viernes, 31 de agosto de 2012

El fuego.

No hay nada que decir; ni tan siquiera palabras nacen....
sólo basta con mirar alrededor y observar que animales en tristeza yacen...
paisaje desolador, debido a las llamas...
debido al fuego...el que lo causa...
Pulmón ardiente, allá en las montañas,
manos de personas que en silencio sangran...
corazones postrados...echo añicos,
ojos que arden al ver lo ocurrido.
Bocas selladas, cosidas parecen...
han enmudecido...
tan sólo ven desastre ante lo sucedido...
pies que se mueven,
deseosos de volver al hogar,
de llegar sanos y salvos...observar todo igual.
Oídos que escuchan...
información llegar...
fuego ardiente destrozando el lugar...
manos humanas las que causan el ardor...
hacen maldad, no tienen compasión.
Sólo el color naranja resplandece,
unido del humo que ennegrece...
Quemando todo a su paso, sin dejar rastro...
causando heridas, creando espanto.
Miles de emociones a flor de piel...
y Málaga unida al verse arder...






jueves, 30 de agosto de 2012

Sí, lo quiero a él

Sí, lo quiero a él.
Te parecerá extraño oírme decir esto, pero aún lo recuerdo, aún siento en mi piel sus besos y en mi ser sus caricias...es cierto, aún no lo he podido olvidar, sus ojos se quedaron clavados en mi alma, y mi corazón en su caminar.
Mis manos siguen impregnadas de su dulce aroma y mi pelo alborotado vuelve a estar, ya que sus dedos, en mis sueños, se entretuvieron en volverlo a enredar...todavía siento su latir en mi pecho, aún tengo su suspiro al despertar, y presiento su voz en el aire, cuando las buenas noches da.
Su eco me sabe a rosas, sus ojos como luceros aún puedo hallar, iluminan mi camino en la noche, aunque cerca mía no está.
Echo de menos sus caricias olor a miel, a su pelo, a su ser,a su alma...
Sí, lo quiero a él.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Hola, soy yo

Hola, soy yo, ¿te acuerdas de mí?... ¿No?... Pues tan sólo hace cinco años desde nuestra partida, sólo hace cinco años que no hablamos, pero cuando poco tiempo separadas llevábamos, dejamos de tener contacto, y por tanto, no volví a saber de ti.
El otro día, creo que Jueves era, estuve revisando algunas redes sociales que tanto recuerdos me traían a pesar de que mucho ya no las usaba... y allí estaban, miles de fotos a tu lado, miles de confidencias guardadas, miles de charlas en nuestra cabeza, y cómo no, miles y miles de buenos momentos vividos.
Toqué mis mejillas y observé qué pequeñas lágrimas caían por mi rostro, y me dije a mí misma que debía verte, debía hablar contigo, saber que era de tu vida, y recordar todos esos buenos instantes que a tu lado pasaba todos los días, sin desperdiciar uno.
Y cogí el coche, lo preparé todo y me planté aquí, para verte, para contarte... y sobre todo, para darnos uno de nuestros grandes abrazos que tanto nos caracterizaban, y que tantísima falta me hacían en estos momentos.
Y aquí estoy, haciéndote recordar, para proponerte algo especial, no querer separarme de tu lado jamás, que la amistad que dijimos que sería eterna, vuelva a florecer, y que siga siendo esa gran amistad, que prometimos no caer, que juramos no distanciar...que cinco años es poco, pero no quiero que pase más, quiero saber de ti, de tu risa y de tu soñar.

martes, 28 de agosto de 2012

Indiferencia

Miré hacia adelante, en ese momento, no me quedaba otra...puesto que si dirigía mi vista hacia atrás, por la ventanilla del autobús, no haría otra cosa que marearme, entre el calor existente y las tantísimas personas que habían, habría sido imposible mantener la compostura erguida.
Además, tampoco habría merecido la pena hacerlo, ¿para qué seguir con el sufrimiento?, tú no estabas allí para despedirme, ni tan siquiera lo habías estado en las últimas semanas antes de mi partida. 
Pensaba que me echarías de menos, pero tu ausencia resplandecía por sí sola, y me alejaba poco a poco y seguía si aparecer tu presencia.
Abrí la cartera y en ella tu foto se encontraba, ahí estabas sonriente, como al principio me tratabas, como en un principio me mirabas, como cuando me conociste, no sé porque habían cambiado tanto las cosas, no se porque ya no sentías lo mismo...la distancia...pusiste como excusa, el destino...dijiste para evadirme...y nuestra fuerte amistad.
¿Nuestra fuerte amistad?, por un instante supe apreciar esas palabras, pero en el momento de mi marcha, no entendí muy bien a qué venían, porque una fuerte amistad es para estar unidos, para construir una vida en compañía, aunque no sea de la manera que a mí me hubiese gustado...pero, ni siquiera estabas allí, ni un simple abrazo de despedida recibí de ti al subir las escaleras, ni una llamada diciéndome un simple adiós... y esa fuerte amistad que tanto nombrabas, acabó en indiferencia.

Corazon roto 03



lunes, 27 de agosto de 2012

The end

Se cierra el telón, y de nuevo se abre y aparecen todos los actores que han protagonizado la historia, realizando signos de reverencia y saludos a las personas que sentadas están en sus asientos, aplaudiendo como locos, debido a la calidad y dificultad de la obra que acaban de observar.
¡Cómo se nota que en la ficción ese "the end" no es el verdadero final!, ya que los actores tienen la oportunidad de ver de nuevo abierto el telón y observar la felicidad que han otorgado a miles de personas en tan sólo un par de horas.
Cuando el "the end" ocurre en la vida real, nada es igual, ya que el final quiere decir para siempre, significa que no hay marcha atrás, sólo es no continuar... el final sólo es eso, final.
No más risas, ni más llantos, ni más caminar, ni tan siquiera más sentir... que al fin y al cabo es lo que hace al hombre...el sentimiento.
Cuando un ser humano va observando que es el final de algo, algún suceso, de alguna historia o de cierta etapa, sabe que no podrá retroceder y no podrá observar las caras de felicidad que con el teatro se puede hacer.
Ese final en la ficción es sólo cuento y los personajes que han sido perjudicados, después se dan la mano, se marchan de copas o se dicen mutuamente "bien hecho".
Quizás vivimos de eso, tal vez sólo veamos la solución del final en las películas y en la realidad un final sea un adiós...no sea una reconciliación o simplemente un hasta luego.
Tal vez no sepamos lo que es perdonar, lo que es perder un poco de orgullo y solucionar y por ello siempre mencionamos la frase "Eso sólo ocurre en las películas"... ¿Por qué? porque no tenemos el valor de enfrentarnos a la realidad, con la cabeza bien alta y decir a todos aquellos que buscan un final en tu vida... "Esto no se acabó, no es el final, esta es mi lucha, mi vida, sólo es el comienzo de la realidad, y soy fuerte ante lo que digan los demás, al fin y al cabo realmente el final sólo debería nombrarse en el lecho de muerte... y todo ello sin saber realmente hasta donde lleva ésta".

Hasta desaparecer

Un te quiero entre lloros y lluvia de primavera fue lo último que recibiste de mí en la negrura y aún así, ni tan siquiera pena te dio el ver como lo que habíamos construido se venía abajo poco a poco, hasta desaparecer.


domingo, 26 de agosto de 2012

El don de la lectura

Abrí el libro por la página correspondiente, para empaparme de las enseñanzas mostradas hoy en clase, al mismo tiempo que observaba la televisión embobada, ya que estaban echando mi dibujo preferido de niña, y mi mente decidió viajar a ese momento, en lugar de seguir con la lectura.
Puede decirse que pasaron dos horas desde que decidí comenzar a estudiar en ese día, pero después de la caja tonta, mi vista se fue a un libro mucho más interesante de aquel que sostenía en mis manos, y no pude evitar la tentación de leer un rato.
Una vez inmersa en el mundo mágico de la lectura, pasa lo que siempre ocurre cuando te dan a elegir entre estudiar o seguir leyendo una historia que tanto te gusta, y te pasas las horas muertas intentando descifrar el enigma que esconde, a pesar de que si lo dejas para más tarde, la historia seguirá ahí, impresa en papel... impresa en sueño.
Te cuestionas, despacio, escuchando perfectamente cada uno de tus pensamientos, porque un cuento inventado por alguna persona entretiene tanto y te evade de lo que realmente deberías realizar.
Y es tan sencillo...  existen muchos dones y muchas habilidades que hacen a las personas mágicas en un mundo de miseria, en un mundo de engaño y falsedad... el don de escribir, el don de hacer feliz. Será que no conozco mejor forma para desconectar, será que no aprecio otra diferencia de expresar...será porque una persona al escribir expresa realmente los pensamientos de todos aquellos que no se atreven a mostrar  y por ello se evaden con el don de la lectura.

sábado, 25 de agosto de 2012

Presente y futuro

Observé con atención tu mirada y mi primera reacción fue pensar en el pasado, en los errores que había cometido y que tan dentro de mí se quedaban ya, sin yo quererlo, para siempre.
Por un instante, me asusté, tuve miedo de que mis hazañas anteriores te causasen malestar o que, tal vez, no sintieses indiferencia alguna hacia lo que había pasado por mi ser.
Sin saber muy bien el por que, te percataste, te fijaste en mis ojos indecisos e inseguros, y mi mano, que entre las tuyas la tenía, la cogiste con fuerza, me levantaste la cara para que mi mirada se dirigiese hacia a ti, no sabía lo que tu cabeza pensaba en ese momento.
Tu boca se empezaba a mover despacio para pronunciar unas palabras, que en un principio pensé que me asustarían...hasta que tu voz las dijo...
"No importa el pasado, sólo el presente que vivimos y el futuro que poco a poco, a fuego lento y a base de esfuerzo y constancia, construiremos juntos".





viernes, 24 de agosto de 2012

¡Hemos terminado!

Siento decírtelo, y más en esta situación y en este determinado momento...pero...¡hemos terminado!.
Sé con certeza que un escalofrío recorrió todo tu cuerpo al escuchar esas dos palabras que salieron de mi boca en aquella noche, pero yo no soportaba más la situación que ambos teníamos, yo te quería, te amaba...pero seguir así no servía de nada, puesto que tú estabas indeciso, no tenías claras tus ideas y tampoco tu futuro.
Por mucho que me doliese en el alma, esa frase era la correcta en ese día, a pesar de que estuvieses pasando por un mal momento, quería ayudarte de una forma diferente a la que hasta ahora estaba haciéndolo, más que nada porque yo misma no quería dañarme y ofender mis sentimientos.
Quizás desde ese entonces me guardas un poco de rencor, incluso si me cruzo en tu camino si quiera me dirijas el habla...pero poco me importa, fue mi decisión.
Además de esa mención tan dura que tanto significó para mí, no fueron mis últimas palabras al despedirte..."siempre estaré ahí para todo lo que te haga falta", ese fue con claridad mi último deseo.
Aunque ahora ni hablamos, a pesar de que ni si quiera nos llamamos, y por mucho que haya pasado el tiempo, esa frase quedará en el recuerdo y la mantendré en pie pase el tiempo que pase... "siempre estaré ahí para todo lo que te haga falta", aunque en tu memoria quedase marcado el "¡Hemos terminado!"



Siempre contigo estar

Voy despacio por la calle, no tengo prisa en llegar... prefiero sentir tu aliento y la brisa al caminar, quiero pensar en un futuro a tu lado, pero pensar en soledad.
Rodeos doy hasta llegar, pues deseo oír mis propios pasos, mi propio caminar, sentir mi único soñar.
Quisiera agarrarte de la mano, no soltarla jamás, que hasta el fin de nuestros días, estén unidas hasta el final.
Me gustaría observarte en silencio, tus ojos poder ver sin parar, que nuestras miradas queden fijadas para toda la eternidad.
Poder abrazarte en silencio, todas las mañanas al despertar, rodearte entre mis brazos, estar contigo sin pensar, que todos los días de mi vida, tenga alguien a mi lado con quién soñar, y al amanecer ver mi sueño hecho realidad.
Dormir a tu lado cada noche, dormir a tu vera una vez más, oír tu susurro en mi oído, y siempre contigo estar.

jueves, 23 de agosto de 2012

El deseo de ser feliz

Mira hacia arriba, respira fuertemente y sé fiel a tu camino.
No paraba de escuchar eso en mi mente con continuidad, pero no sabía si era solo fruto de mi cabeza, o es que realmente alguien importante me había nombrado esas palabras alguna vez en mi corta vida.
Aún así, después de varios años con esa frase que tanto se repetía dentro de mí, supe que era el momento de ponerla en práctica, y de descubrir su verdadero significado.
No le dí muchas vueltas y como consecuencias de los actos que había cometido en este tiempo, me dije que no debía dar mi brazo a torcer, que realmente aquellas personas a las que había hecho el mal, o que sin intención alguna  había lastimado, si se consideraban mis amigos o gente con la que querían compartir su vida conmigo, deberían adaptarse a mí, al igual que yo a ellos, que yo misma no debería cambiar, que debería ser fiel a mi camino, seguir en línea recta hasta donde mi espíritu se dirigiese realmente y no fallar.
Que a los problemas que ahora se venían encima, debía ponerle buena cara, sonreír y respirar fuertemente para jamás caer en el juego de aquellos que desean peleas, disgustos y que guardan rencores...porque el rencor es el peor de los actos que se puede cometer, y una vez que caes en la trampa de éste, no hay marcha atrás.
Y el último paso, fue mirar hacia arriba, está bien, resulta que lo he realizado todo al revés, y quizás por ello en algunas cuestiones haya fallado, pero creo que me ha servido de algo, miro al cielo, y de tantas estrellas que iluminan mi paso y la luna resplandeciente debido al brillo que el propio sol le otorga, puedo divisar una estrella fugaz, algo que no suele ser muy habitual, y decido pedir un deseo... un deseo que espero que se haga realidad y que me obligue a no caer, y si tropiezo a levantarme, y si fallo a corregir... simplemente el deseo de ser feliz.







miércoles, 22 de agosto de 2012

Como si todo fuese un sueño

Por un pequeño segundo sentí como si todo, absolutamente cada palabra dicha y cada sentimiento demostrado hacia mi persona, hubiese sido soñado, tan sólo hubiese sido fruto de mi imaginación en aquellas dos horas dormidas.
Pero vuelta a la realidad, abro los ojos y los daños siguen a flor de piel, me miro al espejo y en mi cuerpo se pueden divisar heridas nuevas, bañadas en sangre, debido a las recientes puñaladas causadas por algún que otro disgusto, siempre sin aclarar.
Sin fuerzas, debido a todo el dolor derramado que hace que mis ojos se encuentren hinchados y sin ganas de observar...siguen pensando que todo es un sueño, y que se puede volver a atrás...
Pero esos pasos míos, que más pesados se hacen al caminar, son la respuesta de que es una gran verdad, y que no es un sueño lo que acaba de pasar.
Un mundo se viene a mis pies, y las piernas no pueden soportar tanta pesadez puesto que están cansadas de correr, de huir de todos los problemas, por miedo a que se tornen imposibles de solucionar, y una vez acabado el camino, explotan y estallan hasta el final.
Simplemente...como si todo fuese un sueño, acabo de despertar.



Lo que puede hacer una persona por amor

Y en ese instante, cuando caminando íbamos, me agarraste de la cintura y bostezaste.
Miré hacia un lado y a otro y allí estaba, el lugar de nuestro primer beso, ya conocía que intenciones tenías, recordar aquello y ver todo lo que habíamos progresado desde aquel contacto y en que otras cuestiones habíamos fallado hasta entonces.
Y se repitió, pero algo había cambiado, desde luego la confianza era mucho más fuerte que con anterioridad pero se notaba a leguas que el sentimiento no era el mismo.
Ya no había esa pasión al besarnos, ya no se veía en el ambiente las ansias por conocernos y ya tus ojos no desprendían ese fuego al mirarme.
Sin embargo, yo era la misma, yo sí te tocaba como siempre, yo sí deseaba que estuvieses a mi lado eternamente.
Una vez que seguíamos el camino, te pregunté...-  ¿ha cambiado algo? - , y tu respuesta fue exactamente la que esperaba... - No te quiero como tú a mí, pero deseo estar contigo hasta que el tiempo decida - . Contuve mis lágrimas, me impacientaba y a la vez desolada tenía ganas de gritar, él me comentó lo que yo ya intuía, si de verdad quería seguir en la situación en la que nos encontrábamos... y tan tonta fuí... que a pesar de que el final veía acercarse seguí abrazada a él, deseando con ganas dormir a su vera aquella noche.. y pensé... lo que puede hacer una persona por amor.

La sin razón

El corazón hasta el suelo...
una vez más ha tocado fondo,
otra vez, sin razón alguna ha vuelto a fallar...
de nuevo, sin razón vuelve a desconectar.
Y una vez más, sin necesidad vuelve a fracasar.
Simplemente, la sinrazón ha vuelto a brillar
y otra vez sin sentido... quiere hacer mal.
Y el corazón hecho añicos sin pensar, una vez más.





martes, 21 de agosto de 2012

En momentos como este

En momentos como este es mejor callar...
Mantener la boca cerrada y poner en práctica la frase "calladito se está más guapo".
¿Por qué?
Tal vez por miedo a estropear, quizás por el miedo a intentar algo y que por una u otra razón acabe mal, por miedo a tropezar.
En momentos como este es mejor cerrar los ojos...
Mantener la mirada baja, y ocupar el refrán "ojos que no ven, corazón que no siente".
¿Por qué?
Así, con la mirada perdida y sin darte cuenta de lo que ocurre alrededor, no te hieran, y no duelan las heridas ya cicatrizadas.
En momentos como este es mejor no escuchar...
Mantener el pensamiento en otro sitio, y sobre todo hacer caso a "palabras necias, oídos sordos".
¿Por qué?
Porque realmente si no deseas pensar que no vales nada y echarte inseguridades propias a la espalda, es mejor no hacer caso a lo que la gente diga u opine de tí, a no ser que no sean palabras sin sentido.
En momentos como este es mejor oler lo que viene...
Mantener este sentido agudizado, pues a "ratón con buen olfato, nunca lo sorprende el gato".
¿Por qué?
Por que si andas oliéndote todo lo que alrededor tuya se encuentra, al final saldrás vencedor, sin dolor debido a las heridas.
En momentos como este es mejor tener tacto...
Mantener la cabeza firme y saber decir las cuestiones que te rondan sin dañar puesto que "la bondad es el principio del tacto".
¿Por qué?
Porque así se puede observar la luz que hace tanto tiempo se encerró en esa sombra que ocupa tu ser cuando peleas y disgustos existen a tu alrededor.
Porque simplemente hay que hacer caso a los refranes... y en momentos como este disfrutar de la vida.

Y ahora es el momento...

Estaba nerviosa, no sabía lo que ese día soleado de febrero me depararía, ni tan si quiera sabía donde me llevarían mis pasos exactamente.
Salí de casa decidida, llevaba mi pantalón rosa favorito y una camiseta nueva, como otra cualquiera, que tenía ganas de estrenar ese día.
Quería llegar al lugar del encuentro, con ansias caminaba, pero también me gustaba observar lo que alrededor mía estaba ocurriendo.
Con paso firme llegué al lugar concreto, y allí estaba él, esperándome, su pierna se movía a un ritmo desenfrenado, supongo que eran los nervios que también los tenía a flor de piel por la quedada.
Nos recibimos con dos besos algo tímidos, y con decisión empezamos a caminar... a no parar de hablar, el camino a pesar de lo largo que era se nos hacía cada vez más corto por las constantes miradas que continuamente nos lanzamos y por las risas que no podíamos contener.
Cuando más despistados intercambiando sonrisas y miradas, sonó tormenta y sin esperarlo pronto nos encontramos alrededor de la lluvia, empapándonos.
Mi pintura corría por mi rostro, dejándome dos filos hilos negros por todo el recorrido de mi cara, desde los ojos hasta la comisura de mis labios. 
Nos escondimos debajo de un pequeño techado, que a pesar de que nos refugiase algo de ese chaparrón tan inesperado, podíamos seguir sintiendo el agua mojando nuestro cuerpo.
No parábamos de reír, de soñar, de imaginar.... y de repente me abrazas fuerte, me dedicas otra más de tus sonrisas esa noche... y me dices una frase que sale de tus labios muy difícil de olvidar... "Y ahora es el momento... del beso".

¿Conocéis esa sensación?

¿Conocéis esa sensación que aparece por el cuerpo cuando tienes una presión fuerte en el pecho?
¿Esa sensación que paso a paso, con lentitud, recorre cada uno de tus sentidos?
Todos la hemos vivido, dolor que nace en la cabeza pero acaba en el pecho, en el corazón.
Piensas y piensas en una determinada situación y te acaba doliendo.
¿Conocéis esa sensación de inseguridad en uno mismo?
Esa en la que piensas que jamás caerías y al final siempre acabas cuestionando tus propios actos.
¿Conocéis esa sensación en la que sientes que hagas lo que hagas siempre acabas cometiendo los mismos errores que decías no volver a repetir?
Intentas dar un paso hacia adelante, reconocer en que has fallado y progresar...pero al final esta última palabra queda fuera de tu alcance.
¿Conocéis esa sensación de desdicha a pesar de que haya personas en peores condiciones que tú?
Y es que cada uno acaba mirando solo por lo suyo.
¿Conocéis esa sensación de disgusto que aparece cuando sufres por cosas sin sentido?
Esas que aunque sabes que no llegarás a nada, acaba siempre sucediendo.
¿Conocéis esa sensación de necesidad?
Necesidad de estar bien, de tomar un rumbo concreto y continuar.
Continuar en el sentido correcto...continuar y no tropezar.





lunes, 20 de agosto de 2012

Y la vida da un giro

Amanece, un día más en el mismo lugar, un día más encerrada en un mismo momento del que deseas escapar, volar lejos.
Y entonces, ocurre sin más y la vida da un giro inmenso, caminas por la calle, esa que tantas veces has pisado, por la que en tantas ocasiones has caído, y en las que de vez en cuando has corrido como una loca esperando encontrar algo.
Cuando entretenida vas mirando al horizonte sin ni si quiera tropezar porque ya conoces el sendero de sobra, llegas al sitio del destino, a aquel en el que siempre has estado, aquel en el que has vivido momentos inolvidables y algún que otro disgusto desagradable, pero igualmente ese en el cual nada cambia. 
Y allí está, una cara nueva, una mirada distinta a las demás... algo diferente, algo que necesitas en un momento de monotonía, algo que esperas con impaciencia y que cuando llega no sabes como reaccionar.
Esa media sonrisa y ese guiño tan inesperado hace que dudes en un primer momento, pero cuando las palabras se intercambian, ya notas la confianza por las venas... y necesitas con fuerzas volverlo a ver, volver a hablar, cruzar miradas y confidencias, y quién sabe, quizás ganas de enamorar.
Y resulta que en ocasiones, cuando menos lo esperas, cuando menos buscas y cuanto menos quieres... la vida te sorprende... y ella sola da un giro.




Errores


Errores…
La vida son errores, está basada en juicios y mostrada a expectativas, intereses y atenciones.
Tiene sus caídas, sus bajadas y subidas, sus pasadas y despedidas.
También sus va y vienes, sus pros y contras...
Intentas no caer, no tener malos entendidos, y mucho menos fallar...
pero todo, sin esperarlo son...errores.
Errores...
La vida consiste en tropezar y caer... a base de errores...
a través de ellos la persona se forma y llega a madurar...
y es que todos son errores.
y es que se vuelven imprescindibles...
y es que se tornan inesperados...
y es que cada uno de nuestros pasos llega al éxito a través de esos errores cometidos con anterioridad.
Errores...


domingo, 19 de agosto de 2012

Despierta

Despierta... mira las olas del mar y su continuo va y ven, que hacen que te venga a la mente miles de recuerdos que creías que se habían ido ya y que jamás volverían.
Despierta... pasea por la calle, observa alguna escena que crees haber vivido, y tu subconsciente te dice que sí, que no hace tantos años que eras así y que te encontrabas en la misma situación.
Despierta... divisa fotos sin parar, halla aquellas que jamás creerías encontrar... y entonces ahí no piensas en los problemas que tenías, piensas ojalá pudiese volver atrás.
Despierta...sólo hay que respirar fuertemente y continuar, no pensar en el pasado... abrirse paso en el camino, no parar...
Si una puerta se ha cerrado, ten por seguro que otra cerca tuya se hallará.
Despierta... anda con paso firme, no mires atrás, no dudes de tu paso, de tu camino, de tu andar.
Despierta... confía en ti mismo y así llegarás.
Sólo... despierta... y dedícale una sonrisa todos los días a la vida que te espera impaciente, a tí y a tu despertar.

Sonrisas inesperadas

Días de verano, sólo era el comienzo y ya deseaba con fuerzas llegar, llegar al lugar de mi destino, al lugar de mi partida, mi lugar.
Amigos dejados atrás, ganas del reencuentro, de besos, charlas, confidencias, simplemente ganas de amistad.
Todo cambiado, a pesar de que las calles las mismas fuesen, y los coches en el mismo lugar se hallaran, realmente todo era diferente, nuevas personas, nueva gente.
Nuevas personas al lado mía, nuevas experiencias, nuevas miradas...simplemente nuevas sonrisas inesperadas.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Dos extraños

Ya era hora, había que comenzar de nuevo la rutina, de nuevo empezar a dar paseos por esa calle, mientras escuchaba música en el móvil, distraída, con paso firme y rápido, intercalando los pies según el compás de la propia música que sonaba.
Sólo tenía que bajar esa larga carretera desde mi casa hasta el mar, sólo era por andar un poco, despejarme, hacer un poco de ejercicio, y hacerme a la idea de que ya empezaba otro año más y que tenía que ser consciente de lo que ello conllevaba, más responsabilidad.
Cuando tan inconsciente iba, deslicé la mirada hacia al lado por si alguien conocido estaba andando por allí y tenía intención de saludarme o hacerme compañía durante un momento.
Y no me equivocaba conforme iba avanzando, él también lo hacía, con paso lento, mirando al suelo, tenía una silueta perfecta, y unos andares sólo propios de él.
Por un momento miró hacia arriba, y nuestras miradas se cruzaron, yo divisé sus preciosos ojos color miel, y él se percató de que yo comenzaba a llevar gafas, no supe reaccionar, simplemente seguí hacia adelante, al igual que hizo él, ni un "hola", ni un "adiós", simplemente indiferencia.
Cómo dos completos extraños empezamos nuestra historia, y como dos completos extraños hemos acabado.

martes, 14 de agosto de 2012

Yo también sé

Yo también sé lo que es echar de menos.
También he vivido esos momentos en los cuales el corazón duele debido a la presión que sientes al no estar con él... y de saber con certeza que nunca volverás a verlo, al menos como antes.
Yo también sé lo que es llorar por las noches.
Hasta que el sueño se apodera de mi cuerpo, dejando la almohada manchada de negro debido a la pintura de los ojos.
Yo también sé lo que es levantarse, mirarse al espejo y observar esos ojos hinchados y un rato después, pensar que no merece la pena seguir derramando lágrimas sin parar, porque al fin y al cabo cuando lloraba delante de él no sentía nada, por lo tanto, mucho menos si ni siquiera está presente.
Yo también sé lo que es despertarse desvelada, de madrugada y enceder el ordenador corriendo, esperando con ansias a que esté conectado, poder hablarle para que sepa que estoy ahí siempre, dispuesta a él, aunque realmente le importe bien poco.
Yo también sé lo que es estar en la ducha mientras el agua cae por el cuerpo y sentir que el mundo se te cae encima porque después de esa ducha él no estará esperándome dormido.
Yo también sé lo que se siente cuando caminando, observas que el principe de tus sueños va cogido de la mano de otra que ahora es su princesa como yo anteriormente había sido.
Yo también sé lo que es echar de menos a la persona que más has querido.

