viernes, 31 de mayo de 2013

Nos olvidamos

Se me olvidó..., no se si por desgracia o por ventura, pero ya tus besos se me olvidaron, ya tus manos no dibujan mi silueta como antes, ni tan siquiera siento como rozan mi piel... se me olvidó tu tacto.
Ya tus ojos no observan esa inocencia en los míos, se me olvidó el brillo que imperaba en ellos, los mismos que me hacían enloquecer, siendo los únicos culpables de mi insomnio en madrugada.
Se me olvidó tu risa, esa que ya no escucho a descaro por las mañanas temprano, esa que mostraba despacio tus dientes tan perfectos, contagiándome al mismo tiempo, pues una tímida risa imperaba en mi rostro cuando la tuya salía a borbotones... pero, se me olvidó.
Y el miedo que tenía a olvidarte se esfumó, pues a día de hoy tu recuerdo es difuso, y sólo consta en mi cabeza que existías en mí, pero no te encuentro forma.
Se me olvidó los detalles, esos que aunque pocos... siempre llegaban a mi vera, también se me olvidaron tus frases; esas que me hacían sentir única, pues acabé transformando mi vocabulario con palabras que salían del tuyo. 
Se me olvidó hasta tu forma tan peculiar de expresar, tu forma tan inmensamente rara de demostrarme que muy en tu interior me querías.
Pero, no me juzgues por ello, pues a tí mucho antes se te olvidaron tus recuerdos en mi almohada, al igual que tu olor quedó impregnado ya para siempre en mis sábanas.
Se te olvidó aquellas lágrimas que derramé en tu cuerpo desnudo, fuertemente abrazada a tí porque sabía con certeza que te irías para siempre, demostrando ese fuerte cariño que te tenía y que crecía conforme pasaban los segundos a tu lado.
Simplemente ahora seguimos por igual... y ambos... nos olvidamos.





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