sábado, 30 de agosto de 2014

La estrella de mis sueños

Una estrella brilla y yo, a pesar del cansancio, la puedo divisar desde la ventana. Realmente, no sé con certeza si es desde mi habitación o desde allá. Allá donde los pensamientos son huidas en el abismo, allí donde el sentimiento de querer no ha quedado magullado, esparcido; en el mismo lugar donde existe el deseo de volar como cual águila lo hace, con alas esplendorosas y bellas.

No sé si esa luz tan brillante se encuentra en ese mismo sitio, en el cual hace tiempo que no te observo, que no contemplo tu fotografía, allí donde mis manos siempre se han mantenido intactas, evitando rozar tus recuerdos. 

No me atrevo a decir - aunque en ocasiones quiero gritarlo a los vientos - que en la realidad, esa que no sé si rozo ahora, yo fui tan solo un capítulo más en esa historia y sin embargo, tú fuiste un capítulo que aún no he querido terminar. Simplemente porque puse puntos suspensivos por si volvías. 

Ahora, en este mundo gravitatorio en el que no sé si me hallo, diviso esa estrella y observándola con detenimiento le digo... "Espero nada de nadie, observo todo de todos y callo a escondidas tras los actos. Ya no me decepciono". En cambio, no sé si me escucha. 

No sé si escucha - como yo lo hago - la mente de ese muchacho que camina a altas horas de la madrugada por las calles con un cuadro bajo su brazo... "Qué bonito es encontrar por tu camino a personas enamoradas" - dijo la mente de aquel chaval que, aunque caminaba, no paraba de dibujar hormonas sobre su lienzo - . 

Al no haber contestación alguna acerca de donde me encuentro; solo deseo pedir un favor a esa estrella, que en esta ocasión, para mí es real. Solo deseo pedir un favor - como cualquier persona lo hace - . Un favor lento... hoy le pido a esa luz que jamás me olvides. 

Así es el mundo de los sueños. Espero no abrir mis párpados aún y seguir mirando con cautela esa estrella, pues he escrito tanto estando dormida que se me olvida mi verdadera vida al despertar. 








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