domingo, 12 de agosto de 2012

Me aprietas la mano con fuerza

Aún recuerdo nuestro adiós y pensé que nunca más te encontraría, nunca más disfrutaría de tu presencia y mucho menos de tu calor.
Pero justo en el momento que menos espero, ahí estás...bailando, sensual, esa sensualidad que tanto te caracteriza, desvío la mirada y ahí está ella, perfecta, a tu lado. 
No sé si avanzar hacia donde estás, pero mi corazón ha reaccionado y te va a buscar.
No piensa en que decir, sólo se dirige hacia ti con la intención de hacerte recordar y consigue su propósito.
Te saludo, te extrañas al mirarme y te dispones a darme dos besos, pero no sale bien, tu boca acaba en las comisuras de mis labios y tu corazón en mi pecho debido al fuerte abrazo.
De pronto ella no se encuentra, sólo estamos tú y yo, ya ni el mundo existe y... agarras mi cintura...cuantos recuerdos me vienen a la mente , los mismos que a tí supongo... y diriges la mirada hacia ella, y todo te da igual, me abrazas de nuevo, fuertemente me vuelves a dar dos besos con sabor a despedida pero que piden algo más, me voy decidida, pero algo me lo impide... entonces me percato, me agarras la mano y sin esperarlo... me la aprietas con fuerza y yo te correspondo.
Me entran ganas de besarte delante de ella, pero me contengo, te digo un sólo "me alegro de verte" y... flashh de repente, no estás.
Te busco desesperada ya que tengo ganas de verte un poco más, aunque tan solo sea un mísero segundo.
Me doy la vuelta y ahí vas, agarrado de la mano de ella, pero sin parar de mirar, tus ojos van recorriendo mi cuerpo pero agachas la cabeza una vez más... y te vas.
Tan solo cinco segundos hemos estado en contacto pero ha sido mucho más...
Yo tan solo me quedo con ese gran abrazo y la reacción de...me aprietas la mano con fuerza.

Lo añoro tanto

Abría los ojos porque mi madre se acercaba a despertarme con mucho cuidado, diciéndome un buenos días despacito y dándome un gran beso que hacía que se me quitase todo el sueño de encima.
Poco después me levantaba con muchas ganas porque un nuevo día de cole empezaba, otra vez vería a mis compañeros de clase y podría jugar al escondite, al pillar o a miles de cosas más que se nos iban ocurriendo mientras transcurría el día, seis horas que se hacían muy cortas.
Una vez que desayunaba mi vaso de leche con prisa me colocaba mi babero de rayas rojas y blancas que tan impecable siempre estaba y me dirigía a la clase con una sonrisa de oreja a oreja en mi cara.
Cuando láminas nos repartían para dibujar, nuestra preocupación era el no salirse de las líneas, además de algún que otro disgusto porque jugando al escondite decían "por mí, y por todos mis compañeros", cuestión que tanto nos irritaba porque acabábamos perdiendo siempre.
No había nada de que preocuparse sólo de jugar y jugar como locos y de que no te eligiesen el último en algún deporte de equipo, y sobre todo una preocupación fundamental era pasarlo bien cada día y a todas horas, te encontrases donde estuvieses.
No había regaños, no se hallaban disputas, no había celos ni envidias...sólo inocencia de niños que les esperaba una vida por delante y mucho por descubrir.... lo añoro tanto.


 

viernes, 10 de agosto de 2012

De boca en boca

Cuestiones insignificantes que se vuelven mundos
y que se tornan difíciles e imposibles alcanzar.
El ser humano hace de un simple grano de arena
una gran montaña de la que con complicaciones consigues descender
y por consiguiente te dejas estancar.
Una vez llegado al suelo, ocurre algo más y de nuevo, en marcha..
empiezas a desconfiar y aunque digas que no es mucho
se vuelve a extremar...
Y un parque se vuelve desierto
la lluvia se convierte en mar
los problemas son desastres
el pueblo es una ciudad
una lágrima es llanto
un segundo una eternidad
porque de boca en boca se va exagerando
de boca en boca se llega al final
un final que no es exacto
un final que no es tal cual
que va de boca en boca...de unos a otros
y que cambia mucho cuando por mil bocas van.




jueves, 9 de agosto de 2012

Necesito una copa

Y entonces ocurre y disimulas... miras alrededor y allí se encuentran flotando en el aire tus ganas de avanzar, está en la brisa tu fuerza para sonreír, intentas fingir estar feliz, y desesperada necesitas una copa.
Y en ese mismo momento, una vez con la copa entre manos, te percatas, aceptas que todo es así, que no hay marcha atrás, y que se debe fingir, que al fin y al cabo la vida es así y sólo una vas a vivir, que no merece la pena preocuparse por nada, que has de seguir, pero a pesar de todo esto, sin más, necesitas otra copa.
A pesar de todo decides sufrir, y sigues pensando "necesito una copa" para evadirte y no regresar, para que en un pequeño instante no revivas lo que causa el mal, o aquello que te da inseguridad, y otra vez más, sin pensar, necesitas una copa.
Y toda la noche se basa en "Necesito una copa", porque ya no queda otra opción, porque la vida te da lecciones y algunas de ellas sin solución, y te escondes en otra copa más.
Paso a paso recorres un sendero que te lleva a una salida pero que nunca hallarás si te das por vencida, y darse por vencida se encuentra en la frase "Necesito una copa", en la cual se halla desilusión, pena, dolor, y que a pesar de todo esto no encuentras solución... pero tu sigues disimulando a la vida con "Necesito otra copa más".













