domingo, 30 de septiembre de 2012

Y no hacerle daño

Observar detenidamente la ventana, pensar eso que llevas planeando decir hace ya una semana y que tu cabeza desea liberar pero el corazón impide pronunciar por miedo, siempre por temor a lo inesperado, al no saber, miedo a amar.
Fuera llueve, todo es melancolía, todo desesperación, pero en parte, la tempestad ayuda a despejar, a saber realmente lo que necesitas, verdaderamente lo que quieres, asegurar lo que añoras.
Ser consciente realmente de que lo que en estos instantes hallas, no es aquello que esperabas con inquietud, lo que necesitabas con ansiedad.
Y a pesar de lo que tu interior siente, saber que lo tiene todo, pero no todo lo que te llena, porque otro amor lo destruyó, y ya no puedes sentir, apreciar lo mismo, ya no quieres volar al lado de alguien...sólo deseas libertad.
Saber que esa persona te quiere a ti, que en las noches sueña tenerte entre sus brazos y en el día te piensa a todas horas y en todo momento...pero siempre está ese algo en tu interior que pide un "stop", un "no es el momento adecuado, no estoy preparada".
No saber como explicarle, ni entender como es tan difícil comentar que no sientes lo que esperabas, pero que necesitas su amistad, su cariño...pero...sin quererlo...no su amor, no su compañía en pareja.
Y entonces entender realmente que te ocurre, mirar alrededor, abrazar fuertemente la almohada y decir profundamente...no quiero hacerle daño.


martes, 25 de septiembre de 2012

Y...soñar

Alguna vez, observando el mar, quizás, te percates como el cielo se diferencia de éste, dejando un color poco uniforme, mostrando una línea perfectamente recta entre ambos, pareciendo en la distancia que cuando aquel barco, aquel enorme crucero llegue a esa línea recta, descenderá y ya no habrá más agua por la cual continuar.
A través del cual casi en la distancia puedes tocar el cielo con la yema de los dedos, y nadar por el mar profundo hasta casi desaparecer, está claro, desaparecer por unos instantes, que nadie te encuentre, que nadie te busque, sólo descansar.
Respirar el aire fresco que se encuentra alrededor, las casas alumbradas por el sol intenso, que a pesar de que algunas de ellas sean antiguas les da un aire a paraíso, a un aroma veraniego.
Y observando detenidamente, recuerdos...el propio pasado se funde con el presente en tan solo un chasquido de dedos, en tan solo una mirada al horizonte, en un simple vistazo de nostalgia.
Cierras los ojos, escuchas los barcos que se dirigen a la mar, y te inunda la tranquilidad, el deseo...sientes ganas de volar, tienes ansias en despegar, quieres viajar...
Sentimientos se mezclan observando el paisaje, oliendo la sal procedente del agua, pensamientos que llegan y van, que aparecen y se pierden en un abrir y cerrar de ojos...gaviotas volando que se posan en el tejado, a un palmo del balcón en el que te encuentras, e intentas alzar el brazo y alcanzarlas, pero en el fondo sólo hay un deseo de despegar, de acompañarlas en su vuelo y... soñar.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Una noche de amor


Susúrrame, susúrrame bajito, lento, despacio...para que las hojas que movidas por el viento fuerte son, te oigan, y hagan sintonía con tu voz, fundiéndose los sonidos de la naturaleza con tu ser.
Hazlo con suavidad, con ternura, pues mis oídos necesitan deleitarse con tu belleza, aunque a oscuras se encuentre la habitación, y no sepa a ciencia cierta que aspecto tiene hoy tu rostro.
Utiliza la sabiduría para conocer que palabras usar, que letras decir a mi persona que lleguen hondo, dentro de mí, que sean aquellas mismas que realmente sientas, y no sea sólo fruto de mi imaginación lo que creo que piensas de mí, de nosotros, de nuestra historia.
Usa la música que tus labios pronuncian cada vez que se mueven para soltar algo que estás a punto de nombrar, y acorde con los silbidos de los niños que se encuentran en la calle a altas horas de la madrugada, jugando sin querer volver a sus casas a dormir...realiza un pentagrama con aquellas notas y claves que se mezclan mientras tu sigues hablándome, diciéndome que estás ahí.
A la vez que me cuentas ese secreto tan esperado por mí, acaríciame la cara, y rodea con tus brazos mi cintura, así, de esa forma estaré segura, pues sabré que te encuentras ahí, abrazándome, sólo para mí...mientras mis manos se juntan con las tuyas, entrelazando mis dedos finos, largos, con los tuyos gruesos pero igual de extensos, y sintiendo tu piel, esas venas señaladas en tus brazos, y el calor de tu cuerpo pegado al mío, con suavidad, con delicadeza, con amor.
Y entonces la habitación se vuelve cielo, con sus miles de estrellas alrededor, alumbrando nuestro nido de amor, formando un corazón alrededor de nuestros sentidos, de tal forma que hagan el efecto de una pared, y así de esta forma, que ya sólo se escuchen tus palabras, ya no se oigan ruidos de la calle, ya no realicen composiciones entre ellos...ya sólo se encuentra tu eco, tus caricias, tus suspiros junto a los míos...y los cuerpos entrelazados, ya no queda nada más, ya lo tenemos todo, tú y yo.
Y ya cansado de contagiarme tu felicidad, de mostrarme tus sentimientos, al final, sólo al final, en el último momento lo haces, dices aquello que estaba esperando escuchar toda la noche, después de haber fundido nuestras almas, juntado nuestros corazones, mezclados nuestros besos, uniendo nuestras fantasías y pasiones...lo pronuncias...al final...te amo.





