Acompañada de las mariposas. Capítulo Cuatro.

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 CONTINUARÁ...

Acompañada de las mariposas. Capítulo Tres

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Acompañada de las mariposas. Capítulo Dos.

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 CONTINUARÁ...

ACOMPAÑADA DE LAS MARIPOSAS. Capítulo Uno.

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    CONTINUARÁ....

"Acompañada de las mariposas"

Hoy he tenido la oportunidad... la oportunidad de contar con los dedos de mis manos las palabras... hoy he tenido la oportunidad de mostrar al mundo lo que me hace feliz, y por ello... una vez más un pequeño relato se abrirá entre capítulos y bastidores, dando paso a la ensoñación y a la oportunidad de que me acompañéis en mi viaje y felicidad...

Y en mi ventana estaba aquella mariposa... una vez más...

Millones a su lado

Veo pasar el tiempo, mientras observo la ventana y pienso en ella...
En aquella que todas las mañanas me deleita con unos buenos dulces típicos de Navidad pero que en toda época hace, dándole solo importancia a que me encantan... en aquella que a la misma vez me llena de regalos cuando puede y de sonrisas en cada ocasión que paso por su vera.

Hoy he mirado al cielo y he pedido por ella... 
Por aquella que me trata con mimo y me dedica sus mejores alegrías, a pesar de que por dentro sufra... no hace notar su malestar cuando se encuentra ante mi persona.

A la vez he derramado una pequeña lágrima, también por ella...
Por aquella que me cuidará por siempre, pase el tiempo que pase, y que me dedicará sus historias en la tempestad y en el pasar de los años, haciendo, en mi niñez que fuese feliz, y ahora que sea inspiración en mi escritura.

Hoy tan solo quiero dedicarle unos párrafos a ella...
Para que sepa con certeza que también la quiero, que amo observar sus manos arrugadas y su dedicación en el mundo por las personas que más quiere; solo quiero que sea feliz y espero que esboce una carcajada leyendo mis letras... aunque ya sé que siempre lo hace...

Hoy solo quiero verla feliz una vez más, porque estoy aquí con ella y como ya sabe... lo estaré por siempre... pues la enfermedad es llevadera si a su lado hay corazones que palpitan en sintonía para que se encuentre mejor y, sin ninguna duda... tiene a millones a su lado...

Mamá... ¿por qué lloras?

- Mamá... ¿por qué lloras?

Le dijo sin dudar la pequeña de 10 años que veía como su madre derramaba lágrimas una vez más.

- No pasa nada...

Mostraron sus labios al comprobar que, evidentemente su criatura se preocupaba por su bienestar.
Acto seguido, sus brazos diminutos abrazaron a la figura de su madre que se encontraba cabizbaja en el pequeño salón, sentada en aquel sofá ya desgastado por el paso del tiempo y, sin esperarlo, ella también soltó un par de gotas de agua salada por sus jóvenes ojos.

- No tienes que llorar... hoy, al menos no.

Su madre la retiró de su regazo para observar su rostro sonrosado y, en dicho momento, soltó una pequeña sonrisa que dejó a la vista un sentimiento totalmente opuesto al que estaba mostrando con anterioridad.

- ¡Oh cariño!... si sólo lloro de felicidad...

La cara de la pequeña, en dicho instante, la miraba extrañada, pues no llegaba a comprender...

- Mira mis manos... en ellas tengo un preciado regalo, que es por el cual sigo adelante cada día y que me hace revivir cada mañana...

Era obvio que se estaba refiriendo a aquella que dio a luz varios años atrás... y como observó que su pequeña seguía sin nombrar respuesta acuñó una última frase...

- Con tenerte a ti como hija soy la mujer más feliz...

Al siguiente momento la pequeña alcanzó un lazo rosa que se encontraba postrado en la mesa y se lo colocó a su mamá en el jersey que llevaba...

- Yo sólo quiero que sigas luchando como hasta ahora... eres fuerte y yo, sin duda, te ayudaré en el camino...

Y tras una caricia rozando la cara de su madre, se volvieron a abrazar...



Día del Cáncer de mama. 
Por todas aquellas personas que han luchado y aún siguen en guardia intentando ganar una batalla. 

Sigo siendo yo

Hoy, una vez más, es un nuevo día; en cambio mi sentimiento es distinto... ni soy la misma de ayer ni seré igual a mañana, sin embargo sigo siendo yo... y es que no hay nada más importante que sentir que eres única a pesar de que con los años y tras las experiencias... vayas cambiando....

