Fin de año

Hoy ha amanecido y, sin más remedio, un sentimiento ha invadido cada parte de mi ser; y es que soy realmente muy feliz.

No quiero dejar de nombrar a aquellos que provocan este sentir; pues son muchos corazones los que se encuentran flotando en mi alma, proporcionándome amor, amistad y cariño. Corazones que, año tras año se encuentran a mi vera, o que, por arte de magia, asomaron llamando a la puerta de mis sentidos en este 2013 y yo...sin más remedio los dejé pasar... haciendo que mi existencia sea mucho más satisfactoria.

Han ocurrido muchísimas cosas en estos meses tan inmensamente cortos; aspectos que me dan qué pensar y otros que, irremediablemente, provocan una enorme sonrisa en mi rostro.

Gracias por este año inolvidable a mi familia, sin duda alguna, ellos han sido los que mejores momentos me han otorgado; espero que en el año que entra me sigáis apoyando como hasta ahora lo habéis hecho durante 20 años de mi vida.

Mis amigos, ellos son fundamentalmente importantes en mi día a día y doy gracias por teneros a mi lado un año más; esperando que así siga siendo por siempre. Porque sabéis que sin vosotros no soy nada. Me siento orgullosa de nuestras historias, de nuestras caídas y también de nuestras peleas, creciendo juntos año tras año y aprendiendo unos de otros. Gracias a una personita muy especial por brindarme de nuevo tu calor de forma tan inesperada, después de tantos años distanciadas, me hacía falta un abrazo tuyo.

No puedo dejar pasar a mis pedagog@s, que poco a poco, irremediablemente, han ido introduciéndose en mi vida de una forma increíble; se puede decir que ya somos una gran familia; gracias por estar ahí y llenar mi día a día de risas y momentos únicos.

Gracias a aquellos que este 2013 han confiado en mí para seguir creciendo como escritora, creo que ha sido un año importante en ese aspecto; ellos mismos saben quiénes son, pues me han ayudado aportando confianza en mí, a pesar de la distancia.

Simplemente gracias a aquellos que han pasado conmigo este año que ya acaba. Espero que paséis conmigo este año que dentro de unas horas dará comienzo.

Cicatriz

En ese instante como cicatriz que era, tras ella dejó una herida guardada; una herida que, a pesar de la profundidad que para mi persona representaba.... era realmente insignificante en comparación con la huella dactilar que quedó marcada en mi corazón de niña, convirtiendo la dulzura que mis arterias dibujaban formando amor, en espinas que clavadas se incrustaron en la superficie de mi alma.

Esa herida jugaba contra la corriente del mar de mis suspiros, intercalando la sal de mis pulmones con el agua en tempestad de la caja roja redonda que conforma el gran motor de mi cuerpo... lástima que ya no se encontrase como antaño... ahora se tornaba cada vez más pequeño conforme pasaban los segundos del gran reloj de mi vida.

Por momentos, la pequeña aguja que marcaba el compás de mis párpados, se convertía, por arte de magia en lágrimas que solas brotaban e irremediablemente... dejaba al descubierto esa pequeña herida que la cicatriz dejó guardada en ese instante, síntoma del pasar del tiempo.

Un 24 de Diciembre más

Hoy es Noche Buena y la Navidad asoma por cada estrella que resplandece en el anochecer de madrugada, dejando como compañera una amiga inigualable... la hermosa luna.

También ellas se encuentran en familia, reunidas en sintonía... como en toda ocasión; ellas no viven la diferencia de esta especial noche a otra cualquiera...

Llega el momento en que a pesar de las risas, una reflexión asoma por alguna cabeza, mientras la luna menguante se transforma en llena por arte de magia... reflexión que asoma por los sentidos y te hacen pensar en aquellos seres queridos que, sin más remedio,  quedaron atrás, que marcharon hacia lo más alto y ahora vuelan en compañía de esas estrellas... convirtiéndose en una de ellas, como cual capullo de gusano se vuelve mariposa... e igualmente despegan con alas de plata.... obligándonos a echar de menos.

Nos cuidan en la distancia y aunque siempre ellos se encuentran en nuestros corazones, no es hasta estas fechas cuando realmente la ausencia se nota de forma demasiado presente... un contrapuesto de sentidos que los preciosos destellos de luz observan en la distancia, ofreciéndonos calor...

Es increíble como, tras pensamientos, varias miradas llegan al recuerdo y se señalan fuertemente, haciéndonos conscientes de la falta que nos hace su compañía... y es que el ser humano es tan imperfecto.... que solo se reúnen en familia una noche al año, mientras nuestras estrellas nos acompañan todas y cada una de las noches.

Dime, corazón callado

Dime, corazón que callas entre ataduras del nuevo amanecer... ¿son tus pasos y tus huellas los que marcan tu camino? O, por el contrario... ¿es el sendero que quieres seguir el que te hace construir poco a poco tus pisadas?

