En ocasiones, y sólo en ocasiones, echas un vistazo hacia arriba...quizás buscando aliento y contando hasta diez, muchas veces se consigue...sin embargo, cuando el cuerpo hierve a un ritmo desenfrenado, y sin pensar lo que se dice, se sueltan palabras como si fuera la vida en ello, que a la larga serán sin sentido...teniendo como consecuencia un sinfín de barbaridades, que, al igual, con el tiempo...son más que insignificantes.
Y entonces sí, echas la vista atrás, a pesar de que miles de veces estabas decidido a no hacerlo, y piensas el porqué, cuestionas eso que comentaste en el momento de enfado, y vuelas...porque no te acuerdas...y no todo lo que te rodea tiene un porqué exacto.
Es cierto que todo tiene una causa, que lleva a unas consecuencias, pero... ¿dónde están esas causas cuando el tiempo transcurre?, la consecuencia te persigue por cada rincón, pero... ¿y esta otra?...¿En qué recóndito lugar se encuentra?...
Si al fin y al cabo, con cada paso que se lleva a cabo y cada andar que se comete, el ser humano olvida...y cuando pasa un determinado tiempo sólo desea recordar el porqué, volviéndose éste...algo absurdo.