martes, 7 de agosto de 2012

Será porque te amo

Preparo cada uno de los detalles impaciente, a pesar de que falten horas para que aparezca por la puerta sonriente, regalándome sus rasgos característicos cuando alguna gracia hace y sus buenas noches.
Lo diviso todo, absolutamente cada mota de polvo que se halla por las habitaciones, miro atentamente la terraza y observo si hace buen tiempo para cenar allá afuera. Y así es, el típico fresquito con aroma veraniego asoma por el balcón.
Observo por encima mi dormitorio y miro alrededor por si existe algún desorden visible que pueda impresionarle, o incluso me percato de si alguna nota escrita por mí que habla de él se halla escapada de su escondite, para que no pueda divisarla, ya que me daría vergüenza que sepa que pienso todos los días y a todas horas en él.
Una vez ya segura de que todo se encuentra en el lugar correspondiente voy decidida a prepararme una ducha de agua fría que resbale por mi cuerpo quitando el sudor provocado por las tantas horas ajetreada dando vueltas arriba y abajo para que todo salga perfecto, sin ningún error, sin un pequeño fallo. 
Ya he salido del baño con mi peculiar olor a ambiente primaveral debido al perfume que él mismo me regaló porque sin ninguna duda deseo con todas mis fuerzas que éste se quede impregnado en su ropa, en su piel, de tal forma que siempre me tenga presente.
Voy sin pensarlo rápida por el pasillo, tanto que otra vez empiezo a sofocarme por el calor y me dirijo al pequeño ropero que está en la esquina de mi habitación, lo abro con cuidado, con delicadeza ya que está un poco viejo debido al paso de los años, y allí se encuentra, mi nuevo vestido impresionante, deslumbrante, y que sin duda alguna levanta envidias y pasiones, un vestido elegido para la ocasión. 
Pero sin saber el por qué mi vista me juega una mala pasada y se dirige a un pantalón azul oscuro largo y a una camiseta como muchas otras que tengo mal dobladas allí, ya que mi intuición decía que debía ponerme esa ropa.
Cogí mi bolsita donde se encontraban todas mis pinturas y me miré al espejo.
Estaba a punto de llenar mi cara de esa sustancia que tantos milagros hacía y que borraba todas las imperfecciones que mi rostro tenía, tanto alguna marca de acné como alguna cicatriz producida debido a lo rebelde que había sido de pequeña, y que poco me gustaba.
Cuando estaba dispuesta a que la esponjita llena de maquillaje con una tonalidad un poco más oscura a la de mi piel rozara mi mejilla, eché la vista hacia adelante y me dije a mi misma que esa noche no debía maquillarme, quería estar natural frente a él, aunque más fea me hallase.
Parecía increíble que después de tantos días esperando ese momento no quisiera ir de la mejor forma posible.
Concluida toda la tarea miré el reloj y me fijé que aún faltaba un par de horas para que llegase, y debido al cansancio me quedé dormida, ni si quiera me di cuenta que mi compañera entró haciendo un ruido tremendo con sus tacones como siempre hacía.
Sonó el timbre pero yo seguía dormida, soñando con él, como de costumbre, y mi amiga que a punto estaba de marcharse abrió la puerta y dijo con tiento que me encontraba cansada y que estaba echada en el sofá.
Se acercó a mí despacio, giré la cara, abrí los ojos y lo ví, observé sus preciosos ojos azules que me miraban con dulzura como siempre hacía desde que me conoció,  y me ofreció esas palabras que estaba deseando escuchar todo el día, pero que jamás pensé que las diría en ese momento: "estás preciosa".
Un te quiero salieron de mis labios algo pastosos debido al tiempo dormida, y le pregunté un poco despistada el por qué me dirigía esa frase si estaba echa un auténtico desastre.
Entonces él respondió con fuerza y ganas... será porque te amo.



Y ¡es que es tan típico llorar por amor!

Cansada de escuchar palabrerías de tus amigas, a pesar de que para ellas consejos hacia tu persona sean y de derramar lágrimas sin más aunque éstas te regañen por la situación, decides evadirte y pensar sólo en lo que te ha sucedido, y en todo lo que has vivido, y que quizás, tal vez, si hubieses actuado de otra forma distinta habrías podido solucionar.
Simplemente no paras de maldecirte sin más, aunque sepas con certeza que culpa tuya no ha sido ese malestar.
Aunque ellas siguen charlando y cada una dando su opinión sobre el tema, tú no paras de repetir siempre las mismas frases con las mismas palabras que antes ya habías mencionado, pero una cosa es inconfundible, no te das cuenta de que todo, absolutamente todo, tanto sus palabras como las tuyas son en vano.
Pueden darte soluciones que tú nunca llegarás a realizar, porque sola tienes que tropezarte, caer y caer una vez más, hasta que cuenta te des que no merece la pena continuar. 
Y ¡es que es tan típico! te ocurre algo que piensas que es el fin del mundo y que por ello no volverás a ser la misma, la que sonreía y daba saltos por la calle como si una niña fueses, ni a sentirte viva. Y sin pensar, diriges la vista hacia el móvil y corriendo llamas a tu mejor amiga, y así en cadena os reunís todas en una pequeña habitación esperando escuchar el nuevo cotilleo o el por qué de la llamada y reunión que tan urgente parece.
Una vez dada tu charla de tres horas repitiendo lo mismo una y otra vez pero con diferentes tonalidades de voz, observas a tus compañeras, tus confidentes con caras enfadadas porque sabían perfectamente, con toda claridad lo que te ocurriría, bien porque ellas ya lo han vivido anteriormente, o porque era certero lo que iba a suceder y se veía a leguas.
Y entonces volvemos al principio.
Siempre es lo mismo, no vamos a cambiar. Lloras y lloras delante de aquellas que alguna vez lo hicieron delante tuya por alguna u otra razón parecida y convencida dices no volverte a enamorar, no confiar en los tíos o a reprocharte cosas sin sentido.
Pero cuando pasa el tiempo, otra vez ocurre sin esperar.
Y ¡es que es tan típico! una vez más se cae en la trampa, y una vez más vuelve a pasar...
Y ¡es que es tan típico! una vez más caminas cogida de la mano y riéndote sin parar, como antes lo hacías con otra persona.
Y ¡es que es tan típico! te regalan el oído, es él sin duda alguna el que más te amará, y poco después resulta que es igual a los demás.
Y ¡es que es tan típico! decir que es el chico al que más has querido, como ya dijiste con aquel que derramaste lágrimas sin más.
Y ¡es que es tan típico! llorar por amor.












Nunca digas nunca

Nunca digas nunca
Pues nunca se sabe los caminos que el futuro depara
Nunca digas de este agua no beberé... pues el sendero es largo
y aún queda mucho por recorrer.
Nunca se sabe que cuestiones te preocuparán
y quizás sean aquellas que antes reprochabas preocupar
cuando el tiempo pase
Jamás sabrás que cosas vivirás
y lo que el destino querrá hacer de ti
de tu vida
de tu andar.

Nunca digas nunca
No empieces a criticar
pues eso que reprochas, tal vez, tarde o temprano, te puede pasar.

Nunca digas nunca
porque las personas cambian cuando el tiempo pasa
y aunque digas no ser igual a los demás...
los pasos y pasos que lleves recorridos al final del sendero
te harán reflexionar... y quién sabe, a lo mejor esos errores que antes juzgabas...
sean los hechos que en esos momentos más valorarán.

Nunca digas nunca.

lunes, 6 de agosto de 2012

Música

Música...
Música en cada rincón,
en cada uno de los escondites de la calle,
en cada gota de lluvia al caer sobre la acera llena de barro,
en cada pisar... tanto de tacones de mujer, como simple botas de fútbol de algún muchacho.
Música en cada coche que derrama humo negro y espeso,
en cada grito de enfado por alguna u otra disputa,
en cada sentir del viento azotando los árboles...
en cada llanto de un niño pequeño perdido en el parque,
y la voz de la madre buscándolo desesperada...
en cada lugar del mundo.
Música en el despertar del alma, en rincones por ella escondidos,
en cada lugar de la mañana, en cada escondrijo dormido.
Música en cualquier momento... en cualquier estancia...
Sólo hay que saber sentirla...
La música...




¿Cómo fingir?