Dime, corazón callado... ¿es tu mirada la que observa, sin reparos ni rencores en todas las direcciones posibles a tu alcance?... o una vez más... ¿la venda curvilínea que tapa tus bellos párpados no dejan divisar todo lo que tu mirada podría llegar a contemplar?

Dime, alma errante... ¿eres tú la que sigues perdida en el transcurso de la vida? o, sin embargo... ¿es tu cauce el que propiamente hace que pierdas el hilo en esta gran aventura?

Solo dime cuerpo sin alas... ¿realmente deseas seguir entre realidad en un mundo sin luz, o prefieres volar alto como cual águila y deslizarte entre nubes de algodones?

Gracias

Satisfacción es una palabra que se queda corta, y viene, sin más remedio, acompañada de ilusión... se une felicidad con sueño... alegría con sentimiento y hechos con resultados deseados...

Gracias, una vez más, en esta ocasión a Verbalina por darme la oportunidad de participar en el concurso de nanorrelatos a través de twitter; y sentirme inmensamente feliz al observar el fallo del mismo. 

Muchas gracias a todos los que hayan votado mi nanorrelato; esto es un paso más muy importante para mí, y para poder ir desarrollando mi futuro como escritora.

http://verbalina-escribirliteratura.blogspot.com.es/2013/12/fallo-del-concurso-de-nanorrelatos-bb.html 

Cartas a mi alma

CARTA de mi alma;

Dicen que hace tiempo no usas la pluma y que los sueños y tu imaginación no viajan a tus finos y largos dedos... que ya estos se volvieron inválidos con el paso del tiempo, ya ninguno aprieta la tinta traspasándola al papel; al folio en blanco de la ilusión... Dicen que hace tiempo tus ojos no resplandecen, y no sé si es por la agonía de no expresar tus pensamientos; ¿dónde quedaron escondidos?... sinceramente, los echo de menos...

Dicen que ahora vuelas entre nubes y que ni tan siquiera te das cuenta del pentagrama, de las letras y de los versos que forman el poema... aquel poema de tu vida... ¿dónde quedó tu imaginación, tus ganas de demostrar?... ¿en qué recóndito lugar  decidiste guardarlo?

Dicen que ya tus piernas no avanzan por ese sendero mágico de hadas, pero... si tú eras la que vivías mil y una vidas... ¿dónde has dejado las otras tantas?... apenas sé si vives la realidad, ¿cómo vas a vivir la fantasía?...

Yo, querida amiga... echo de menos tus risas, tus historias y tu estupendo diario de la vida... 

CARTA a mi alma;

Dicen que hace tiempo me prometiste una vida de ensueño; una vida en la que mi imaginación no ganase la balanza; a pesar de que ella siguiera fluyendo por mis dedos... a pesar de que siguiera derramando el negro en el limpio papel del alba... Dicen que me prometiste un amor verdadero, aquel que me diera ganas de avanzar entre tempestad y que hiciera huella en mis pensamientos... ¿dónde los escondo?... ni yo misma lo sé.

Dicen que me prometiste un cielo estrellado y sigo perdida buscándolo... mi imaginación se fue entre lluvias que encontré por el camino esperando ser amada... 

Ya mis piernas quedaron estancadas, no encuentran salvación; ya no tengo vida... pues tú no te encuentras en mi interior... tú echarás de menos mi risa, en cambio yo extraño tu apoyo, tu fortaleza...ambas quedarán en mi corazón.

Necesito un consejo

- ¿Observaste mi mirada en ese dicho instante?; ¿aquel en el que nuestros ojos se cruzaron y ante tu expresión atónita mostré mi más profundo sentimiento?... ¿te acuerdas?

Mientras pronunciaba estas palabras, aquel que se encontraba a mi vera recorría con sus ojos confundidos toda la estancia en la que nos encontrábamos; captando cada mínimo detalle de la calle, a pesar de que tantas veces ya había posado sus pies allí.

- Esta vez soy yo la que necesito un pequeño consejo...

Me atreví a pronunciar, ya que sus cálidas mejillas no deseaban formular respuesta; seguía evadido entre luces que adornaban la gran avenida de aquella ciudad sin nombre.

- Pero... ¿un consejo yo?... ¿a ti?... si ni tan siquiera te conozco.

Dijo sin reparo sus labios callados en el momento que mi subconsciente dejó a la vista mi atrevimiento y mi capacidad para salirme con la mía; o al menos, para conseguir una respuesta apropiada a aquello que mi cabeza distinguía entre cortinas y a través de laberintos que solos se formaban... buscando salida.

- Sé que no me conoces, tampoco yo conozco tus hábitos, tus virtudes y tampoco tus defectos; pero por ahora quiero que respondas a esto que formulo y que con tus palabras deleites mis oídos para que... una vez más queden afectados o, por el contrario... mi vida se llene de sonrisa.

Me mordí el labio esperando con tiento su respuesta ante toda mi explicación...

- ¿Qué consejo deseas?

Tragué despacio, formando un nudo en mi garganta que me obligó a tomar una buena bocanada de aire.

