domingo, 12 de mayo de 2013

Quisiera darte un consejo

Necesito estar sola y reflexionar... pensar en todo lo que en apenas años atrás acontece. Aquellos aspectos en los que he fallado y en cuales otros lo he hecho realmente bien.
Me gustaría pensar en la amistad y los amores, en los logros personales y el orgullo de los míos.
Quisiera andar una vez más el camino que dejé atrás, pero esta vez como tele - espectadora, para criticar mis fracasos y alabar mis decisiones importantes, no para cambiar nada, pues el pasado nunca ofrece nada nuevo.
Me gustaría añadir un "te quiero" en algunas situaciones y eliminar un abrazo a quién realmente no se lo merecía.
Quisiera contar con los dedos de una mano aquellos a los que algún día llamé amigos, y observar cual dedo no era el adecuado y que realmente ahí sobraba, o si realmente no conté lo bien que hubiera debido.
Me gustaría saber el porqué llegué hacia ciertas situaciones y el ver como las superé, poco a poco... pero siempre mostrando felicidad acertada.
Como tropecé tres mil veces con la misma piedra que a la larga se tornaba atractiva, que tanto me gustaba, pero que tantísimo daño me hacía. 
Me gustaría volver a montarme en aquel tren que me llevaba a tu destino para declarar un adiós definitivo.
Me gustaría volver a vivir esa noche en la playa que hizo de ese verano algo especial.
Necesito recordar el primer beso que tanta emoción me dio en su momento, recordar cada latido de mi corazón con su presencia... y sobre todo observar el cambio de esos primeros besos del primer amor de niña a los besos amargos que después se ofrecen en ese tal llamado querer. 
Besos que antes eran ilusión y ahora se convierten en rutina, pues el cosquilleo que antes imperaba ha desaparecido como por arte de magia.
Ver como he pasado de la ilusión por una sonrisa a la desilusión por un mensaje no contestado y observar que hoy en día eso ya me da igual... al fin y al cabo solo son letras, que lo que importa realmente son los actos... que quizás algunos sepan a engaño.
Quisiera observar esas decepciones que una y otra vez recibí y al día siguiente volví a levantar pero siempre perdiendo un tiempo valioso en la subida.
Y hoy, quisiera darte un consejo, quisiera contar una anécdota, que no por ello me hará sentir mejor... una determinada noche conocí a alguien especial, y ese alguien me prometió felicidad, no recuerdo si fue un buen amigo o un gran amor, y si bien es cierto la felicidad la tuve y mi deseo por un instante fue cumplido... por ello, sólo quisiera decir, sólo quisiera recordar los buenos momentos y sobre todo, los malos, pues son los que verdaderamente me ayudaron a crecer.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...