Consistía en quedarse absolutamente quieta, sentada sin pensar en nada y comprobar si lo echaba de menos y si mi mente se dirigía a sus ojos cuando tranquila me encontraba.
con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en aquella pared sucia y destrozada, comenzaba mi andada al recuerdo.
En aquel recuerdo observé una figura a lo lejos, parecida a la de un muchacho alto y delgado...entonces, me asusté, y abrí con prisa los ojos...era exacto que aquella visión era de él...pero seguía con temor por verle y saber a ciencia cierta como reaccionaría mi corazón al encontrarme con su presencia en mi cabeza.
Mi orgullo me cegaba y mi indecisión unida al desengaño vivido me cohibía a continuar con el viaje.
Pero mis sentidos acabaron venciendo a todo ésto y mi cabeza, engañando a mi memoria siguió con la imagen mostrada con anterioridad.
Esa imagen venía avanzando y conforme se acercaba a mi persona se podía apreciar su sonrisa característica...y sus pestañas alargadas y ojos profundos se empezaron a clavar en mi ser.
Una vez más desperté, y mi ropa mojada estaba, eras las lágrimas que nuevamente caían a borbotones llegando al corazón y demostrando al mundo que un recuerdo es mucho más que una simple imagen... es todo un sentimiento.
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que feo
ResponderEliminarQue forra! Virgi amo como escribes sigue asi, saludos desde Mexico
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