lunes, 14 de septiembre de 2015

Leyenda


Los ojos de ella le perforaron el alma, esa mirada cálida traspasó cada uno de sus sentidos y le embriagó en su profundo mar. Apareció, tras sus pestañas, una luz; un mínimo destello que le hizo dudar, a él. 

- La quiero - afirma, - ¿me quiere? - se pregunta.

Observa con detenimiento cada parpadeo. Su claro iris hace que pueda reflejarse en él y ve una silueta de hombre, la suya propia impregnada en esa belleza de diosa. Solo unos ojos pero tanto misterio albergan y tanto por descubrir en ellos.

- Definitivamente quiero esa mirada - desespera, - ¿Ella deseará mis besos? - se pregunta.

Él, iluso, soñaba con tener esa fuente de seducción en sus brazos. En el instante más preciso, se colocó de la manera correcta. Aunque perdió de vista su penetrante mirada pulsó el botón.

- ¡No te muevas! - pensó. 

Un flash inundó el momento y tras él la foto de la niña de ojos preciosos, verde esmeralda. 

- Tú, piedra preciosa, serás una leyenda - dijo.



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