lunes, 17 de septiembre de 2012

Rompiendo tu corazón

Y entonces ocurre...y nuevamente las miradas se cruzan, y te alegras, y saludas...sonrisas por el reencuentro, vistazos de arriba hacia abajo para observar los cambios, las diferencias...y recuerdas...recuerdas todo lo vivido, cada cosa insignificante, cada día pasado juntos...y a su lado, ella.
Comparas su sonrisa con la tuya, sus dientes rectilíneos con los tuyos propios, sus ojos como la arena se funden en un "hola" con los tuyos empapados en agua...desvías la mirada y sólo él...
Entonces es cuando reconoces los sentimientos...rencor, rabia y dolor...
Rencor por lo ocurrido en el pasado que no te dejó descubrir una parte de él...
Rabia por no poder compartir tu presente con su compañía...
Y dolor por pensar y saber que un futuro no se hallará...y que sólo será encontrado por casualidad, como hasta ahora....a ese chico que robó tu niñez, ese chico al que te entregaste sin más, sin pensar en las consecuencias...sin pensar en nada, sólo en su imagen, sólo en su hermosura...pero resulta que a veces la belleza no lo es todo...y el error se encuentra dentro...rompiendo corazones...rompiendo tu corazón.

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sábado, 15 de septiembre de 2012

Dos mundos

Casa antigua, mesas decoradas con un cierto aire al siglo pasado, todas llenas de polvo, con detalles de porcelana encima de éstas, también igual de sucias.
Pasillos oscuros, fantasmales, espejos enormes, en los cuales no se distingue bien la figura, recubiertos de arena, llenos de recuerdos.
Habitaciones siniestras, camas demasiado grandes sin hacer, con un aire a ser destrozadas por una princesa que a solas la noche pasó con el príncipe de sus sueños, pero igual...castillo infernal parece, sólo falta el dragón malvado que protege y guarda el lugar.
Jardines enormes rodean el palacio, llenos de flores rojas, que huelen a fracaso, marchitas se encuentran, sin vida, sin hogar...sin dueño.
Todo negro, no hay color... no hay sendero, todo cenizas que creó el fuego, o que más bien, creó el tiempo, el pasar de los años, fotos quemadas debido al desengaño.
Cuadros dibujados por algún pintor desconocido, creando retratos de familiares perdidos...que no se sabe nada de ellos... que ni el polvo les hace recuerdo.
Baños desorientados, sucios...parecen no ser usados desde hace años...y por último, el patio final... Sí, el patio final, allí las tumbas se encuentran, lápidas con nombres grabados en su parte frontal, que dicen "vuestra familia os quiere y recuerda"...hasta que la descendencia acaba, o simplemente se marcha a vivir a la ciudad...ya que el campo atormenta, da vida a sombras siniestras, a espíritus encantados y a algún que otro ser maligno...y por ello...he decidido regresar.
Observar el por qué mis antepasados se marcharon de allí, de aquel lugar tan magnífico...donde poder perderse...donde poder imaginar, en el cual poder soñar...alejarse de la realidad y adentrarse en un verdadero cuento de hadas, donde sólo yo soy la protagonista y acariciar las nubes, y revivir el bosque y crear algodones de colores donde poder descansar...todo un libro lleno de fantasía.
Y entonces despertar...y ver realmente donde vives y donde pasarás el resto de tus días...una casa pequeña, perfectamente colocada, increíblemente limpia...habitaciones pequeñas, con camas chicas, ordenadas...cubiertas de ensueño... espacios diferentes, distintos mundos pero un sólo cuerpo, el mío... 
Casas grandes y fantásticas en mi propio mundo de los sueños... casas pequeñas y normales en el mundo real...y dos mundos que los siento míos... y dos mundos de los cuales no aterrizar.

