miércoles, 12 de septiembre de 2012

Como un secreto

- Hoy estaremos solos.
- ¿Solos otra vez, y tus amigos?
Eso es lo que han pronunciado mis labios, porque claro, siempre era lo mismo, me gustaba estar con él, compartirlo absolutamente todo y jugar al amor cada vez que nos veíamos, pero...me empezaba a cansar, quería conocer a su gente, a sus colegas...a sus amigos, quería observar las personas con las que se rodeaba, aquellas que formaban su círculo...aquellos a quienes quería.
- No, hoy tampoco pueden.
- Ahh, yo pensaba que hoy cenaríamos juntos...¿cuándo me los vas a presentar?
Parecía impaciente y nervioso cuando le hablaba de eso, él no paraba de contarme anécdotas vividas con ellos, pero a la hora de presentármelos, siempre y en toda ocasión tenía una excusa... y yo empezaba a estar un poco harta de eso.
- Te los presentaré algún día, además ¿que más da?, ¿estás conmigo no? Es lo importante.
- Ya...claro, tienes razón.
Aunque mis palabras parecían conformarse con lo que me había contestado, realmente no lo estaba. 
Comenzaba a estar insegura de nuestra relación, no quería adentrarme en su entorno, y eso me asustaba...a pesar de que iba pasando el tiempo, él seguía quedando a solas conmigo, sin dejar, siquiera por asomo, que sus amigos viniesen con nosotros...monotonía por todos lados...parece que me escondía, y tampoco tenía alguna intención en acercarse a las personas que me rodeaban en mi día a día.
Pero armada de valor le pregunté...
- ¿Le has hablado a tus amigos de mí? 
Lo miraba detenidamente, estaba segura de que mencionaría un "sí", ya que confiaba en que realmente me quería.
- No, aún no.
¿Aún no?, mis ojos se pusieron como platos, me dolió el pecho... ¿cómo puede ser?, llevábamos juntos ya casi seis meses.
Entonces mis ojos se cerraron, cayeron dos diminutas lágrimas que pronto me quité con la mano que me quedaba libre, ya que con la otra seguía agarrada de su mano, y continuábamos andando por el camino, hacia donde siempre...y comprendí lo que antes no rozaba ni a entender, que sólo era un secreto para él...como un secreto el cual jamás desvelaría. Y a pesar de eso, continuaba con los dedos entrelazados en los de él... la persona que más había querido en mi vida... y la cual me guardaba como un auténtico secreto.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...