Eran personas adultas las que reunidas se encontraban, pero había algo fundamental que las caracterizaba... la fuerte imaginación.
No había reloj que contase el misterio del pasar, y tampoco cámaras de vigilancia que mostrase el sentido de la vergüenza, solo tenían una cosa clara... la cuestión principal era pasarlo bien... y lo consiguieron; cogieron harapos y se vistieron de niños como cual disfraz en el pasado y recordaron...
Pues no hay mejor forma de disfrutar que viajando hacia la inocencia de los más pequeños... y cómo no... pensar aquello que Peter Pan deseaba con todas sus fuerzas... ¿para qué queremos crecer?

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