miércoles, 29 de junio de 2016

No abrió

 - Toc toc - escuchó. 


Era él, por fin había llegado. Esperó unos minutos y se asomó a la mirilla no sin antes haberse recompuesto el cabello. No era quién esperaba y su piel se erizó. No abrió.

- Toc toc - volvió a oír.

Seguía allí, quieto, erguido y esperando. Tenía sus ojos posados fijamente en la puerta, un mínimo movimiento de ella y se daría cuenta de que lo observaba desde dentro. No abrió.
 
Frotaba sus manos con nerviosismo, jugaba con sus uñas, mordiéndolas para que el minutero del reloj corriera más rápido, para que el fisgón que la vigilaba en su puerta se marchase.

- Toc toc - ya no se levantó, esperó tranquila, aguantando la respiración y comprobando que el pomo empezaba a girar. Cerró los ojos con fuerza y no abrió, no lo dejaría entrar.

- Toc toc - Manuel llamó como de costumbre al mismo tiempo que abrió la puerta, encontrándose a su hermana sentada tiritando.

- ¿Otra vez? 
- Estaba ahí Manuel ¿no lo has visto? se ha tenido que cruzar contigo en el pasillo - dijo temblorosa.
- No hay nadie Sara, papá no va a volver.

Manuel se sentó a su lado, cerró la puerta tras de sí y el médico quedó en la habitación contigua, observando tras las cámaras el comportamiento de Sara. Ella miraba a la puerta en una dirección concreta, sin embargo no había nadie en esa zona del psiquiátrico.

 
 




 

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...