jueves, 22 de octubre de 2015

Déjame decirte

Déjame decirte que dos palabras bastan, una mirada de reojo y una pequeña sonrisa. Déjame decirte que reír sin razón es una de mis aficiones favoritas y que observarte cada día es suficiente para hacerlo.

Déjame decirte que ya me encargo yo de hacerte cosquillas, de abrazarte en noches de lluvia y de apoyarte en cualquier decisión. Seré yo la primera en ofrecerte consejo y la primera que deseará que no lo sigas, pero también seré la que rectifique y te ayude a superar cualquier tropiezo.

Déjame decirte que tus batallas serán mis luchas, tú solo coge una espada, yo seré tu escudo y creéme que sabré salir victoriosa, que no importa la distancia, que un simple suspiro es suficiente para saber que me añoras.

Déjame decirte que una sola noche en vela servirá para que sepas que te sueño despierta y que mis ojos reflejan tu imagen aunque estén cerrados. No es necesario decir dos palabras, porque una mirada de reojo y una pequeña sonrisa bastan. Aún así, déjame decírterlas... Te Quiero. 

lunes, 5 de octubre de 2015

Vivir esperando

Vivimos esperando a que llegue - lo sabéis -. A cada instante miramos la hora del reloj y contamos los minutos que faltan para que llegue el momento preciso que nos lleva a ese hola ansiado, hacia aquel baño de espuma, a su sonrisa, a esas caricias entre sábanas o al beso en la mejilla de buenas noches.

Vivimos esperando la lluvia, poder entrar en casa, acurrucarnos entre cojines y ver películas de terror.  Esperamos el fin de semana, cruzamos los dedos para que todo salga bien, nos evadimos del presente y esperamos un quizás - ¡esta vez sí! - . 

Esperamos que llegue el sol, las cenas entre amigos, las charlas a altas horas de la noche sin pensar en madrugar. Ansiamos poder bañarnos en la playa y pasar calor. 

Vivimos contando los días que faltan para encontrar ese amor verdadero y ese guiño único que nos haga sentir especial. Vivimos esperando a que llegue.

Vivimos esperando a que llegue el segundo exacto, el mismo que dice que aflojes o ¡quién sabe!, que aceleres. El mismo que te aconseja, que te guía en una dirección concreta y te invita a ser feliz aunque sea solo un par de horas. 

Vivimos esperando escapar de la rutina y a que llegue nuestro momento.







Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...