domingo, 5 de mayo de 2013

PARA LAS "MAMÁS" MÁS IMPORTANTES DE MI VIDA

Una vez más una palabra compuesta por cinco letras toma el balance, y se convierte en el centro, como siempre debería ser, y aunque en ocasiones se tambalee de un lado hacia otro, siempre acaba mostrando firmeza.

Una firmeza iniciada por la "m", m de mitad, mitad de uno, mitad de todos, mitad de ti y de mí, mitad de ella, mitad de él... pues una parte de cada uno de nuestro ser le pertenece, formando ese trozo que falta en nuestro más profundo interior y que se complementa con esa palabra.

La "a" le prosigue, a de amor, a de amistad, amor por compartir, por ofrecer, amor incondicional, que siempre está, que no espera recibir, que no busca respuesta y que aunque en alguna ocasión no vea recompensa, nunca verá el final. Amistad de siempre, amistad de hombro en el que llorar, amistad de consejos y de experiencias que contar.

Una "d" de dolor, dolor por el destino, por la distancia encontrada en el paso de los años en el pequeño ser que acaba de nacer de su vientre de mujer. D de dialogar, de mostrar palabras, sentimientos, de hablar del presente, del futuro, de hablar de todos y de nadie, dialogar sobre una vida que espera a lo largo del tiempo.

Continuando con "r" de risa, pues mucho más allá de ser una persona con años y con un nuevo ser entre sus manos a quién cuidar, en su interior aún tiene sueños, felicidad y deseo porque todo salga bien.

Para terminar, e de educar, y sobre todo, e de esfuerzo, pues no hay ninguna persona en el mundo que más esfuerzo ponga en el cuidado, apoyo y afecto de esa personita que es sangre de su sangre, ser de su ser... que forma la mitad de su alma, que será amiga y compañera en el tiempo, que será cuestión de diálogo en las horas, con las que habrán momentos de risa y con la que a base de esfuerzo construirá su vida, poco a poco.

Pues ella, es el talismán que me cuelga del cuello, que es invisible pero se torna duradero, con una cadena de sentimiento que me llega al pecho, al más profundo recoveco del corazón.
Mariposas de colores revoletean en el ascenso, intentando introducirse en el más profundo de los "te quiero" sin éxito, pues ese amor no tiene alas, viene fundido al son del llanto y querer desde el segundo cero, desde el alma.
Pues ella, es la luz verdadera, esa que a oscuras me produce seguridad en el andar, luz que ilumina el sendero del costoso camino que se presenta con los días, y sobre todo... ella es, simplemente ELLA....









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