Estaba nerviosa, no sabía lo que ese día soleado de febrero me depararía, ni tan si quiera sabía donde me llevarían mis pasos exactamente.
Salí de casa decidida, llevaba mi pantalón rosa favorito y una camiseta nueva, como otra cualquiera, que tenía ganas de estrenar ese día.
Quería llegar al lugar del encuentro, con ansias caminaba, pero también me gustaba observar lo que alrededor mía estaba ocurriendo.
Con paso firme llegué al lugar concreto, y allí estaba él, esperándome, su pierna se movía a un ritmo desenfrenado, supongo que eran los nervios que también los tenía a flor de piel por la quedada.
Nos recibimos con dos besos algo tímidos, y con decisión empezamos a caminar... a no parar de hablar, el camino a pesar de lo largo que era se nos hacía cada vez más corto por las constantes miradas que continuamente nos lanzamos y por las risas que no podíamos contener.
Cuando más despistados intercambiando sonrisas y miradas, sonó tormenta y sin esperarlo pronto nos encontramos alrededor de la lluvia, empapándonos.
Mi pintura corría por mi rostro, dejándome dos filos hilos negros por todo el recorrido de mi cara, desde los ojos hasta la comisura de mis labios.
Nos escondimos debajo de un pequeño techado, que a pesar de que nos refugiase algo de ese chaparrón tan inesperado, podíamos seguir sintiendo el agua mojando nuestro cuerpo.
No parábamos de reír, de soñar, de imaginar.... y de repente me abrazas fuerte, me dedicas otra más de tus sonrisas esa noche... y me dices una frase que sale de tus labios muy difícil de olvidar... "Y ahora es el momento... del beso".
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cariii soi tu manager jajajaj k sepas k me encanta este texto jajaj un besazoo y sigue asi! XD
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