domingo, 17 de agosto de 2014

No como antes

Te recuerdo, sí, lo hago a menudo... pero siento decirte que no como antes. Recuerdo que pasaste por mi vida en un momento crucial, en un instante en el que mis sentimientos estaban confusos y necesitaba que mi corazón volviese a recomponer su figura. Recuerdo que no salió todo lo bien que esperaba, sin embargo... ya no me duele, sé reconocer que esos estragos que recorrían mi ser cuando te fuiste, ya han desaparecido y me siento orgullosa por ello.

Puedo decir que te recuerdo, pero ya no te veo en todos los lugares, ya las parejas paseando por la calle no me recuerdan a ti. Puedo decir que, aunque fuiste especial, tu imagen en mí, ya no existe. Te ganaste a pulso que te olvidara y a pesar de que no puedo hacerlo por lo que significaste, ahora eres solo pasado; pasado que no hiere. 

Desde donde estoy te lanzo al viento un gracias enorme, por enseñarme a ser fuerte, por hacerme ver que no merecías la pena, por ayudarme a comprender la mentira del amor. Hiciste lo posible para que te odiase... no lo hago, pero eres nulo en el sendero que han recorrido mis pasos. También, desde aquí, mando a tu correo un adiós, ahora sí puedo hacerlo, porque ahora sí eres nada. ¿Duele ser un "nada" para alguien que significó tanto, verdad?, así me sentía yo en cada ocasión que me dirigías un "no" o un "tal vez" sin respuesta. 

Te recuerdo, sí, lo hago a menudo. Siento darte la razón, pero creo que nunca te quise como yo imaginaba, pues tus ojos ya no son luceros que guían mi camino, son dos simples piedras que me hacían daño cuando me miraban y tu boca no es la entrada al recorrido del deseo, son unos simples labios que estaban empeñados en destrozar mi alma. 

Te recuerdo, sí, lo hago a menudo... pero no como antes.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...