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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Como un secreto

- Hoy estaremos solos.
- ¿Solos otra vez, y tus amigos?
Eso es lo que han pronunciado mis labios, porque claro, siempre era lo mismo, me gustaba estar con él, compartirlo absolutamente todo y jugar al amor cada vez que nos veíamos, pero...me empezaba a cansar, quería conocer a su gente, a sus colegas...a sus amigos, quería observar las personas con las que se rodeaba, aquellas que formaban su círculo...aquellos a quienes quería.
- No, hoy tampoco pueden.
- Ahh, yo pensaba que hoy cenaríamos juntos...¿cuándo me los vas a presentar?
Parecía impaciente y nervioso cuando le hablaba de eso, él no paraba de contarme anécdotas vividas con ellos, pero a la hora de presentármelos, siempre y en toda ocasión tenía una excusa... y yo empezaba a estar un poco harta de eso.
- Te los presentaré algún día, además ¿que más da?, ¿estás conmigo no? Es lo importante.
- Ya...claro, tienes razón.
Aunque mis palabras parecían conformarse con lo que me había contestado, realmente no lo estaba. 
Comenzaba a estar insegura de nuestra relación, no quería adentrarme en su entorno, y eso me asustaba...a pesar de que iba pasando el tiempo, él seguía quedando a solas conmigo, sin dejar, siquiera por asomo, que sus amigos viniesen con nosotros...monotonía por todos lados...parece que me escondía, y tampoco tenía alguna intención en acercarse a las personas que me rodeaban en mi día a día.
Pero armada de valor le pregunté...
- ¿Le has hablado a tus amigos de mí? 
Lo miraba detenidamente, estaba segura de que mencionaría un "sí", ya que confiaba en que realmente me quería.
- No, aún no.
¿Aún no?, mis ojos se pusieron como platos, me dolió el pecho... ¿cómo puede ser?, llevábamos juntos ya casi seis meses.
Entonces mis ojos se cerraron, cayeron dos diminutas lágrimas que pronto me quité con la mano que me quedaba libre, ya que con la otra seguía agarrada de su mano, y continuábamos andando por el camino, hacia donde siempre...y comprendí lo que antes no rozaba ni a entender, que sólo era un secreto para él...como un secreto el cual jamás desvelaría. Y a pesar de eso, continuaba con los dedos entrelazados en los de él... la persona que más había querido en mi vida... y la cual me guardaba como un auténtico secreto.







martes, 11 de septiembre de 2012

Con ganas de más


Alzo la vista al horizonte mientras me encuentro sentada, con las piernas cruzadas en la arena de la playa y entre mis manos una carta…recuerdos.
Mis ojos empiezan a hablar, y gotita a gotita muestran que te echan de menos…tu risa, tu soñar…tu forma de ser.
Sin esperarlo, la carta comienza a mancharse de diminutas gotas de agua salada, las lágrimas, y las letras que en ella hay, son testigos de que aún no te he olvidado.
En el fondo, una sonrisa, la mía…a pesar de los malos ratos por el olvido, sigue apareciendo risa en mi rostro, marcando las comisuras de mis labios, quizá fue porque lo sucedido mereció la pena…y ¿entonces? ¿por qué llorar?
No fue por lo que sucedió, sólo que... fue poco el tiempo que me regalaste… y me quedé con ganas de más, con ganas de ti.

 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Y sólo al final, te das cuenta.

Y la abrazas con fuerza...para que no se vaya de tu vera, para que esté a tu lado eternamente, pero el corazón tiene alas, es independiente al cuerpo y si éste no quiere quedarse, no merece la pena...pero la mantienes atada a tu cuerpo, a tus besos... pero ella no siente nada, ni siquiera muestra repudio, ni desprecio...simplemente ignorancia.
Entonces ahora eres tú el que llora, ahora eres el que vocifera en la calle, desesperado, porque sabes que aunque esté amarrada a ti, realmente no te quiere, porque ya es demasiado tarde...porque por fin, ella ha decidido volar, sola, lejos de ti, hacer su vida...y sólo en ese instante, y sólo al final, te das cuenta de lo que has perdido por tu orgullo, por tu frialdad hacia ella y por no quererla como se merece, porque una mujer es mucho más que un juguete con el que pasar el rato...y sólo al final, te das cuenta.

