En ocasiones me pregunto donde estarás... en que recóndito lugar se encuentra escondida tu sonrisa de niña, esa que tan contagiosa tenías y por la cual siempre acababa llorando de felicidad a tu lado.
En ocasiones me pregunto qué harás... si también saldrás por las calles enseñando tu figura y tu peculiaridad al andar, pero con una compañía que no es la mía, pues hace ya tiempo perdí la pista de tu caminar.
En ocasiones me pregunto si son tus manías las mismas, si aún muerdes tus uñas como antaño y juegas entrelazando tus dedos con tu liso y corto cabello.
En ocasiones me pregunto si aún tienes ese diario en el cual escribías de niña, o si ya eres algo mayor como para desarrollar letras en él, sin más. Me pregunto si tu deseo por descubrir mundo sigue en pie, y deseas con ansias viajar, aunque no sea a mi lado.
En ocasiones me pregunto si tu habitación sigue irradiando ese color chillón, que a ciegas me dejaba cada vez que me despertaba a tu lado, habiéndonos quedado dormidas, después de una larga noche de charla y confidencia.
En ocasiones me pregunto si la distancia nos ha cambiado... o simplemente somos las mismas niñas con la única diferencia del paso de los años en nuestros cuerpos, en nuestros rostros y también en nuestro sentimiento.
martes, 21 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seres mitológicos
Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...
-
http://issuu.com/virginiaespinosa0/docs/mu__eca_de_papel._cap__tulo_cinco.d
-
Corazón... ¿sigues ahí? Ya casi nunca oigo tus latidos, creo que se han quedado parados por miedo, se hallan callados por temor a hablar m...
-
- ¿Qué ha sido ese ruido? - No estaba solo, su gran gato persa se había adentrado en su habitación y vigilaba con impaciencia la venta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario