Mirando a las estrellas, esa
noche me di cuenta…
Recordé esos momentos pasados
acurrucada en tus brazos debido al frío
Y observé que ya no estabas a
mi lado, que ahora era otro cuerpo el que me rodeaba y me acariciaba a esas
horas de la madrugada.
A pesar de ello, seguía buscándote
en cada matorral que alrededor mío estaban
Y en cada dibujo que las
estrellas formaban conforme iban pasando las horas, pero no hallé nada.
Tan sólo tu rostro vino a mi
mente cuando una estrella fugaz pasó rápidamente dejando al descubierto una luz
tan brillante como esos ojos verdes tuyos que tanto anhelaba y ahí me quedé.
Mis ojos se inundaron de
lágrimas porque sentí que habías venido a buscarme, que tonta fui, miré hacia
otro lado, después de un rato giré la cara y ya no estabas allí.
¡Qué bonito aquel día que te
conocí! ¡Qué intensos los besos durante nuestra historia! Y qué triste tu
despedida en la carretera, en tu moto, tu final, tu muerte… adiós corazón.
Fueron las últimas palabras
que salieron de mi boca aquella noche, durmiendo con una persona fantástica que
me había demostrado lo mucho que me quería y su afecto desde lo ocurrido… pero
inevitablemente pensando en TI.
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