miércoles, 31 de julio de 2013

Entre lluvia y música

Noche de verano se acurruca ante sus ojos; pero en cambio, se mezcla con una tempestad típica de pleno invierno, pues la lluvia ha formado una cascada entre el tejado y el suelo del patio, tal y como si debajo de ésta se hallase una pequeña cueva en la cual cobijarse del viento.
A pesar de ello, Carmen camina descalza y de puntillas bajo la lluvia, no lleva la suficiente ropa como para abrigarse y desprenderse del frío, pues un pantalón corto y una camisa de tirantes es lo que forma su silueta de niña de doce años.
Cada uno de sus pasos va dejando una señal en la arena y tierra que cae de las tejas llenas de moho, pero se puede apreciar que a ella poco le importa, pues le sacia de alegría que esta tormenta de verano vaya acompañada de melodía y música que forma el pentagrama de la luna, dejando al descubierto sus dotes de artista.
Danza sus brazos al aire para hacerle compañía al sonido que desprende el interior de la casa, mientras da vueltas sobre sí misma, con una inmensa sonrisa que le invade el rostro, incluso llega a menospreciar sus pequeños pero profundos ojos verdes.
Se contonea como si nadie la estuviese vigilando desde el balcón, sin embargo, aquellos que la observan solo desean que sea feliz y por ventura, lo consiguen.
Muestran pequeños gestos de felicidad, pues Carmen se encuentra contenta sin razón alguna, algo difícil de ver en ella... el agua junto con la música le ayuda a expresarse.
Su madre, llena de júbilo e impaciencia, decide acercarse a abrazarla, sin saber bien cómo hacerlo para que no se asuste o deje de bailar; pero por una vez, su hija, sin esperarlo realiza una acción que nunca antes había hecho... le corresponde la mirada y se ríe una vez más, volviendo de nuevo al estado que anteriormente presentaba.
Aunque Carmen sigue en su mundo, riéndose sin saber porqué, mirando constantemente a un punto fijo y girando sobre sí misma; su madre entiende que ha logrado algo, pues en ese instante en que cruzaron miradas por primera vez entre lluvia y música, muestra que el autismo es menor en su presencia. 

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