jueves, 4 de julio de 2013

¿Crees en el destino amiga?

El propio caminar de niñas nos puso en el lugar exacto... un lugar que con el tiempo se convertirá en simplemente algo más, pero que hoy por hoy nos hace entender el porqué de todo... y digo yo... ¿crees en el destino?

Tú ahora formas parte de mí, sin embargo, ese mínimo cacho de alma algún día dejará de pertenecerme; somos conscientes de lo que ambas sentimos, de lo que queremos llegar a ser y juntas nos esforzamos por seguir adelante... 

A pesar de ello, cada una quiere dirigir un sendero, el cual no es muy parecido el uno del otro; ni mi madurez es tan avanzada, ni tu postura infantil presenta tantos juegos de adolescente... ¿somos parecidas? 
Mi corazón diría que sí, pero mi cabeza presenta un no rotundo...

¿Es por ello por lo que debo alejarme?... 
Mi cuerpo, en inmensas ocasiones quiere retroceder y caminar lejos, donde nuestras almas no se encuentren... es que ¡somos tan distintas!... a veces, mis ojos desearían derramar lágrimas por los constantes enfrentamientos... no obstante...

¿Debo pensar en ello?... 
Prefiero no pensar... sólo sé que nuestras diferencias nos hacen ser únicas y las mejores amigas, sólo sé que aunque en ocasiones nos veamos llorar, son gotitas que en nuestros rostros se secarán cuando mostremos una simple sonrisa marcando comisuras... sólo sé que yo sí creo en el destino y por ello te tengo a mi lado... ¿y tú? 



2 comentarios:

  1. no tengo palabras, me encantó eres lo mejor que tengo de verdad. muchas gracias cariño por este precioso texto y sigue así que llegaras lejos.
    un besazoo te quiere tu manager jajaja :p es bromi te quiere mucho tu anita.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que te guste, tú al igual que aquellas personas que me rodean sois los que hacéis que estos textos fluyan; si no fuese por vosotros, estos textos no estarían aquí plasmados.
    Te quiero :)

    ResponderEliminar

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...