarle alguna sonrisa a la estrella que todas las noches me mira y seguir imaginando que aún puedo volar y jugar en los columpios del parque sin que nadie se extrañe por ello.
Deseo moderle el labio ahora, buscar su foto en mi cartera y darle un beso, salir a correr sin cansarme mientras él me persigue, soñar despierta.
Hoy me apetece todo. Decorar con pinceles y pintura cada pared, mancharle la cara y fingir que yo no soy la culpable de tal desastre - ¡Yo no he sido! -. Me apetece cantarle a la vida componiendo mi propia melodía. Recordar tiempos pasados oliendo alguna flor y mirarle entusiasmada mientras corro a enseñársela.
Me apetece llegar a casa y desordenarla, darle un fortísimo abrazo y descansar junto a él, mientras sueño que hoy me apetece todo.