lunes, 14 de mayo de 2012

Un simple reloj de pulsera

En uno de los tantos caminos que te marca la vida, tuve la suerte de toparme con un pequeño reloj de pulsera, el cual siempre daba la misma hora, a cada instante, a cada minuto, y por más pilas que les pusiese, jamás cambiaba.
Hubo un momento en el cual decidí tirar ese reloj ya que me cansé, pero me dí cuenta a tiempo de que esa hora cambió y que por un preciso instante el minutero comenzó a moverse, y conforme iba pasando el tiempo esa hora iba significando algo más. 
Observé que ahora cuanto más cuerda le daba a ese reloj, más me afectaba, y cada vez más se iba acercando a la hora exacta, por tanto, no podía dejar de mirarlo.
Por un momento llegué a pensar que era obsesión.. poco después me dije a mi misma ¡no!
Supe lo que fue cuando iba pasando poco a poco el tiempo, ese reloj ya formaba parte de mi vida, me guiaba en cada rincón por el que iba, sin dejar que me despistase ni tropezase y que en todo momento estaba ahí para darme la hora exacta.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...