Amigas que nunca fallan

Observé mis manos y ambas soportaban dos pequeños objetos... los cuales no sabía como habían llegado hasta mi regazo; en cambio me sentía en la obligación de elegir...
Miré en primera ocasión hacia la derecha y un fino sentimiento de emoción fundido con la decoración de la clave de sol me acompañaba, tintineando con suavidad en mi oído y haciéndome partícipe de un segundo de tranquilidad. 
Tranquilidad y paz que sin esperarlo, fue acompañada de una llamada de atención hacia mi izquierda que, irremediablemente, me hizo mostrar una gran sonrisa, dejando a la vista mis blanquecinos dientes... aquello que allí se hallaba me hacía sentir feliz.
Mi ángel de la suerte, en dicho instante, apareció haciéndose notar entre mis dedos y me obligó a mantener la risa que minutos antes me había otorgado el objeto portador...
Me dijo  entre balbuceos que sería mi amiga y compañera leal en el tiempo y que nunca jamás me fallaría; por ello la cuestión de elegirla... 
Una voz, en esta ocasión más grave interrumpió mi ensoñación en el instante menos preciso, y el mal en miniatura se pudo hallar a mi derecha, señalando con inquietud e impaciencia que el objeto que él llevaba era el mejor.
Ya mi mente se empezaba a confundir, tenía que elegir entre paz y alegría, entre pentagramas y folios... entre sentir y soñar... ¿cual sería la mejor opción?...
Solté tanto los objetos como las criaturas que me habían causado duda... y sostuve un lápiz, fundiendo mi imaginación en letras y dibujo; entre líneas pinté una palabra, seguida de una clave de fa; una rima unida a una corchea y un corazón al lado de una imagen concreta... y entonces lo comprendí...
Miré con detenimiento los objetos posados en la mesa y los comparé con la imagen que mi cabeza coloreó... Una pluma ligada a una melodía, y es que no hay música sin letra, ni letra que salga tras párrafo escondida por música... por lo tanto cogí mi pluma, me puse el colgante de nota musical y marché feliz y en la mejor compañía posible.... Mi escritura y la música... amigas que jamás fallan.

Pequeña hada de madera

Hola...

Quizás parecerá un poco absurdo hablarle a un simple trozo de madera esculpido; sin embargo me han contado que tú eres amiga y compañera, confidente y conservadora de los más profundos secretos y sueños...

Supongo que es por eso por lo que me encuentro tan cómoda conversando con tus picudas orejas de elfo con alas...

Simplemente creo que hoy he dado un paso más en mi vida y he descubierto algo importante... me gusta el camino que mi corazón siente y más que nunca mis manos llevan la razón en mis actos, queriendo que siga el sendero correcto...

Tú solo ahora invítame a soñar...

... Y eché a andar...

- La verdad que ahora mi ilusión es mayor...

Es lo primero que mencioné cuando descubrí que sus ojos se habían quedado callados, mirando a un punto fijo, pero que, realmente creo que observaba con cautela la gran cantidad de películas que habíamos divisado juntos en todo este tiempo.

- Ya te conozco lo suficiente... ¿no crees?

A pesar de que yo seguía pronunciando letras sin ton ni son, no hallaba respuesta alguna de la persona que tenía a mi lado, intentando que, al menos, mostrase una pequeña sonrisa que dejase a la vista que me correspondía en mis palabras.

- Yo creo que sí, que podemos seguir adelante, los dos juntos... poco a poco...

Fueron las últimas palabras aquella noche, como conclusión a todo lo que antes había mencionado. Al fin y al cabo, la conversación mantenida con él fue sólo mía aquel día.
Sinceramente, no fue su silencio lo que me incomodó, pues como ya se sabe las palabras no dicen nada si éstas engañan al corazón, pero tampoco noté su calor en el momento del habla y sin pensarlo, arriesgué...

Cada día la incomodidad era mayor, las letras dichas en el momento indicado quedaron en el olvido, pues... ¿para qué tener ilusión cuando la otra persona no corresponde en el acto del sentir?... Es cierto que en inmensas ocasiones se gana, en cambio, a mí me tocó perder, siendo el dolor más agudo que antaño. 

- ¿Por qué sigues visitándome si tus palabras y acciones hacia mi persona son cada vez más escasas?  

Sin ninguna duda se había quedado mudo en todo aquel tiempo ya que mi comportamiento iba siendo peor debido a su ignorancia hacia mí.