Caminábamos de la mano, pero siempre, en todo momento, tú estabas pendiente de que alguien conocido apareciese, para separar nuestras manos cuando esto ocurriese.
Seguíamos caminando a oscuras, pero no porque de noche fuese, sino porque yo a mi alrededor no miraba, sólo era tú luz lo que me inspiraba y por tanto me iluminaba.
El resto era sombra que me abrazaba, y aunque en ocasiones alguna racha de frío entrase por nuestros poros, a mí, el calor de sentirte a mi lado tapaba los escalofríos típicos de la madrugada.
Ya ni si quiera el hambre me importaba, pensaba en tus ojos y en tu mirada, soñaba con tus besos, esos que tanto necesitaba, imprescindibles se volvieron, los esperaba siempre con ganas.
Como pareja caminábamos, como pareja nos mirábamos... y como pareja yo te amaba.
¿Cómo fingir que no te extrañaba?
¿Cómo fingir no saber que tu no me amabas?
¿Cómo fingir que igual me daba que tu no me desearas?
¿Cómo fingir no saber que tarde o temprano lejos de mí te encontrabas?
Simplemente... ¿Cómo fingir?

domingo, 5 de agosto de 2012

Hoy, en esta mañana.

Una mañana más suena el despertador del móvil de último modelo que me he comprado hace apenas un par de días... me doy la vuelta hacia el otro lado intentando por todos los medios ignorar ese sonido incómodo... y ahí está él. 
A pesar de que el insoportable ruido sigue sonando sin parar ni un segundo, él se encuentra dormido, echado en la cama, con las piernas puestas en el pecho, acurrucado fuertemente a sí mismo, a simple vista parece que tiene frío. Tiene esa cara de niño bueno típica de cuando duerme, e inconscientemente busca desesperado algún resto de sábana para tapar sus ojos de la luz del día, que aunque cerrados se encuentren pueden divisar toda la claridad que por la ventana de mi habitación asoma.
Cómo de costumbre me tocaría despertarlo de nuevo, pero hoy, en esta mañana, quiero tenerlo a mi lado un poco más. Hoy, en esta mañana, necesito pensar que está, que se encuentra conmigo y que nunca partirá. Hoy, en esta mañana, me gustaría observarlo detenidamente, acariciar su rostro, ver que en estos instantes, es mío y de nadie más, que se halla arropado en mi cama, en mi cuarto, en mi lugar. 
Ni si quiera tengo el valor de meterme en la ducha, y que el agua fría caiga por mi rostro, sólo, hoy, en esta mañana, necesito verlo un poco más.
Me gustaría tocarle la cara, y poder besarle sin parar, pero mis manos están quietas, inmóviles y mis labios no desean acercarse, tienen miedo a que se pueda despertar.
Porque si se despierta, se marchará, se pondrá la ropa caída en la silla de mi escritorio, se lavará la cara, me dará un pequeño beso de despedida, cogerá el autobús y marchará.
Otra vez hará el mismo proceso, y hasta la siguiente semana, o quién sabe, hasta el siguiente mes, no volverá... y otra vez sucederá lo mismo.
Por eso hoy, en esta mañana, prefiero esperar un poco más, llegar tarde al lugar de mi destino, pero poder sentir que es mío un poco más... Hoy, en esta mañana.

Silencio

En el silencio me encuentro...
ni susurros se oyen al caminar,
ni tan sólo el piar de los pájaros se pueden escuchar.
Pero no es cuestión de la calle, ni del que dirán,
es porque mi mundo se vuelve pequeño, quisiera viajar al mar,
Pasear a solas por la orilla,
sentir la brisa del océano pasar,
poder oír el canto de las gaviotas, olvidarme de soñar,
simplemente porque en esos momentos, mi más preciado sueño, se estaría haciendo realidad.
Que la brisa de las montañas digan tu nombre bajito,
el mio se perdió en la tempestad,
ahora que no estás conmigo, ya no tengo libertad.
Suena contradictorio, pero desde tu partida el silencio es mayor...
¡Silencio, silencio, silencio! ¡Temor!
Temor a perderme en el silencio, que a ninguna otra persona pueda amar,
no escuchar más las gotas de lluvia que tanto me gustaban,
ni el ruido del tren al seguir sin parar.
Mi vida ahora es una noria, y no lo puedo controlar,
cuando a mi vera te encontrabas, estaba en lo más arriba,
tocando el cielo y ese silencio se volvía asustadizo sin más,
ahora más abajo me hallo, y aquí el silencio es mayor, toma posesión de mis oídos
que ya no oyen lo anterior... y por tanto, una vez más, presa de mi dolor.
Vuelve a mi lado amor mío, te lo pido por favor
otra vez el silencio es muy grande... a pesar de que siempre ahí se encontró...
contigo supe comprender el sentido de escuchar...
aunque parezca difícil las gracias te doy porque en su momento me devolviste mi seguridad.

sábado, 4 de agosto de 2012

El diario

Y cuando a punto estaba de dar la vuelta y marcharme...se abrieron las enormes puertas de hierro forjado que adornaban el grandísimo y espectacular palacio que se hallaba a las afueras del pueblo.
Contenta y al mismo tiempo asustada, decidí entrar con pies de plomo, despacio, como si de una leona intentando coger a su presa desprevenida se tratase.
Fui avanzando poco a poco por ese jardín que se podía observar en la entrada, lleno de rosas rojas,  parecidas al color de la sangre, con grandes espinas visibles... un poco más adelante una piscina con un par de delfines tallados a mano en varias esquinas del bordillo de ésta...con pequeñas pinceladas decorando sus caras tristes.
Conforme iba avanzando poco a poco, se podía divisar a lo lejos una enrredadera que daba paso a otra pequeña sala, aunque de pequeña tenía bien poco, en comparación con lo demás era diminuta.
Paseándome por allí, sin más, encontré un libro posado en una gran mesa rectangular que llegaba desde el principio de esa habitación tan siniestra hasta el final de la misma, una vez me acerqué a él descubrí que se trataba de un diario.
A pesar de que desde muy chica me enseñaron que libros como ése no debían abrirse, yo deseosa de saber que escondía, muy convencida, intenté desplegar la primera página, pero fue en vano, ya que poco después observé que tenía un candado, que indudablemente se servía de una llave para poder abrirse.
Le dí mil y una vueltas para encontrar otra salida, y salir vencedora, pudiendo descubrir que se hallaba dentro de éste, pero nada se me ocurría... ni si quiera me percaté de algo tan sencillo, que había estado conmigo todo este tiempo, desde que me encontraba en el orfanato, una llave preciada que colgaba de mi cuello desde que mi memoria pudiese alcanzar. 
Llorando desconsolada porque jamás encontraría de donde procedía y por tanto, nunca sabría a donde me dirigía, observé un espejo que se encontraba al fondo de la sala... y justo allí me percaté... ese colgante que llevaba que ni para dormir me lo quitaba.
¡Cómo no me había dado cuenta antes! me quité lo más rápido que pude la medalla que colgaba de mi pecho e hice contacto con la llave y el candado del diario y sin esperarlo, se abrió. 
Y allí estaba, justo en la primera página, una foto de una niña con sus padres, la misma foto que llevaba siempre guardada para recordar a mi familia... y entonces supe seguir mi destino... ya sabía cual era mi casa... ya sabía que camino coger para seguir adelante.










Porque te extraño

¿Por qué ahora?


