martes, 10 de junio de 2014

Amor verdadero

Hoy mi vida tiene un apartado más porque he arriesgado a echarte de menos. Hoy me he dado la oportunidad de poder extrañarte, no sé si a ti como persona, o a lo que me provocas cuando estoy contigo.

Y sin más remedio, por mucho que mienta a mi alrededor, te echo de menos, sí lo reconozco... extraño tus palabras y también tus manos, añoro tu presencia en la noche, hasta incluso cuando en el refrán de mi deseo aparecía esa pequeña frase que me dedicabas solo a mí antes de dormir; palabras que no eran exactamente las que yo quería apreciar, pero que bastaban para hacerme ver que me pensabas.

Te echo de menos, sí lo reconozco... quiero olvidar, pero caigo en el recuerdo de quererte demasiado, es entonces cuando mi mundo se convierte noria y comienza nuevamente a girar, otra vez la misma historia, nuevamente tu imagen en mis ojos, una vez más tus manos rozándome, pero como siempre... tú realmente lejos. 


Te echo de menos, sí lo reconozco... mi imaginar crea una novela perfecta en mi cabeza, tras letras y letras que acaban transformándose, sin yo querer, en una auténtica necesidad que acaba siendo la peor de mis pesadillas... pues ojalá pudiera cobijarte, ojalá pudiera tenerte cerca y ojalá un tú y yo por arte de magia.


Pero no solo te escribo a tí, también lo hago a mi corazón, porque él me hace volar cada expectativa en el silencio, cada sentimiento se vuelve realidad por una milésima de segundo, y es que cada latir se vuelve más profundo cuando mis ojos quedan cerrados; le escribo para hacerle ver que las ilusiones que él mismo crea sin razón, hacen daño. 

Simplemente, hoy me apetecía escribir a la ley gravitatoria de los sueños, aquella que me empuja hacia el suelo, a mí y a cada una de mis fantasías, a cada uno de esos cuentos derrochadores de imaginación en mi madrugada; aquellos cuentos que reflejan en mi alma al despertar una vez más, que el amor es inexistente y que mi odio es mayor hacia aquellos que dicen haber encontrado el amor verdadero. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...