- Sabes que si quedas callado una vez más, sabré que soy yo la que llevo razón... y nuevamente me demostrarás que, irremediablemente, ya no significo nada para ti... si es que algún día fui importante en tu vida.

Sólo negó con la cabeza, cuando se hablaba de esos temas un silencio atroz se apoderaba de todo el lugar... Su reacción no me pilló por sorpresa, por lo que me dí media vuelta, callé y eché a andar a pesar de que aún le amaba.

¿Dónde estás ahora?

Querida compañera y amiga en la eternidad;

Te preguntarás la causa de mis palabras dirigidas a tu persona y es que el otro día te pude ver pasar por mi calle en una dirección concreta, pues observé que tus pasos no eran dubitativos, sino que, por el contrario, casi intentaban huir.

Supongo que no te percataste de mi presencia, ya que desde mi ventana te divisaba en completo silencio, sobre todo, para no molestarte.

Justo en dicho instante, volví mi cara hacia atrás y en la mesita de noche se hallaba una foto enmarcada con tu sonrisa, también tus ojos transmitían esa felicidad que siempre en tu ser imperaba y acto seguido llevó a provocarme un pequeño gesto de satisfacción. Gesto que se borró al comprobar que sólo en marco te hallabas; lástima que hubiese sido un pequeño recuerdo lo que me llevó a ser feliz una vez más al observarte y rememorar instantes pasados a tu vera y en tu compañía.

Simplemente ya sabes que yo estaba ahí cuando más lo necesitabas y cuando nadie más lo estaba... ¿y tú?... ¿dónde estás ahora que mi alma se encuentra escondida entre escombros tras mi corazón debido a que tú no estás a mi vera?... 

No quiero que te sientas mal, pero ya mi alma llora porque te echa de menos y mis manos me hablan en soledad cuando recuerdan nuestros abrazos.

Y volviste...

Fue entonces cuando tu mano rozó mi hombro después de tanto tiempo y sentí que volvías a buscarme...
Las rodillas me temblaban en el instante, pues casi ni siquiera recordaba la tesitura de tu voz, tampoco tus gestos eran partícipes en mi vida desde que la distancia fue presente.
Tus labios se movían articulando palabras incomprensibles en mí persona, pues jamás imaginé que tus letras ahora formasen parte, de nuevo, en mi vida.
Jugué al destino y te correspondí en el habla; muy en el fondo todo seguía siendo como antaño, sin embargo, la diferencia en nuestra edad quedaba cada vez más a la vista... ya no somos niñas; pensé cuando tus ojos se postraron en mi mirada.
Sin dudarlo, en todos esos años habíamos dado paso a la inseguridad; en cambio creo que el destino nos volvió a unir una vez más, después de separarnos en inmensas ocasiones. 
Ahora me pregunto si ésto es real; si verdaderamente me mostraste una sonrisa mientras las comisuras de mis labios intentaban no formularla... en cambio, tu presencia siempre ha estado presente en mi corazón y sentir; por tanto creo que tú... amiga mía lo has sentido al igual que yo y definitivamente decidiste venir en mi busca, irremediablemente, una vez más... haciendo mi existencia más feliz.

Marioneta

Hoy he levantado la mano cuando tu corazón me ha hablado, también mis pasos iban al sitio exacto cuando tu mente me confirmaba que allí te encontrabas; además mis ojos parpadeaban con más intensidad, pues tu presencia me había obligado a observarte de mejor forma...

Al fin y al cabo, tú eres mi único y especial guía y yo una simple marioneta, la cual manejas a tu antojo...

Aunque hacia adelante...

Caminaba al horizonte en una dirección propuesta; tenía como compañía su ilusión, jugaba a descaro con el tiempo, en cambio era víctima de su propia ensoñación.
Le gustaba evadirse con la sonrisa de aquel, sin embargo no era real su visión, pues en fantasía se tornaba ese sentimiento impropio llamado amor.
Deseaba que sus manos le correspondiesen y en cuento transformaba su vivir; pues aunque era prisionera de sus encantos... quería que su propia mirada lo cautivase por fin... sin embargo, dicha cuestión no ocurría en el sentir de ojos de muchacho.
Tan sólo tenía en su pensamiento el dirigir de su caminar, no le importaba otra cosa que no fuese llegar al lugar del destino... simplemente la ceguera del corazón le había hecho retroceder, aunque hacia adelante caminase.