Esta noche

Esta noche me gustaría parar el reloj, que cada uno de nuestros latidos y palabras se congelasen en el tiempo...y quedasen por siempre grabadas en nuestras cabezas, grabadas en nuestro corazón...grabadas en la historia.
Esta noche me gustaría parar el lugar, que sólo se sintiese el bombardeo del corazón, sonando sin parar a un ritmo desenfrenado...diciendo claramente esas palabras mágicas...te quiero.
Esta noche me gustaría que el juego cambiase, y que dos fuesen los ganadores, y si tuviésemos que perder lo hiciéramos en compañía, unidos...porque lo importante es estar juntos.
Esta noche me gustaría gritar a los cuatro vientos que lo tengo a él, que no me importa nada más...sólo despertar y caminar a su vera.
Esta noche me gustaría pasarla en su compañía...como otras tantas noches ya hemos pasado juntos y simplemente poder decir...por fin lo he hallado, por fin lo tengo conmigo, le quiero a él.








viernes, 7 de septiembre de 2012

Yo sólo sé que te quiero

El sol ardiente entra por mi ventana, deslumbrando, y dejando a la vista todo el desorden existente que en mi habitación se encuentra, y las sábanas enredadas en mis piernas, debido al continuo movimiento mío, por el calor y el frío en la noche, dejando como resultado la cama destrozada.
Palpo a mi lado, y no lo encuentro, y abro los ojos despacio, por miedo a que la claridad me ciegue...y compruebo que realmente no se halla en el lugar, ha desaparecido, o bien, simplemente se ha despertado pronto...algo bastante raro en él.
Decido levantarme, pero antes de eso, me estiro, bostezo debido al sueño, y comienzo a andar por la habitación, esquivando la ropa que se encuentra en el suelo. Mientras voy avanzando, me puedo dar cuenta que aún sigo desnuda, por ello decido colocarme una toalla alrededor de mi cuerpo para poder seguir andando, mientras me dirijo al salón.
Cuando llego, puedo observarlo, se encuentra en la terraza, leyendo un libro, como de costumbre, pero está serio, parece haberle ocurrido algo...
- Cariño, te noto extraño, ¿te ocurre algo?
Y entonces respondió, despacio, con dulzura...
- Nena, tú y yo...¿Qué somos exactamente?
Mi mente se desvaneció, se fue lejos, recordando cada momento desde que lo conocí, pensando en cada sitio visitado junto a él, ¿qué somos exactamente?, mi cabeza seguía buscando la palabra exacta... la indicada para definir lo nuestro, pero a pesar del tiempo pensando...no encontró letra alguna...sólo mi boca pronunció lo exacto...
- Yo sólo sé que te quiero.
Sus labios mostraron una tímida sonrisa...y entonces, ante la duda, me tocó preguntar a mí...
- Y para ti, ¿qué somos nosotros?
Y con sorpresa para mí....respondió lentamente...
- Yo sólo sé que te quiero.
Nos fundimos en un beso y quedó para nosotros solos, esa frase, esa tímida caricia...esas letras...
"Yo sólo sé que te quiero".



lunes, 3 de septiembre de 2012

Esa película

Y decido ver esa película, no me apetece mucho observarla pero no tengo otra a mano y la pereza puede conmigo, prefiero no levantarme de la cama.
Me da miedo darle al play, no quiero recordar, prefiero quedarme en silencio y no hallarte más, aunque en mi cabeza siempre presente estás.
Cuando no enciendo la televisión para mirar, se me viene a la cabeza el desorden de aquella noche en mi habitación, aquellas risas que a los vecinos no dejaban dormir y sobre todo la falta de atención hacia esa película, que en parte, puede decirse, que se convirtió en celestina en ese determinado instante. 
Recuerdo las constantes miradas mientras intentábamos tener esa noche de cine, y los abrazos continuos cuando alguna escena de amor salía para hacernos compañía, y de camino, intercambiar gestos que a pesar de que no llevaban palabras, lo decían todo.
Una noche, que no se porque, siempre será inolvidable...una noche, como bien su nombre indica, de película.
¡No! pensé, no debía tenerle ese miedo, ni siquiera debería haberme planteado el no verla, por supuesto que la observaría, sin duda la recordaría, porque está claro que me haría revivir esos momentos que para mí fueron mágicos.

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...