martes, 3 de diciembre de 2013

El tiempo

- Estoy cansada...

Pronunciaron mis labios al aire y al viento cálido que desprendía el hermoso clima primaveral, que ocasionaba alergia a mis ojos, pero también alegría al corazón; sin ninguna duda la mejor época del año para mi persona, en cambio mis palabras no parecían ser las adecuadas.

- ¿Cansada?¿Cansada de qué?

Aunque dichas letras fueron lanzadas al azar para que mi propia sombra me contestase, algo a mis espaldas y en lo más profundo de mi interior me respondió...

- Estoy cansada del tiempo, pues en cierto modo es mi mayor enemigo...

Sin pensar, nuevamente, aquellas sílabas salían de mis adentros, decían acertar que aquel reloj que se hallaba posado en la pared y que mostraba, sin más remedio, las horas pasar... era, aunque no lo esperaba, mi mayor temor.

- ¿Cómo un simple objeto puede ser aquel que desemboca en todas mis dudas?

Se atrevió, entre palabras subidas de tono, expresar a mi subconsciente, que se hallaba vagando en el mundo de los sueños. 
En esta ocasión no respondió, creo que mientras reflexionaba también observaba el paisaje y descubría que él, al igual que su propio corazón también cambiaba... pero solo era causa del tiempo.

- No hay que darle importancia al minutero del reloj, pues ese solo muestra la hora, y tu vida no debe basarse en un constante tic - tac de una pequeña aguja.



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