¿Por qué te recuerdo y observo en la distancia como si fuese ayer la última vez que nos vimos?
Quizás será porque pensaba que tus pasos eran mi destino.


¿Por qué a pesar de todo el tiempo transcurrido desde tu partida, mi boca tiene el sabor de tus labios a pesar de que otros han vuelto a besarlos?
Puede ser que jamás me acostumbre a no tenerlos a mi lado.


¿Por qué mi cuerpo siente tus manos como si nadie más lo hubiese acariciado?
Será porque tus caricias se quedaron en mi piel impregnadas, tal vez era amor lo que yo esperaba.


¿Por qué mi aroma huele aún a tu ropa si en la fría noche ya no te encuentras arropándome entre algodones?
Será porque a lo lejos siento tu olor llamándome a voces.


¿Por qué en la distancia oigo tu respirar como si a mi vera estuvieses dormido?
Eso son sólo sueños, sueños que revivo todas las noches, imaginando que estás conmigo.


¿Por qué al despertar, a pesar de qué se que nunca más estarás a mi lado, sigo buscándote entre mis sábanas?
Eras el único que me besaba y cuidaba a altas horas de la madrugada.


¿Por qué tu risa resuena cada vez que alguna palabra graciosa tuya recuerdo?
Hace tiempo que no río como lo hacía con tus te quiero.


¿Por qué cuando oigo hablar de amor me vienen a la mente esos ojos tuyos?
Relacioné el amor con la imagen de tu cuerpo y tu susurro.

¿Por qué cuando camino sola por la calle, siento tus manos sobre las mías y mis mejillas se sonrojan como si realmente estuvieses observándome?
Porque eres el único que me hizo sentir, a pesar de ser el primero en olvidarme. 


¿Por qué cuando alguna pareja pasea agarrados mis pensamientos se dirigen hacia tus abrazos?


Será porque te extraño.






viernes, 3 de agosto de 2012

Van pasando los días


Van pasando los días y te sigo recordando cada segundo que pasa
Cada instante pienso en todos los momentos vividos y hoy, una vez más, he amanecido sin ti.
Te quiero y tengo miedo a perderte del todo,
Te quiero, aunque sé con certeza que todo esto ha acabado ya,
Que ya no estarás ahí para esperarme y yo ni si quiera desearé con ansias que vengas a mi camino,
Y tampoco me acurrucarás por la noche, en la cama, mientras hacemos el amor entre cascadas de sábanas y suspiros encantados.
Por un momento soñé que seguías conmigo,
Y que el olor de tu piel seguía entre mis brazos,
Y dos pequeñas lágrimas asomaron otra vez, sin yo querer
¿Soy feliz?
Sí, lo soy, pero me falta algo, son tus caricias y besos
Que ya jamás tendré.


jueves, 2 de agosto de 2012

El cambio

Conduciendo por los senderos de ese camino, que con anterioridad se encontraba lleno de baches y encharcado debido al agua de lluvia que caía durante los días de invierno, que interminables parecían... giré la vista hacia la izquierda sin saber el por que, y pude percatarme del sitio donde se hallaba aquella pequeña casita de madera que se encontraba a pocos kilómetros del lago que adornaba ese espeso bosque y que ahora se había convertido en un embalse para transportar agua a la urbanización.
Desde mi marcha a la ciudad, nada parecía igual, los árboles verdes habían disminuido su copa, dejando paso a grandes farolas... y a algún que otro pino plantado en macetas fabricadas por manos del hombre. 
Los rastrojos que se encontraban en el suelo del pequeño sendero habían sido barridos, dando lugar a una carretera que guiaba hacia el pueblo.
El cambio... ahora entendí esas palabras que mi abuela me nombró antes de ir de regreso al que había sido mi hogar.
Los animalillos que se divisaban tan sólo con abrir los ojos, al despertar, muy de mañana... algún que otro pajarillo despistado que se posaba en la ventana... o varios grillos mostrando su canto a las altas horas de la madrugada, ya no se hallaban allí.
Supongo que debía acostumbrarme... mi idea de vacaciones no iban a resultar como esperaba.



Libertad

Y quisiera decir todo lo innombrable,
no tener miedo del que dirán,
ser uno mismo, no imitar.
Correr por el bosque descalza,
los pies de barro llenar,
que el viento de en mi cara,
y la brisa poder acariciar...
Sentir que soy libre,
vivir, oír, hablar...libertad.




miércoles, 1 de agosto de 2012

Palabras y hechos

Las palabras tan sólo son letras
y los hechos son meras acciones
las palabras son insignificantes 
y los hechos, razones...
pero cuando ambas se unen
y forman corazones
en la noche se vuelven difusas
y toman el color de las pasiones
el color del amor... el color de dos....
Porque un te quiero unido a un abrazo...
vale más que mil palabras...
y mucho más que mil hechos...




Miedo a tropezar...

Miedo...


por llegar y no encontrarte
por buscar y no hallarte
por mirar y no alcanzarte
por regresar y no mirarte


Miedo...


a aquello inalcanzable
a aquello imborrable
a que no llames en un día
a que busques otra salida


Miedo...


a la vida
a la muerte 
miedo del presente
del futuro incoherente
de las miradas perdidas
de las mentes dormidas

Simplemente... miedo a la caída...
Miedo a tropezar y abrir heridas.
Que jamás vuelvan a cerrarse,
que estén ahí desde ese momento en adelante...


Miedo... a tropezar de nuevo.




Ya nos veremos

Ya nos veremos...
fueron las últimas palabras que pronunciaron tus labios,
fueron los últimos suspiros que derramaste a mi lado.
Justo en ese instante, observé fijamente tu mirada... y descubrí que no sentías nada,
ni una mísera gota de agua salada cayó por tu rostro,
ni un pequeño llanto asomó por tus ojos,
ni tan siquiera un suspiro con sabor a odio por la despedida.
Tu risa inundaba mi almohada
mientras yo te miraba desolada... mientras el agua caía como ríos,
mientras que mi corazón palpitaba a un ritmo vacío,
un ritmo ya vacío de amor, al darme cuenta del dolor,
al comprobar que no sentías ni cariño ni amor.
Cuando acurrucada en tus brazos me encontraba,
con la certeza de que sería la última noche arropada,
no pude evitar contener las lágrimas,
éstas escaparon por mi cara llegando a tu cuerpo sin pausa.
Entonces te percataste,
yo no estaba igual de feliz que tú, yo no quería ese adiós,
a pesar de que fuese mi única y última decisión.
Tu rostro comenzó a mirarme con extrañeza,
y comprendió lo sucedido,
esas noches de grandeza, de misterios sostenidos,
habían dado un fruto inesperado,
un fruto que fue el comienzo de un amor alocado,
un amor que no deseaba la separación,
pero que sabía que era lo mejor,
lo correcto para andar hacia adelante.
A pesar de que un signo de interrogación asomó por tu bella cara,
no puso impedimento, y no se paró en la distancia.
Desde la puerta dijo adiós...
Desde allí pronunció, continuando, sin parar...esas palabras mágicas...
No llores por mí...
Ya nos veremos.



Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...