jueves, 23 de agosto de 2012

El deseo de ser feliz

Mira hacia arriba, respira fuertemente y sé fiel a tu camino.
No paraba de escuchar eso en mi mente con continuidad, pero no sabía si era solo fruto de mi cabeza, o es que realmente alguien importante me había nombrado esas palabras alguna vez en mi corta vida.
Aún así, después de varios años con esa frase que tanto se repetía dentro de mí, supe que era el momento de ponerla en práctica, y de descubrir su verdadero significado.
No le dí muchas vueltas y como consecuencias de los actos que había cometido en este tiempo, me dije que no debía dar mi brazo a torcer, que realmente aquellas personas a las que había hecho el mal, o que sin intención alguna  había lastimado, si se consideraban mis amigos o gente con la que querían compartir su vida conmigo, deberían adaptarse a mí, al igual que yo a ellos, que yo misma no debería cambiar, que debería ser fiel a mi camino, seguir en línea recta hasta donde mi espíritu se dirigiese realmente y no fallar.
Que a los problemas que ahora se venían encima, debía ponerle buena cara, sonreír y respirar fuertemente para jamás caer en el juego de aquellos que desean peleas, disgustos y que guardan rencores...porque el rencor es el peor de los actos que se puede cometer, y una vez que caes en la trampa de éste, no hay marcha atrás.
Y el último paso, fue mirar hacia arriba, está bien, resulta que lo he realizado todo al revés, y quizás por ello en algunas cuestiones haya fallado, pero creo que me ha servido de algo, miro al cielo, y de tantas estrellas que iluminan mi paso y la luna resplandeciente debido al brillo que el propio sol le otorga, puedo divisar una estrella fugaz, algo que no suele ser muy habitual, y decido pedir un deseo... un deseo que espero que se haga realidad y que me obligue a no caer, y si tropiezo a levantarme, y si fallo a corregir... simplemente el deseo de ser feliz.







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