Cogí entre mis manos aquella carta, la cual describía un extraño suceso; aquel que imaginaba en silencio... aquel del que jamás hallaría respuesta...
Mis sentimientos se estaban uniendo, por un lado mi cuerpo aparecía cubierto de escarcha, llegando al corazón frío, estando a punto de resquebrajarse y además, en pequeños trozos; por otro lado mi interior ardía, desprendía fuego ardiente por cada callejón de arterias y venas en concordancia.
Por segundos odiaba la diferencia de los sentidos, pues deseaba calor, en cambio... el frío que él me daba no me lo permitía. El frío que me otorgaba dichas letras inscritas en papel dejaba claro su indiferencia hacia mí; sin embargo yo no me rendía... nunca lo había hecho... ¿Por qué debía de darme por vencida en dicho instante?...
Me lancé al vacío en busca de sus besos, aunque sabía que calor no me aportaría... mi aliento era perseguido por la temperatura baja de los alrededores y solo pensaba en algo concreto...ese algo era el siempre bienvenido... calor de la esperanza.

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