domingo, 25 de mayo de 2014

Tengo tendencia...

Y es que tienes tendencia a aparecer en mis sueños de madrugada y de tal forma obligarme a dormir más; a cerrar los ojos y seguir imaginando, entre caricias, entre miradas y entre tus brazos.

Y es que tienes tendencia a lastimarme sin saber, a herirme sin ni siquiera pensar mis sentimientos; tienes tendencia a vivir en mi cama y no me refiero solo en mis sueños, también lo estás cuando me entrego a tus manos bien entrada la noche o, por el contrario, bien asomada la mañana.

Y es que tienes tendencia a ignorarme, tienes tendencia a conocer mis errores y mis silencios, sabes mi sentir hacia tu persona y sin embargo tienes tendencia a seguirme, a hablarme, responder a mis cartas indeseadas y no olvidarme como amante.

Y es que tengo tendencia a seguirte, a amarte en la noche cuando me agarras de esa forma entre tu cuerpo, cuando sin temor no te apiadas de mis sentimientos y caigo rendida a tus encantos de hombre; a tu hacer en mi cama y ¡cómo no! A tu hacer en mi cuerpo incasto.

Y es que tengo tendencia a adorar tus manos, tus besos y tu sexo; adoro la manera de adentrarte en mis adentros y deseo que repitas tus actos hasta que la noche se pare; deseo con todas mis fuerzas que roces mi alma.

Sin embargo, ambos tenemos diferentes tendencias. Yo tiendo a ofrecerte cachos de mi persona aún inmadura en el amor, a ofrecerte parte de mí cuando mis extremidades inferiores quedan abiertas hacia tu deseo, a darte cada suspiro dedicado a ti… y es que en esos instantes soy enteramente tuya. Pero sin más remedio, tú tiendes a dar solo pasión, a ofrecerme una parte de ti que fácilmente será de otra…


Y es que tú tiendes al sexo, y yo tiendo… al amor. 


2 comentarios:

Seres mitológicos

Estoy sentada en el suelo, con las piernas cruzadas. En el sofá está mi hermano, dormido. Todo está en silencio; él ha llegado de trabajar ...