martes, 24 de julio de 2012

La vida es como un inmenso reloj...

Pasan las horas...
El minutero de ese inmenso reloj de pared no para quieto ni un mísero segundo
y yo sigo frente a el con la mirada perdida pensando en si en algún momento concreto hallaré la respuesta deseada.
Pero sigo quieta, sin intención alguna de deslizar la vista hacia otro lugar,
sin desear por un instante retroceder o avanzar unos pequeños pasos.
A pesar de que al estar paralizada nada conseguiré y poco menos solucionaré...
mi cuerpo se encuentra como en un sueño,
imposible avanzar, imposible caminar y mucho más imposible encontrar...
Sobre nubes se desliza
se encuentra flotando en el aire
tiene miedo a caer; y el ruido del reloj hace que el nerviosismo aumente por segundos
pero ahí está
ahí sigue sin parar
sin dejar paso a respirar
sin dejar continuar
haciendo que decida por nuestra vida y nuestro pensar
un reloj que no tiene marcha atrás 
que sigue adelantando sin dejar descansar
que el día más inesperado dejará de palpitar
que el día menos esperado dejará de funcionar
y será entonces cuando podamos vivir en paz...

No dejes que un reloj marque tu sendero
no tengas prisa en llegar 
que la vida son tres días
sólo disfruta de existir...
y hacerlo en libertad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...