- Dime... sin reparos, ¿qué ves ahora?

Pude pronunciar...

- Veo a una chica escultural, con largas piernas, caderas de espanto y ojos zafiro.

Casi lloré al escuchar sus palabras...

- ¿Qué consejo me darías para que, además de un bello cuerpo, pueda mostrar que tengo sentimientos?, ¿sentimientos bastante profundos que dar al mundo... a la gente... a ti?

Y así, la noche pasó callada, y aquel consejo que tanto esperaba se esfumó con la ilusión de mi propia tristeza... dando paso, una vez más a la pena de escuchar nuevamente lo mismo o, en este caso... al no oír absolutamente nada.

El valor de la amistad

Ayer jugué a un juego; arriesgado pero divertido... de esas veces en las que apetece probar y aquello prohibido y peligroso es lo que más llama nuestra atención... 

Solo teníamos que juntar nuestras manos, con mucha fuerza, hasta llegar el punto de demostrar aquello más importante para nosotros... el querer de amigos.

Ese juego me invitaba a conocer; me llevaba al inexplicable mundo del experimentar... y entonces lo supe....

No consiste en llegar el primero, ni en sacar la mayor puntuación... que es lo que en un principio yo quería... no se trata de salir vencedor, de mostrar gloria a los demás que perdieron y tristes se encuentran...

Y es que solo consiste en el simple hecho de pasarlo bien; y con la mejor compañía...

Pero... soy feliz

¿Alguna vez has jugado entre líneas con el tiempo?, 

                             ¿Con la única compañía de un pequeño reloj de pulsera y tus sentimientos?

Yo sí, constantemente... 

                             En todo momento tengo como destino una meta concreta que abarca mis sentidos, mis obstáculos y mis miedos...

En cada instante diviso en el fondo de mi memoria e imagino un futuro alejado del pasado, pero, irremediablemente, inmerso en él.

                              Vuelo acompañada de la música y también alejada de ella... soy única en el sendero propio que marcan mis pies... y por ello, me siento orgullosa del andar que entre mis dedos vive...

Yo vivo a ras de mis posibilidades pero también fuera de ellas... estoy introducida en un pequeño laberinto que me obliga a encontrar la salida de forma tardía... pero...

                               Soy Feliz

El tiempo

- Estoy cansada...

Pronunciaron mis labios al aire y al viento cálido que desprendía el hermoso clima primaveral, que ocasionaba alergia a mis ojos, pero también alegría al corazón; sin ninguna duda la mejor época del año para mi persona, en cambio mis palabras no parecían ser las adecuadas.

- ¿Cansada?¿Cansada de qué?

Aunque dichas letras fueron lanzadas al azar para que mi propia sombra me contestase, algo a mis espaldas y en lo más profundo de mi interior me respondió...

- Estoy cansada del tiempo, pues en cierto modo es mi mayor enemigo...

Sin pensar, nuevamente, aquellas sílabas salían de mis adentros, decían acertar que aquel reloj que se hallaba posado en la pared y que mostraba, sin más remedio, las horas pasar... era, aunque no lo esperaba, mi mayor temor.

- ¿Cómo un simple objeto puede ser aquel que desemboca en todas mis dudas?

Se atrevió, entre palabras subidas de tono, expresar a mi subconsciente, que se hallaba vagando en el mundo de los sueños. 
En esta ocasión no respondió, creo que mientras reflexionaba también observaba el paisaje y descubría que él, al igual que su propio corazón también cambiaba... pero solo era causa del tiempo.

- No hay que darle importancia al minutero del reloj, pues ese solo muestra la hora, y tu vida no debe basarse en un constante tic - tac de una pequeña aguja.

Como niña

Y sonríe la niña en la ventana

mientras juega a ras del reloj del tiempo

se contempla en el agua cristalina

observa en silencio su bello cuerpo.

Lágrimas brotan de su ojo avellana

pues el azul se convirtió en harapo

como una gran princesa se imagina

corre entre bambalinas por el campo.

Quiere llegar a su destino por mar

pero algo inesperado se lo impide

ya nunca podrá como niña jugar.

Ella en el silencio desea volar

pero en su cabeza existe un no puede

 su vientre muestra una vida por llegar

Al igual que Peter Pan

En la habitación jugaba, sin pensarlo, el tiempo con los sueños y la ilusión...

Eran personas adultas las que reunidas se encontraban, pero había algo fundamental que las caracterizaba... la fuerte imaginación.

No había reloj que contase el misterio del pasar, y tampoco cámaras de vigilancia que mostrase el sentido de la vergüenza, solo tenían una cosa clara... la cuestión principal era pasarlo bien... y lo consiguieron; cogieron harapos y se vistieron de niños como cual disfraz en el pasado y recordaron...

Pues no hay mejor forma de disfrutar que viajando hacia la inocencia de los más pequeños... y cómo no... pensar aquello que Peter Pan deseaba con todas sus fuerzas... ¿para qué queremos crecer?